Para muchos aficionados a la música la fuente (el lector de CD, el giradiscos, etc.) es el componente más importante de un equipo. Mi postura no es tan categórica, pero, desde luego, me parece una pieza esencial, sobre todo debido a que se trata del primer eslabón de la cadena de reproducción. Esta es la razón por la que algunos fabricantes de reproductores de CD de gama muy alta deciden separar la mecánica de transporte, que se encarga de extraer los datos del disco y corregir los errores de lectura, del DAC, que pasa los datos del dominio digital al analógico.
Los nuevos D1000 y DA1000 de TAD, la división de audio de referencia absoluta de Pioneer, ejemplifican a las mil maravillas esta filosofía. El primero es una mecánica de transporte/DAC diseñada para leer discos CD y SACD, y el segundo es un DAC muy sofisticado que se responsabiliza de la crítica conversión de los datos del dominio digital al analógico.
Sofisticación extrema
No es fácil reseñar las muchas peculiaridades del D1000 sin extenderse demasiado, pero, sin duda, destaca por el perfecto mecanizado de su chasis de aluminio, la robustez de la bandeja de la mecánica de transporte, su motor avalado por un mínimo nivel de ruido y una sección de conversión que, a través de la entrada USB, admite trenes de datos PCM con una resolución máxima de 32 bits y una frecuencia de muestreo de 384 kHz.

Aunque el D1000 es un lector de CD y SACD en toda regla, está preparado para convivir con el DA1000 si preferimos que el primero solo se encargue de la extracción y corrección de los datos, y el segundo de la conversión de dominio. Como decía al principio del post, esta es la opción preferida por los puristas, pero, lógicamente, también es la más cara. En cualquier caso, el DA1000 impresiona por su construcción (pesa más de 16 Kg), su sección de conversión (es compatible al igual que el D1000, con datos PCM de hasta 32 bits y 384 kHz) y también por su sofisticado reloj de sincronismo.
Muy buenos, pero realmente caros
Si os apetece conocer con todo lujo de detalles todas las características de estos dos auténticos Ferrari de la Alta Fidelidad, echad un vistazo a la página web de TAD. Comprobaréis que son dos productos realmente interesantes. Eso sí, antes de hacerlo os vendrá bien saber que son caros. Carísimos, en realidad. El D1000 cuesta 16.000 dólares (11.521,56 euros), y el DA1000 tiene un precio de 12.000 dólares (8.641,17 euros).

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kokaine
Reconozco mi absoluta ignorancia en el mundo de la alta fidelidad, pero me encantaría poder oir un equipo asi y "ver" como suena.
magda.garciavinuesa
No os paseis. Para muchos no hay diferencia. Pura elite para millonarios. Ademas la calidad de algo depende de quien lo perciba. Y es realmente curioso que ciertas cuestiones nadie las tenga en cuenta (edad imprescindible solo por poner un ejemplo).
finearts
Para comprarse un convertidor de estos niveles, lo mejor con diferencia es irse al ambito profesional. Mejores aparatos y mejores precios, contrastados por profesionales. Por 2000€ menos tienes un Antelope Audio Eclipse 384, que le da mil pantadas a este convertidor, sobre todo en la tecnologia de relog de sincronia que utiliza.