El 112 avisa sobre cómo actuar ante la ola de calor: esta es la hora a la que hay que bajar las persianas

  • Hay que bajar las persianas por completo justo antes de que los rayos incidan directamente en las ventanas y subirlas cuando el sol ya no dé de lleno

  • Los toldos ayudan al crear una sombra directa que ayuda a frenar el recalentamiento

Toldos
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Jose Antonio Carmona

Editor Senior

Cuando el calor aprieta y en buena parte del país se rozan los 40 °C, no está de más tomar una serie de precauciones. Y no solo cuando salimos a la calle: en casa también conviene adoptar medidas para combatir las altas temperaturas que sirven de paso para ahorrar: en España el gasto medio en aire acondicionado supera los 250 euros durante el verano. Por eso, el servicio de emergencias 112 ha lanzado un aviso dirigido a los más despistados indicando cuando se deben bajar persianas y toldos.

Además de los consejos habituales —hidratarse bien o evitar hacer ejercicio al aire libre en las horas de más calor—, desde este organismo insisten en algo que nuestras abuelas ya sabían, aunque muchos lo pasen por alto: el buen uso de toldos, persianas y cortinas.

El consejo de las abuelas

Ola De Calor Web Y Tw Scaled Imagen 112 Aragón

La sabiduría popular vuelve al rescate cuando el termómetro supera los 40 °C. Esa frase tan escuchada en muchos rincones del sur de España, y quizás en tu propia casa: “Baja la persiana, que entra el calor”, cobra más sentido que nunca, y así lo recuerdan los consejos del 112 de Aragón. Han lanzado un decálogo y entre los consejos figura la hora en la que bajar persianas y toldos.

De hecho, entre las recomendaciones se incluye bajar las persianas durante el día, algo que, como ya hemos comentado en otras ocasiones, consiste en mantenerlas cerradas antes de que el sol empiece a incidir directamente y durante las horas de mayor calor, para después subirlas cuando la temperatura comience a suavizarse.

En una comunidad autónoma que bien conoce el calor, este organismo ha compartido un decálogo de recomendaciones —que puedes consultar más arriba— en el que destaca la importancia de bajar las persianas. Pero, ¿qué hay de cierto en esa creencia tan extendida?

Cuando se trata de proteger el interior de nuestro hogar frente al calor sofocante del exterior, la opción más eficaz (además de los toldos) son las persianas exteriores. Al mantenerlas bajadas, conseguimos bloquear los rayos del sol antes de que lleguen a los cristales, evitando ese efecto invernadero que dispara la temperatura dentro de casa. Los estudios lo avalan: las persianas exteriores pueden reducir la temperatura interior entre 2 y 12 grados. En definitiva, durante esta ola de calor, lo mejor es tenerlas siempre bajadas.

Cómo usarlas para frenar el calor es clave. Para sacar el máximo partido a las persianas, lo ideal es adaptarse al recorrido del sol (hay apps muy interesantes que ayudan a seguirlo). Hay que tener en cuenta que con las persianas bajadas ahorramos hasta un 30% en aire acondicionado.

Lo más efectivo, lo que hago en casa y lo que recomiendan, es bajarlas por completo justo antes de que los rayos incidan directamente en las ventanas, evitando así que los cristales se recalienten. Esto significa hacerlo por la mañana si la estancia está orientada al este, al mediodía si da al sur y por la tarde si se orienta al oeste. Cuando el sol ya no dé de lleno y el ambiente exterior sea más fresco —en torno a las nueve de la noche— es el momento de subirlas para ventilar y renovar el aire de la casa.

Y es que está demostrado que una persiana exterior funciona como un escudo térmico doble que frena el calor del exterior y conserva el aire fresco generado por el aparato de climatización. Gracias a ello, se reduce el tiempo de uso del aire acondicionado, se optimiza el consumo energético y se nota en el ahorro en la factura eléctrica. Este efecto es aún más notable si las persianas están hechas con materiales con propiedades aislantes.

Toldo Imagen | Leroy Merlin

No hay que olvidar las ventajas de un toldo para impedir que los cristales se calienten. Si tienes un toldo en casa, conviene bajarlo o abrirlo por completo antes de que la luz del sol alcance de forma directa ventanas y fachadas. Eso sí, no esperes a la noche para recogerlos: en cuanto la pared quede en sombra, lo mejor es retirarlos para no obstaculizar la circulación de aire y favorecer la ventilación natural.

Los toldos crean una sombra directa que ayuda a frenar el recalentamiento, aunque su efectividad, como ya vimos, depende en gran medida de contar con el modelo adecuado según la orientación de la vivienda y de la posición del sol. Por eso, las persianas resultan más eficaces. En cambio, los estores, al instalarse en el interior, no impiden que el calor llegue al cristal y, por tanto, su efecto es mucho más limitado.

Estore

Para el final dejamos los estores, que aunque pueden funcionar como barrera, es la menos efectiva a la hora de prevenir el calor en casa. Además los que de verdad funcionan son los del tipo térmico. Estos ayudan a ralentizar la pérdida de frescor, aunque su efectividad es menor que la de las persianas. En cuanto a los toldos, en este contexto no aportan prácticamente ningún beneficio.

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