Estos son los trucos de expertos para acabar con la condensación en casa. Uno de ellos ya lo usaban y muy bien las abuelas

Acabar con las humedades en casa provocadas por la condensación es tan fácil como seguir estos pasos

Humedad
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Es posible que nunca hayas oído hablar de ella, pero si estos días de frío y lluvia has notado humedad en casa, seguramente la hayas experimentado. La condensación es un problema común en invierno debido a la mayor diferencia de temperatura entre el interior y el exterior. Aunque puede resultar molesta, eliminarla es más sencillo de lo que parece.

Si hay condensación en tu hogar, lo notarás por la presencia de gotas de agua en ventanas, espejos y otras superficies frías. Además, pueden aparecer manchas de moho, humedad en paredes y techos o incluso deterioro en muebles y textiles. Para evitarlo, existen soluciones eficaces, muchas de ellas utilizadas desde hace generaciones.

humedad Imagen: Bekky Bekks (Unsplash)

Este fenómeno ocurre cuando el aire cálido y húmedo entra en contacto con superficies frías, provocando que el vapor de agua se condense en forma de gotas. Es más frecuente en invierno y en espacios con poca ventilación, donde la humedad generada por actividades como cocinar, ducharse o secar la ropa no se disipa correctamente.

Sus efectos son evidentes: humedad en las esquinas de techos y paredes, manchas de moho con olor desagradable, sensación de ropa húmeda al tacto o incluso muebles hinchados y dañados.

Suele producirse en estancias con una gran diferencia térmica y escasa ventilación. Si quieres eliminarla, sigue estos consejos para prevenir y combatir la condensación de manera efectiva.

Identificar qué la provoca

Behzad Ghaffarian Edrmtm17kxk Unsplash Imagen: Behzad Ghaffarian

Lo primero es saber qué es lo que provoca la humedad. Las principales fuentes de humedad en casa son el baño y la cocina. Pero no son las únicas y por ejemplo, la condensación en las ventanas ocurre cuando el vidrio se enfría lo suficiente como para que el vapor de agua en el aire se convierta en líquido.

Para reducir su impacto, es recomendable ventilar bien después de ducharse y usar extractores o abrir ventanas. En la cocina, una campana extractora que expulse el aire al exterior y una ventana abierta durante la cocción pueden prevenir la acumulación de humedad y mejorar la ventilación.

Secar la ropa en exteriores

PInza ropa Imagen | Freepik

Otro consejo del que ya hemos hablado pasa por tender la ropa al aire libre en lugar de hacerlo dentro de casa. Es una manera eficaz de evitar el aumento de humedad en una habitación, incluso en días fríos.

Si no es posible secarla en el exterior, lo ideal es hacerlo junto a una ventana abierta para facilitar la evacuación del aire húmedo y acelerar el proceso de secado. Pero no es la única alternativa y otra posibilidad pasa por utilizar un deshumidificador para extraer la humedad de la ropa mientras se seca. De hecho, algunos modelos cuentan con un modo específico para el secado de prendas y funcionan mejor en espacios cerrados.

Si tienes una secadora, también puedes usarla para secar la ropa, aunque con esta solución vas a notar como se dispara la factura de la luz.

Eliminar la humedad residual

Cecotec Imagen | Amazon

Si la condensación es inevitable, secar las superficies cada mañana y ventilar adecuadamente ayuda a reducir la humedad en casa. Es fundamental retirar paños húmedos, colgándolos en el exterior en lugar de dejarlos secar dentro. Si se usa papel absorbente, es mejor desecharlo en el inodoro en vez de la basura.

Otra opción eficaz es utilizar un robot limpiador de ventanas para eliminar el agua acumulada en cristales, espejos o azulejos, evitando que la humedad se acumule. Estos dispositivos no son muy caros y facilitan la tarea y mejoran el mantenimiento del hogar.

Aplicar la técnica Stosslüften

John Towner Lzspr Tsqpw Unsplash Imagen: JOHN TOWNER

Una técnica que ahora muchos afirman haber descubierto, ya la ponían en práctica nuestras abuelas y funcionaba... vaya si lo hacía. Se trata de ventilar la casa. Aunque pueda parecer contraproducente, abrir las ventanas en invierno ayuda a reducir la humedad, ya que el aire frío retiene menos vapor de agua que el cálido. Sin embargo, es recomendable evitarlo en días de lluvia intensa o niebla.

Una alternativa eficaz es la ventilación de impacto (Stosslüften), un método que consiste en abrir todas las ventanas durante cinco minutos por la mañana y por la noche. Esto genera una corriente de aire que expulsa el aire viciado y lo reemplaza con aire fresco sin enfriar en exceso las superficies, permitiendo que la temperatura interior se recupere rápidamente.

Utilizar respiraderos en las ventanas

Las ventanas actuales suelen contar con pequeñas aberturas en la parte superior del marco, conocidas como ventilaciones de goteo. Estas ranuras facilitan la entrada de aire fresco y permiten que el aire húmedo escape, sin necesidad de abrir la ventana por completo.

Para maximizar su efectividad, conviene mantenerlas abiertas de manera constante, aunque pueden cerrarse temporalmente durante condiciones climáticas extremas, como frío intenso o vientos fuertes, para evitar corrientes de aire incómodas.

Absorber la humedad con desecantes

Desecante Imagen | Amazon

Otro método pasa por usar absorbentes de humedad. Son productos diseñados para reducir el exceso de humedad en el ambiente de forma pasiva, ayudando a prevenir la condensación, el moho y los malos olores. ¿Has visto las bolsita con bolitas de gel de sílice que vienen en algunos productos? Pues eso es.

Funcionan mediante el uso de sustancias desecantes, como el cloruro de calcio o el gel de sílice, que capturan la humedad del aire y la almacenan en un depósito o la retienen en su estructura. Existen dos tipos principales:

  • Cristales de cloruro de calcio: Atrapan la humedad y la depositan en un tanque que debe vaciarse periódicamente. Estos dispositivos permiten reemplazar los cristales una vez que se agotan.
  • Bolsas con perlas de dióxido de silicio: Absorben la humedad y la liberan cuando se calientan en el microondas, lo que permite su reutilización.

Aunque no se trata de elementos pensados para funcionar en grandes espacios, si se trata de zonas reducidas (cajones, armarios, canapés...) sí que pueden hacer bien su trabajo.

Usar un deshumidificador

Deshumidificador

Una opción efectiva para reducir la humedad en casa es el uso de un deshumidificador: puede funcionar sin conexión eléctrica o enchufado (de hecho hemos comentado la experiencia al usar uno). En el caso de los eléctricos existen dos tipos principales, ambos capaces de extraer la humedad del aire y devolverlo seco a la estancia.

Los deshumidificadores de condensación son los más utilizados y funcionan de manera similar a un frigorífico, empleando un compresor para enfriar una superficie donde el agua se condensa y es recogida en un depósito. Son los más eficientes en términos de consumo energético, aunque su rendimiento disminuye en ambientes fríos.

Los deshumidificadores desecantes lo que hacen es extraer la humedad mediante un rotor con material absorbente. La humedad atrapada es eliminada al calentar el aire en un proceso interno. A diferencia de los modelos de condensación, funcionan bien incluso en temperaturas bajas, aunque consumen más electricidad.

Mejorar la ventilación del hogar

Ventilar Imagen | Adrien Siemi

El último método pasa por mejorar la ventilación de casa usando sistemas de ventilación positiva. Estos funcionan de manera opuesta a los extractores de aire y en lugar de extraer el aire viciado, lo que hacen es introducir aire fresco desde el exterior para expulsar la humedad acumulada a través de pequeñas aberturas o respiraderos.

Esta opción es la menos asequible, ya que se trata de sistemas más caros que además requieren de una instalación profesional con cableado y conductos. De uno de ellos ya hemos hablado: son los sistemas de recuperación de calor por ventilación mecánica. Otra posibilidad son los sistemas de ventilación de entrada positiva.

  • Ventilación de entrada positiva (PIV): Este sistema emplea un ventilador instalado en un desván o pared exterior para introducir aire fresco de forma continua en la vivienda. Su coste aproximado es de 300 euros y su instalación es sencilla. Algunos modelos incorporan filtros de aire y calefactores para templar el aire entrante, aunque esto aumenta el consumo energético.
  • Recuperación de calor por ventilación mecánica (MVHR): Es una solución más avanzada y eficiente que extrae el aire cálido y húmedo de baños y cocinas, aprovechando su calor para atemperar el aire fresco del exterior antes de distribuirlo por la vivienda. Su instalación, que requiere conductos y rejillas de ventilación, resulta más costosa, pero garantiza una ventilación óptima con un bajo consumo de energía.

Imagen portada | Krakograff Textures

Vía | The Guardian

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