Cuando llega el verano, más allá de las altas temperaturas, lo que más me afecta son las noches (tropicales) en vela. No poder dormir, o incluso simplemente descansar, era algo habitual hasta que descubrí una función muy especial en mi ventilador.
Cuando no puedo utilizar el ventilador de techo y recurro a mi viejo ventilador con base y pie, aprovecho esa función que me permite descansar sin interrupciones de ningún tipo. Se acabaron los desvelos y el tener que levantarme con dolor de cabeza.
Ahora, cuando llega una noche con más de 25 °C, ya no me da miedo irme a la cama. El secreto está en aprovechar dos funciones de mi ventilador que, probablemente, también tenga el tuyo. Se trata de un modelo que tiene casi 10 años, así que es muy probable que los más modernos cuenten con estas opciones.
Silent Night
Lo que hago cada noche calurosa, justo antes de acostarme, es activar el modo “Silent Night” (en otros modelos puede aparecer como “Silence” o “Sleep”). Aunque no es una función revolucionaria, lo cierto es que facilita muchísimo el descanso.
Al pulsar este botón en el ventilador o en el mando a distancia, las aspas empiezan a girar de forma más suave, a una velocidad aún menor que la mínima estándar del aparato. Esto hace que el nivel de ruido sea mucho más bajo y, en el silencio de la noche, no interfiera a la hora de conciliar el sueño.
Antes, cuando usaba una velocidad más alta, me costaba dormirme porque el ruido del ventilador me resultaba molesto. Con esta función, ese problema desapareció por completo.
De hecho, ha superado con creces mis expectativas, porque al principio pensé que, al funcionar tan despacio, no sería capaz de generar sensación de frescor. Y tengo que admitir que estaba equivocado: no solo refresca, sino que es mucho más agradable, porque el aire no se siente como un golpe de viento directo en el cuerpo.
La programación

Pero más allá de esta función silenciosa de mi ventilador, otra de las características que más aprovecho es la posibilidad de programarlo. Además, es una opción muy sencilla de usar, ya que basta con pulsar un botón.

Mi ventilador permite configurar el apagado automático tras un tiempo determinado, con intervalos de 1, 2, 3 o 4 horas. Así, cuando me voy a dormir y activo el modo silencioso, también lo programo para que se apague después del tiempo que considero necesario.
Si la noche es especialmente calurosa, suelo dejarlo funcionando durante tres horas y, pasado ese periodo, se apaga solo. De este modo no tengo que preocuparme por levantarme a apagarlo, evitando además el riesgo de despertarme con dolor de cabeza o molestias si permanece encendido toda la noche.
En Xataka SmartHome | Quería probar un ventilador sin aspas y opté por un modelo de Dyson bastante exclusivo. Esta ha sido mi experiencia al usarlo
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