Cuando nuestro objetivo es mejorar la calidad de nuestra conexión a Internet por medio de nuestra red WiFi, existen muchísimos factores a tener en cuenta. Y es que además de la tarifa contratada, hay múltiples circunstancias que pueden determinar la calidad de nuestra conexión, como los dispositivos que utilizamos, el tipo de red y cableado, la estabilidad, el lugar donde tenemos conectado el router, las bandas de frecuencia que utilizamos, los canales, las formas que tenemos de extender nuestra conexión inalámbrica, y muchos otros factores más.
Aunque tengas contratada la misma conexión que la de un familiar o amigo, la velocidad y calidad de la misma puede diferir en base a este tipo de factores, incluyendo la distribución de tu casa, etc. En este artículo he querido dejar por escrito una recomendación que le hice a un amigo al notar que su conexión no era estable, se desconectaba cada dos por tres, y había ocasiones en las que su teléfono ni siquiera detectaba su router WiFi.
La red más rápida no siempre es la mejor
Como seguramente sepas, la distancia en la que nuestros dispositivos se encuentren del router es un factor clave para determinar la calidad y cobertura de la conexión. Al final estamos dependiendo de una serie de frecuencias y señales inalámbricas que dependen a su vez de nuestro entorno para comunicarse entre sí.
El caso de mi amigo era relativamente específico, aunque común. Su piso es bastante espacioso y tiene colocado el router en la entrada, nexo de unión entre su salón y el pasillo que da a las habitaciones. Muchas veces utiliza su teléfono móvil desde su cuarto, siendo el punto más alejado del router, por lo que la conexión no es especialmente buena.
A todo esto hay que sumarle que no cuenta con ningún tipo de dispositivo para extender la conexión WiFi como PLCs, repetidores o nodos para distribuir una red mallada, sino que únicamente cuenta con el router de la operadora, como muchos usuarios.
Su experiencia con el WiFi era realmente molesta, con cortes de conexión, inestabilidad y poca cobertura. Es normal, puesto que se encuentra en una zona alejada del router y no dispone de ningún medio para ampliar la cobertura de su conexión. Sin embargo, había algo que podía hacer para mejorar (dentro de lo posible) su experiencia.
Mi amigo estaba utilizando la banda de 5 GHz, ya que en todos los sitios había leído que era la mejor y la más rápida. No le culpo, ya que en cierto modo es así. La banda de 5 GHz ofrece mayor velocidad de conexión que la de 2,4 GHz. Esta se puede identificar fácilmente por la coletilla de ‘PLUS’ o ‘5G’ en el nombre de nuestra conexión WiFi (SSID). Sin embargo, hay pequeños matices que debemos de tener en cuenta.
Si bien la banda de 5 GHz es la que mayor velocidad nos puede ofrecer, también es la más sensible a los obstáculos de casa. De esta forma, si estamos muy alejados del router y hay muchas paredes que obstaculizan la conexión directa desde el dispositivo, la calidad de la señal se reducirá notablemente. Es por ello que la banda de 5 GHz es la más recomendable, pero sobre todo cuando estamos a una distancia relativamente corta del router y tenemos buena cobertura.
Si no tenemos la capacidad de tener una buena cobertura y estamos bastante alejados de nuestro router, lo mejor que podemos hacer es continuar utilizando la banda de 2,4 GHz (la conexión que no incluye el ‘PLUS’ o ‘5G’ en el nombre), ya que a pesar de verse reducida la velocidad que podamos obtener de nuestra conexión, contaremos siempre con mayor cobertura y estabilidad.
De esta forma, si quieres acceder a Internet sin un uso extremadamente intensivo y a partir de dispositivos como un teléfono móvil o una tablet, mientras te encuentras muy alejado del router, lo mejor que puedes hacer es conectarte a la banda de 2,4 GHz en vez de la de 5 GHz (peor aún en esta situación con la banda de 6 GHz en un router tribanda compatible con WiFi 6).
Otro beneficio de no conectarte a la banda de 5 GHz es que no saturarás demasiado la conexión si cuentas con numerosos dispositivos conectados a la red. Es común que muchos usuarios escojan sin pensarlo dos veces la banda de 5 GHz, ya que es la que mayor velocidad puede ofrecer. Sin embargo, hay que tener en cuenta nuestras circunstancias para sacarle el máximo provecho, por ello hay situaciones en las que no conviene conectarse a esta banda.
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