Hace un tiempo, cuando adquirimos la casa, tomamos una decisión respecto a la climatización del salón: no necesitábamos aire acondicionado, con un buen ventilador de techo era suficiente. Lo instalamos y experiencia genial, salvo por un problemilla: se encendía solo como un fantasma.
Dado lo contentos que estábamos con el del salón, decidimos poner uno en la habitación de matrimonio, pese a que contaba con aire acondicionado. Usarlo en las noches de verano nos acaba dando frío y reseca el ambiente. Los ventiladores de techo modernos son una maravilla: tienen un LED bastante configurable en tonos y potencia, son bonitos, eficientes si los elegimos DC y hacen poco ruido.
Compramos uno más pequeño que el del salón para ahorrar algo en precio... y ahí estuvo el error.
Cada espacio requiere un ventilador distinto
Al elegir ventilador de techo para el cuarto no priorizamos que tuviera integración con Alexa o Google Home, a diferencia de lo que hicimos al adquirir el del salón. Aquí importaba mantener una estética poco plasticosa, y poco más.
Fuimos a la tienda pensando que para una habitación como la nuestra, cualquier tamaño era adecuado. Y craso error. El cuarto no es nada pequeño con sus 20 metros cuadrados, y tampoco ayuda que los techos son altos. Acabamos comprando, sin saberlo, uno que el fabricante recomendaba para 13 metros cuadrados.
Venía muy claro en la caja, destacado gráficamente, pero no le dimos la importancia que requería. Lo he recordado al encenderlo en la ola de calor y ser totalmente insuficiente (para noches más frías sí que es decente a máxima potencia) y hablándolo con familiares y amigos, que cometieron exactamente el mismo error.
Cuanto más grande es la habitación, más grande deben ser las aspas del ventilador para mover suficiente aire. A máxima potencia, el ventilador que compramos mueve aire suficiente para estancias casi la mitad de espaciosas que la nuestra, pero se queda muy corto para esos 20 metros cuadrados.
No solo es una cuestión de frescor percibido. Estando tumbado en la cama notas poco movimiento de aire. Intentamos solucionarlo añadiéndole el brazo que permite colocarlo más bajo, pero no hubo suerte: el flujo no era suficiente.
Cómo elegir el ventilador de techo adecuado

Para elegir el ventilador de techo adecuado, lo primero que tendremos que hacer es calcular el área de la estancia donde queremos instalarlo. Una vez tengamos las medidas, hay que seguir el consejo de los fabricantes, que suelen indicarlo entre las especificaciones.
Desde Leroy Merlin nos dan instrucciones generales válidas:
- Estancias pequeñas de hasta 13 metros cuadrados: ventilador de 112 cm de diámetro como máximo (el que elegimos)
- Estancias medianas de 13 a 20 metros cuadrados: ventilador de entre 112 y 122 centímetros de diámetro (el que tendríamos que haber elegido)
- Estancias grandes, de más de 20 metros cuadrados: hasta 132 centímetros de diámetro (el que usamos felizmente en el salón).
Otra cuestión a tener en cuenta es que un ventilador con aspas más grandes necesitará menos revoluciones para mover el mismo aire, por lo que reduciremos ruido generado y consumo eléctrico. Con menos velocidad moverá el mismo o más aire que uno más pequeño a máxima potencia.
Imagen | Antonio Sabán, Create
En Xataka Smart Home | He instalado ventiladores en un techo de Pladur y todo se me complicó. Así lo he solucionado
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