En verano, cuando se trata de aislar la vivienda y protegerla del sol y el calor, el toldo se convierte en un aliado clave. Ya lo hemos comprobado al analizar los distintos tipos de toldos disponibles, y ahora este arquitecto lo confirma al destacar este elemento como una de las soluciones más eficaces para mantener a raya las altas temperaturas.
Como hemos visto, no existe un único modelo de toldo que sirva para todas las situaciones. Cada caso requiere un análisis detallado para elegir la opción más adecuada, algo que destaca Julio A. Romero Alonso, arquitecto de Arrevol Arquitectos, al explicar por qué el toldo es más eficaz que un estor y qué tipo de toldo resulta más conveniente según la orientación y las necesidades de cada espacio.
Mejor que un estor
Que el toldo es una medida eficaz para protegernos del calor es algo obvio. Un toldo tiene como función impedir el recalentamiento de los espacios y de paso reducir la necesidad de aire acondicionado. Por lo tanto, sirve para que ahorremos energía.
No hay que pasar por alto el bolsillo. Un toldo es un elemento que además es más económico. Según Romero Alonso: “Una gran ventaja de los toldos enrollables es que son mucho más baratos que un alero (en el caso de una obra nueva) y que se pueden instalar prácticamente sin obra (en el caso de una casa ya construida)”.
De hecho pone además énfasis en una creencia errónea: un toldo no cumple con las mismas funciones que un estor interior. Según este arquitecto “la verdad es que no tiene nada que ver”. Para Romero Alonso el toldo es una herramienta mucho más eficaz para frenar el calor: “Es infinitamente más eficaz colocar un toldo por el exterior que un estor por el interior. Hasta el punto de que colocar un estor por el interior puede ser hasta contraproducente y que estemos malgastando nuestro dinero.”
Según cuenta este arquitecto en su blog, la gran diferencia entre un toldo exterior y un estor interior está en el momento en que actúan frente al sol. El toldo impide que los rayos solares lleguen a entrar por las ventanas, bloqueando la radiación antes de que acceda al interior de la vivienda. En cambio, el estor actúa cuando la radiación ya ha atravesado el cristal, por lo que solo logra disminuir parcialmente sus efectos. Por ello, un toldo exterior es mucho más eficaz para frenar el calor y la luz del sol.
Lo que sí menciona es una alternativa a los toldos: el uso de estores. La clave es que para que sean más efectivos y frenen mejor la entrada del sol y del calor deben ser estores exteriores: “Estos se pueden colocar en la parte exterior de la ventana y se enrollan de forma similar a una persiana”.
Al respecto este arquitecto afirma que aunque “son un poco menos eficaces que un toldo, ya que no permiten tanta ventilación de aire entre la tela y la ventana, pero muchísimo más eficaces que un estor por el interior”.
Un toldo para cada caso

Pero no todos los toldos son adecuados para cualquier situación. En este caso, el arquitecto ofrece diferentes recomendaciones según la orientación de la fachada, ya que no es lo mismo proteger un espacio orientado al sur que uno que mira al norte.
Para fachadas orientadas al sur se aconsejan toldos que ofrezcan una mayor protección solar, como los de brazos extensibles o los exteriores, ideales para bloquear la incidencia directa de los rayos del sol.
En el caso de las orientaciones este u oeste, lo más adecuado son los toldos de brazos o las capotas, que ayudan a frenar el sol bajo de primeras horas de la mañana o al atardecer. Son la mejor forma de evitar los rayos de sol en la salida o la puesta.
Por último, en fachadas con orientación norte, donde la exposición solar es mucho menor, se pueden elegir toldos más sencillos o con un enfoque principalmente decorativo.
Además, enumera los distintos tipos de toldo que ya conocemos, destacando los que tienen brazos invisibles, que son perfectos para terrazas y balcones; los toldos romanos o de caída vertical, muy útiles en ventanas; las capotas articuladas, indicadas para escaparates y fachadas; y las velas tensadas o palillería, ideales para patios y grandes superficies.
Para finalizar, habla de algunas características considera es necesario tener en cuenta a la hora de elegir el toldo adecuado. Aconseja elegir lonas específicas para exterior, resistentes a los rayos UV y transpirables, lo que favorece la ventilación y evita que se acumule el calor entre el tejido y el cristal.
Además, Julio recomienda optar por toldos con cofre. Aunque su precio es algo más elevado, su mayor durabilidad compensa la inversión, ya que la estructura metálica los protege cuando están recogidos, resguardándolos de la lluvia, el polvo y el viento y alargando así su vida útil.
Imagen portada | Elisabeth Fossum
Vía | Revista Interiores
Más información | Arrevol arquitectos
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