Llegan los primeros fríos y vuelve a ser habitual leer y escuchar una palabra, pelle, al pensar en como calentar la casa. Con este término nos referimos a esas pequeñas unidades comprimidas de material que es comúnmente utilizado como combustible en estufas de pellets o calderas de biomasa.
El pellet suelen estar hechos de materiales orgánicos como madera o residuos agrícolas y han sudo una opción muy usada por gran cantidad de personas. El problema es que este material ha visto como se ha incrementado su precio de forma notable, lo que ha provocado que muchas personas piensen en sistemas alternativos.
Pellet... ya no "molas" tanto
Imagen | Amazon
En los últimos meses hemos visto como se ha producido un incremento en los precios de muchas materias y combustibles y el pellet no es una excepción. Tanto es así que de un tiempo a esta parte, calentar una casa con este sistema ya no era algo tan rentable.
Ahora, con la llegada de nuevo de los fríos, toca pensar en calentar la casa en invierno y el pellet vuelve a escena pero ¿es rentable en este momento? Tras la brutal subida de precios en verano de 2022, muchas personas pusieron el grito en el cielo. Calentar la casa costaba un 67% más y eso no era rentable.
De hecho, ya comparamos el pellet con la aerotermia con bomba de calor para ver cual era más rentable para calentar la casa. Y pese al precio de la electricidad, la bomba de calor ganaba por goleada. Con un precio de la luz que parece estabilizado, las bombas de calor pasan por ser una opción más interesante. Hemos visto los mejores modelos y hemos explicado qué mirar para encontrar la bomba de calor con aerotermia adecuada Pero está el pellets como un duro rival.
Frente a esta opción, el pellet, y unos precios bastante altos. Según las cifras de AVEBIOM, la Asociación Española de la Biomasa, el precio medio de un saco de pellets de 15 kilos es de 6,33 euros o 0,422 euros el kilo. En 2018 costaba unos 4,5 euros y llegó a tener un precio de 8 euros el kilo.
Imagen | Avebiom
Así, con todo esto, vemos que el pellet, pese a la bajada de precio, no es algo que ahora mismo interese (en general) a la hora de calentar la casa. Y es que junto a los precios, existen alternativas más baratas y que además resultan más eficientes energéticamente.
Alternativas al uso de pellet
Imagen de Nedgia y Vaillant
La ventaja que tenemos los consumidores, es que en el mercado existen alternativas a la hora de climatizar la casa. Por eso vamos a ver las que ahora mismo resultan más interesantes, tanto desde el punto de vista económico como en el de la eficiencia.
Bombas de calor
Imagen | Bosch
La primera opción que vamos a nombrar es el uso de una bomba de calor. Una de las mejores alternativas a la hora de calentar la casa, tanto es así que incluso se ha caído el mito que decía que no funcionan en climas fríos.
De hecho, sabemos que la Unión Europea las ha elegido como la alternativa ideal para reemplazar a las calderas de gas o de gasoil que está ahora mismo se han venido usando. Poco a poco las bombas de calor tienen más protagonismo y hasta permiten el que se puedan usar para refrescar la casa en verano.
Ya sea con los clásicos aires acondicionados con bomba de calor, como con sistemas de aerotermia, son además una opción mucho más eficiente. Tienen un COP ("Coeficiente de Performance" o la relación entre la cantidad de energía térmica producida o absorbida por el sistema y la cantidad de energía eléctrica consumida) mucho más elevado motivado entre otras cosas por el hecho de que por cada 1 kWh hora que consumen de electricidad aportan 4 kWh de calor.
Calderas de gas
Imagen | Junkers
Y aunque la Unión Europea les ha puesto fecha de caducidad (quiere que instalemos bombas de calor), la otra alternativa para calentar la casa es ahora mismo la caldera de gas. Si tienes una en casa (yo tengo una además del aire con bomba de calor) es la otra gran opción... sobre todo si es de condensación.
Una caldera para el hogar calienta agua mediante la combustión de un combustible, en este caso gas natural. El agua caliente generada se almacena en un tanque o se envía directamente a través del sistema de calefacción para calentar la vivienda y proporcionar agua caliente para grifos, duchas y electrodomésticos.
Las calderas de gas son muy populares en muchas regiones debido a su eficiencia y facilidad de uso y entre todas ellas son las más eficientes las de condensación, mucho más que las calderas convencionales.
Las calderas de condensación son un tipo de caldera diseñada para aprovechar al máximo el calor contenido en los gases de escape durante el proceso de combustión. Más eficientes en términos energéticos, pueden tener un rendimiento superior al 100% al aprovechar gran parte del calor de los humos evacuados tras la combustión.
De esta forma, lo que hacen es permitir el ahorro al necesitar consumir menos energía y de paso reducir las emisiones de contaminantes hasta un 70%. El requisito que tienen es que deben contar con un desagüe cercano para verter el agua condensada que hace que la instalación sea más compleja.
Esta forma, debemos como hay alternativas en el mercado, que ahora mismo y al precio de la electricidad o el gas pero también por su eficiencia, representan una opción más interesante que el uso de pellet para tener caliente la casa.
Foto de portada | Clint Patterson en Unsplash
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