Si no tenemos una instalación previa con cables Ethernet y queremos llevar la conexión a Internet por toda la casa sin usar WiFi, una de las alternativas más sencillas que tenemos actualmente es la tecnología PLC.
En general la teoría nos dice que basta con sacar los adaptadores de la caja, enchufarlos a la corriente eléctrica, al router y equipo que queramos conectar y listo. Sin embargo, aunque sigamos todas las recomendaciones es posible que no obtengamos los resultados deseados, ya que se trata de una tecnología que suele presentar ciertos problemas e inconvenientes por muy bien que la instalemos en casa.
En este artículo vamos a centrarnos en explicar los problemas más habituales que nos podemos encontrar con los adaptadores PLC a pesar de seguir todas las indicaciones de los fabricantes y que en ocasiones pueden hacer que nos sintamos un poco defraudados con este tipo de conectividad.
Velocidades muy inferiores a las teóricas
Es la queja más típica de los usuarios y ha hecho que los fabricantes pongan a la venta adaptadores cada vez más potentes para que, contando con las pérdidas, podamos tener una velocidad de conexión decente. Lo habitual es que nunca alcancemos el 100% de la velocidad de sincronización teórica, sino una cifra que se sitúe entre el 30 y el 70% de ésta en el mejor de los casos.
Así, con un kit de adaptadores de 200 Mbps probablemente no superemos los 80 o 100 Mbps, con uno de 500 Mbps nos situaremos en unos 200-250 Mbps y con los más potentes de 1.000 Mbps estemos en unos 400-500 Mbps en velocidades de sincronización.
Solo con los kits más modernos, como este de Devolo que analizamos en su día, que prometen velocidades de hasta 2.400 Mbps podemos lograr ya velocidades de sincronización gigabit reales en casa, siempre que se den las mejores condiciones en la instalación eléctrica.
Además, las velocidades reales finales dependerán del tipo de puerto que lleven los adaptadores. Por ejemplo, hay muchos modelos básicos de 200, 500 o 550 Mbps que incorporan puertos Ethernet a 100 Mbps, con lo que esta será la velocidad real máxima que podremos obtener.
Los adaptadores no sincronizan entre sí
Imagen: TP-Link
Uno de los problemas más molestos es cuando los adaptadores no se encuentran dentro de la red. No sincronizan por no estar dentro del mismo circuito eléctrico de la casa, porque uno está conectado a una regleta con filtrado de corriente o sencillamente porque están muy lejos el uno del otro.
En estos casos podemos hacer caso de las recomendaciones básicas de los fabricantes a la hora de instalarlos, pero aún así es muy probable que no logremos hacer funcionar la red, sobre todo si nuestra instalación eléctrica es muy antigua y ruidosa.
Cuelgues ocasionales
Suele ser uno de los problemas más habituales de los adaptadores PLC. Como cualquier equipo electrónico es susceptible de que se cuelgue y de que deje de funcionar durante un tiempo. Este bloqueo suele ser puntual y los adaptadores normalmente vuelven en sí tras unos minutos en los que han perdido la sincronización normalmente por alguna interferencia.
Pero hay ocasiones en las que no responden y tenemos que ser nosotros los que los saquemos de su letargo desenchufarlos y volviéndolos a enchufar. Esto parece sencillo de hacer, pero si tenemos un modelo con enchufe extra incorporado, al hacerlo lo que tengamos ahí enchufado para que sea filtrado por el adaptador dejará de funcionar.
Los fabricantes recomiendan que en estos enchufes extra pongamos los equipos como ordenadores, monitores, etc, para que no interfieran en la red. Pero, ¿qué pasa cuando el adaptador se cuelga? Pues que el ordenador se apagaría, de ahí que en la práctica muchos prefiramos no usar este enchufe adicional o por lo menos no para conectar los equipos informáticos.
Bajadas repentinas de velocidad o modo "a prueba de fallos"
También suele ser habitual que la velocidad de conexión baje por alguna interferencia puntual en la red eléctrica. En general no es problemático, salvo que el adaptador pase a "modo a prueba de fallos".
Es un sistema por el que reduce sus prestaciones momentáneamente (a veces se queda en este modo para siempre hasta que lo reiniciemos) y por ejemplo se queda con conectividad limitada. En mi experiencia con este tipo de dispositivos me he topado en varias ocasiones con adaptadores de 200 y 500 Mbps que tras uno de estos fallos de repente pasan a 10 Mbps (quizá sea algún problema con el puerto Ethernet). El resultado es que hasta que no los desenchufas y vuelves a enchufar la velocidad de acceso a la red se reduce considerablemente.
Imagen portada | Xataka
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