No sé si habrá sido por una primavera tan lluviosa, por el exceso de hojarasca en las zonas verdes, el calor de los últimos meses o un compendio de todo ello, pero la realidad es que este verano que ahora termina las cucarachas han proliferado por la zona en la que vivo como hacía tiempo que no sucedía.
Normalmente el ayuntamiento fumiga las alcantarillas cada año, pero esta temporada no ha hecho demasiado efecto y los animalitos parecían campar a sus anchas por la calle. De ahí que nos pusiéramos manos a la obra para evitar que entrasen dentro de casa. ¿Cómo? Pues siguiendo los siguientes métodos.
Prevenir mejor que curar
Las cucarachas se sienten atraídas por ambientes cálidos, húmedos y oscuros, condiciones que suelen encontrarse en los exteriores de muchas viviendas, como patios, porches, terrazas y jardines, lugares que las atraen y hacen que luego sea más sencillo entren dentro de casa.
Pero antes de ir como locos a comprar insecticidas, que no es una solución que nos guste mucho en casa, el primer paso es prevenir su presencia. Para ello, mantener un entorno limpio es clave. La suciedad, las hojas secas, los restos de comida de las mascotas, las bolsas de basura que dejamos en el jardín o los restos de poda de plantas y árboles les sirven de alimento y refugio, por lo que tratar de quitar estos objetos es esencial.
Enfocar la limpieza en zonas críticas como la cocina, el baño y los espacios donde se acumula la suciedad es también una buena idea. Estos lugares atraen a las cucarachas por los restos de comida y la humedad. Limpiar a fondo y reparar cualquier fuga de agua permitirá que no encuentren un paraíso donde asentarse.
Pasar la aspiradora con regularidad también es fundamental. Esta acción ayuda a eliminar restos de alimentos, excrementos y partes de cucarachas que pueden causar alergias, además de reducir futuras plagas al eliminar también a las hembras que portan huevos.
Fregar el suelo con repelentes artificiales
Una vez que tenemos todo más o menos limpio y recogido, una de las opciones que podemos aplicar para evitar que las cucarachas se sientan atraídas por nuestra casa consiste en utilizar repelentes naturales o artificiales para fregar el suelo.
Y uno de los que más usamos en casa es el amoniaco. Al igual que nos pasa a las personas, a las cucarachas tampoco les gusta el olor fuerte y penetrante de esta sustancia. Por ello, añadiendo un chorro de amoniaco al cubo de agua para fregar sobre todo en las zonas por donde suelen aparecer las cucarachas puede ser de gran ayuda. En nuestro caso, lo utilizamos desde siempre para las superficies de exterior, como terrazas, patios, baldosas del jardín, etc. que estén bien ventiladas, para evitar problemas.
El amoniaco es un producto potente, por lo que tenemos que saber muy bien cómo usarlo y manipularlo para evitar accidentes e intoxicaciones. Si no estamos seguros, mejor optar por alguno de los otros métodos.
Para zonas interiores fregar con amoniaco puede ser demasiado fuerte por el olor que deja, por lo que solemos cambiarlo por alternativas como el vinagre de limpieza, otro de los ingredientes típicos que se suelen recomendar y que incluso aparece como opción por parte de expertos en el tema de la exterminación de insectos.
Solo tendremos que mezclar en un cubo agua y vinagre blanco de limpieza para formar la disolución perfecta para fregar el suelo, encimeras, estantes, suelos y otras superficies. El olor del vinagre puede ayudar a repeler cucarachas, aunque como señalan desde Birdgard, si la plaga ya está asentada necesitaremos algo más potente.
Plantas que funcionan como repelentes naturales
Si contamos con espacios que dan al exterior una buena opción para evitar atraer a las cucarachas pasa por sembrar plantas que sean repelentes naturales. Uno de los más clásicos es el laurel. Además de ser un condimento clásico en guisos y otras recetas, el laurel seco funciona como un excelente repelente natural. Su aroma intenso resulta desagradable para estos insectos, lo que lo convierte en una solución eficaz para evitar su presencia.
No las elimina, pero sí logra mantenerlas alejadas. De hecho, incluso algunas empresas especializadas en control de plagas reconocen la eficacia del laurel como repelente gracias a los compuestos volátiles que contiene, especialmente el eugenol y el metil chavicol.
Si no queremos tener macetas o árboles de laurel en casa también podemos usar directamente sus hojas, colocadas en puntos clave, como detrás de los muebles, en la despensa o junto a los desagües. Incluso se puede combinar el laurel con otras plantas de efecto repelente, como la albahaca o la lavanda, que en conjunto pueden ayudar a que estos insectos pierdan el interés por nuestras zonas de exterior.
Imagen portada | MART PRODUCTION
Más información | Decosfera | Birdgard | Trendencias
En Xataka SmartHome | Este es el truco viral que triunfa en TikTok para tener un buen olor en toda la casa. El secreto está en la aspiradora
Ver 0 comentarios