Jose Antonio Carmona
Editor SeniorPuede que el nombre de iRobot no te diga gran cosa, pero si hablamos de Roomba, seguro que ya sabes de qué va la cosa. iRobot es la empresa que está detrás de estos conocidos robots aspiradores, los que hace años consiguieron popularizar y poner al alcance de muchos hogares este tipo de dispositivos. Pues bien, ahora la compañía acaba de anunciar que se ha declarado en quiebra.
No es algo nuevo, puesto que la empresa llevaba tiempo caminando por la cuerda floja. La llegada de competidores chinos mucho más agresivos, con modelos cada vez más completos y precios muy ajustados, ha terminado por pasarle factura a la firma estadounidense, que finalmente no ha podido aguantar el tirón.
El final del camino
Imagen | Eva Rodríguez de Luis
Así lo ha comunicado la propia iRobot en una nota oficial, en la que la compañía, con sede en Massachusetts, confirma un acuerdo de reestructuración con su principal prestamista y proveedor: la empresa china Shenzhen Picea Robotics y su filial Santrum Hong Kong.
Este acuerdo supone, en la práctica, que Picea pasa a hacerse con el 100 % del capital de iRobot. El objetivo es claro: reducir deuda, sanear las cuentas y dar estabilidad financiera a la compañía para intentar asegurar su continuidad.
Todo sigue igual para los dueños de una Roomba. Al menos sobre el papel, para los usuarios actuales de Roomba no debería cambiar nada. Según la empresa, iRobot seguirá operando con normalidad, sin interrupciones en sus aplicaciones, servicios, atención al cliente, cadena de suministro ni soporte para los productos que ya están en el mercado.
iRobot fue el germen de los robots de limpieza tal y como los conocemos hoy día. Alcanzó el éxito con la Roomba a inicios de los años 2000, pero tras vender más de 40 millones de unidades empezó a sufrir una caída de márgenes en la etapa posterior a la pandemia, afectada por problemas de suministro y la competencia de marcas más baratas, hasta advertir recientemente del riesgo de quiebra.
Más tarde llegó una tentativa de compra por parte de Amazon en 2022, que fracasó por el veto de los organismos reguladores y, aunque la empresa recibió una compensación millonaria, esta se destinó en gran parte a cubrir gastos y deuda. El resto, como suele decirse, es historia: una filial de Shenzhen PICEA asume la deuda pendiente y abre negociaciones para refinanciar y reestructurar la compañía.
Según explica la empresa, el objetivo del acuerdo es proporcionar a iRobot una base financiera más sólida para invertir en la próxima generación de robots domésticos inteligentes y tecnologías para el hogar conectado bajo la nueva estructura de propiedad
Más información | iRobot
Vía | Bloomberg
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