En la mayoría de hogares el router suele ser uno de esos dispositivos que nunca se apaga, dando conexión a los múltiples dispositivos que tengamos en casa. Esto, aunado con la pésima refrigeración que se suele incluir en los routers que nos dan las operadoras, hace que los dispositivos acaben alcanzando temperaturas muy altas, sobre todo ahora que el verano se encuentra a la vuelta de la esquina.
El hecho de que la mayoría de routers no dispongan de disipación activa puede hacer que con las altas temperaturas su rendimiento empeore, más si el aparato ha estado encendido durante varios años sin parar prácticamente de operar. El excesivo calor puede dar lugar a cortes de conexión, ralentizaciones y otros posibles problemas que pueden interrumpir nuestra experiencia.
No obstante, el usuario tiene a su disposición una serie de trucos caseros para evitar que el router acabe sufriendo temperaturas muy altas y así poder garantizarnos siempre la máxima velocidad y rendimiento en base a la tarifa que tengamos contratada.
Si tu router se calienta, colócalo en vertical
Una de las soluciones más extendidas, sobre todo si tu router se encuentra tumbado en una superficie plana, es colocarlo en posición vertical. Las rejillas de ventilación de la mayoría de estos aparatos se suelen encontrar en la parte inferior, es decir, la zona que más pegada a la superficie está. Y esto no nos conviene, ya que el calor que se genera se acaba acumulando en una zona muy limitada, haciendo que la carcasa acabe aumentando su temperatura, y por ende, la temperatura de los componentes internos.
Este remedio es el más adecuado sin tener que gastar ni un euro, y verás que en tan solo un rato notarás la diferencia al ver que el calor que emana del interior del router acaba expulsándose lejos del dispositivo. Si así lo prefieres, también puedes utilizar objetos que hagan de soporte para elevar el router unos centímetros sobre la superficie y así tener más espacio para que el calor pueda disiparse de forma correcta. Puedes utilizar casi cualquier cosa, como unos soportes de goma u algún objeto con base plana para que el router no se enfrente a caídas.
Cabe destacar que además de ello, lo mejor que podemos hacer es colocar el router en un sitio que no se encuentre cerca de otros objetos u obstáculos, ya que eso ayudará a disipar el calor de forma más eficaz. Junto a ello, viene bien recordar que tampoco deberíamos colocar nada encima siempre que sea posible, ya que así garantizaremos que el router se encuentra en un entorno óptimo para su operación.
Un pequeño ventilador puede marcar la diferencia
Si por otro lado prefieres un remedio con disipación activa y económico, una de las mejores opciones pasa por adquirir un pequeño ventilador que puedas colocar al lado del router para así disipar el calor de forma mucho más eficaz. Puedes hacer uso hasta de los propios puertos USB del router (si es que el tuyo incluye alguno) para alimentar el ventilador y así no depender de enchufes adicionales.
Desafortunadamente, la mayoría de routers que nos vienen de serie cuando contratamos una tarifa de Internet no suelen incluir un buen sistema de disipación y la escasa eficiencia que suele proporcionar su hardware hace que el router obtenga altas temperaturas en poco tiempo. Es por ello que hacer uso de este tipo de remedios puede mejorar notablemente nuestra conexión y proporcionar un mantenimiento adecuado al dispositivo.
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