Jose Antonio Carmona
Editor SeniorPuede que muchos piensen que los jacuzzis son cosa de los años 80, pero lo cierto es que todavía hay propietarios que se animan a instalar uno en casa. Eso fue precisamente lo que ocurrió en este caso: los dueños colocaron un jacuzzi en su terraza y, como era de esperar, no tardaron en surgir los problemas… y las quejas de los vecinos.
Lo que empezó como una simple instalación terminó convirtiéndose en un conflicto vecinal más. Las filtraciones de agua procedentes de esa terraza acabaron afectando al piso de abajo, y la situación terminó escalando hasta los tribunales. Al final, ha sido un juez quien ha tenido que poner orden y decidir cómo resolver el asunto.
Dos propietarios enfrentados
Imagen Vblock en Pixabay
La sentencia que se puede consultar en este enlace, se refiere a un conflicto entre los propietarios de dos viviendas situadas una encima de la otra. La propietaria del piso inferior, lleva años sufriendo filtraciones de agua que proceden de la terraza de la vivienda superior, perteneciente a los herederos (comunidad hereditaria) de un propietario fallecido.
El problema además es que esa terraza, originalmente estaba descubierta y fue modificada hace años: se cubrió parcialmente, se instaló un jacuzzi, máquinas de aire acondicionado y se alteraron los sumideros y el sistema de desagüe. A pesar de varias intervenciones parciales, los problemas de humedad nunca desaparecieron.
Los fundamentos de la sentencia
Foto de Pixabay
La Audiencia Provincial de Oviedo confirmó que las obras realizadas en la terraza del piso superior habían alterado el sistema de evacuación del agua y dificultaban que pudiera impermeabilizarse bien, lo que explicaba las filtraciones que sufría la vivienda inferior desde 2006. Los peritos coincidieron en que la terraza tenía pendiente incorrecta, sumideros insuficientes y un cerramiento que impedía reparar adecuadamente.
El tribunal recordó que el propietario debe mantener su vivienda en buen estado y evitar causar daños a otros vecinos, y que incluso si hubo consentimiento tácito para las obras, ello no lo exime de responsabilidad.
Tras analizar los informes, consideró insuficiente una reparación parcial y optó por la solución más completa: corregir la pendiente, reponer los sumideros originales y permitir una impermeabilización continua, incluso si implica intervenir en el cerramiento añadido. Solo así se eliminarían definitivamente las filtraciones.
La resolución final
Al final y con todo lo estudiado, el tribunal decidió estimar parcialmente el recurso de apelación, pero mantener la condena esencial: la comunidad hereditaria propietaria de la vivienda superior debía realizar una impermeabilización completa de la terraza descubierta, modificar la pendiente y reponer los sumideros originales, ejecutando todas las obras necesarias para asegurar la estanqueidad. No se imponen costas a ninguna de las partes en ninguna instancia.
Vía | Huffington Post
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