Lavar los trapos de limpiar y la fregona en la lavadora tal cual no es una buena idea. Este ingeniero químico explica la razón

Mantener limpios los utensilios de limpieza es una tarea que suele olvidarse o no darle la importancia que merece, pero es esencial: hay que lavar la lavadora de vez en cuando, también cambiar los paños de cocina a menudo... y por supuesto, darle un buen repaso a la fregona o los trapos del polvo. Ahora bien, ¿los lavamos a lavadora o a mano?

Por practicidad y comodidad, lo normal es usar la lavadora para lavar los utensilios de limpieza, en tanto en cuanto permiten llevar a cabo lavados largos y altas temperaturas que los higienicen para su próximo uso, pero claro: es que también lavamos ahí nuestras prendas de ropa más preciadas o algo tan íntimo como la ropa interior o las sábanas. No parece demasiado higiénico y de hecho, se corre el riesgo de contaminación cruzada.

¿Deberíamos lavar los trapos y la fregona en la lavadora?

La respuesta corta es: sí. Pero con un 'pero' bastante grande, en tanto en cuanto la contaminación cruzada está en juego. O lo que es lo mismo: igual que es potencialmente peligroso trocear un tomate que te vas a comer en ensalada sobre la misma tabla que cortas el pollo, tampoco deberías lavar utensilios de limpieza en la lavadora tal cual.

El ingeniero químico y autor del 'Manual de usos y aplicaciones de productos químicos domésticos' Diego Fernández aclara esta cuestión asegurando que 'La contaminación cruzada en la lavadora sí puede ocurrir y es muy común, pero no está mal lavar traperos (nota: el mocho de la fregona) y trapos sucios en la lavadora si sigues un protocolo higiénico'.

Esa es la clave de todo. Como el ingeniero explica: lo primero es separarlos de prendas de uso íntimo como toallas o sábanas, además de usar un programa a 60 grados centígrados de temperatura y además, añadir un par de cucharadas de percarbonato de sodio junto al detergente.

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Pero si están bastante sucios, su recomendación pasa por dejar los trapos en remojo con agua caliente y percarbonato a modo de prelavado. Las propiedades del percarbonato de sodio en el hogar son múltiples, en tanto en cuanto elimina manchas, desinfecta y minimiza la presencia de bacterias, es un poderoso blanqueador y ayuda a combatir los malos olores. Es más, para manchas difíciles puede usarse de forma directa tras formar una pasta con agua caliente, dejando actuar unos minutos antes de aclarar.

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