Este es el truco de un chef para que la lechuga aguante fresca más 60 días en la nevera

¿Puede una lechuga tal cual aguantar más que una de bolsa? Sí, si sigues este hack de conservación

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Eva R. de Luis

Editor Senior
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Eva R. de Luis

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Está claro que la lechuga de bolsa resulta mucho más cómoda de manipular y preparar que la lechuga en su formato natural, pero su vida útil es notablemente más corta (aunque la fecha de caducidad del envase siempre ayuda a planificar). En cualquier caso, la lechuga no es una verdura que destaque por su conservación.

La compras, la dejas en el cajón de la nevera y cuando te quieres dar cuenta, las hojas se han quedado lacias perdiendo su saludable y atractiva textura crujiente. Si la dejas fuera del frigorífico, todavía peor. Pero si hacemos caso al chef coreano Mr. Rice, podemos conservar la lechuga durante semanas, sea la variedad que sea.

Cómo hacer que la lechuga se conserve bien durante más tiempo

Además de algunos consejos básicos que no está de más recordar, como puede ser comprar la lechuga que estimamos que vamos a necesitar durante los próximos días y deshojarla para lavarla a fondo y centrifugarla bien para retirar las gotas de agua y así poder conservarla en una bolsa en la nevera. 

Pero el chef y tiktoker MrRice1976 ha conseguido estirar la vida útil de esta verdura en uno de sus vídeos virales, donde explica cómo logró que una lechuga iceberg le durase más de 60 días.

El truco es bastante fácil y no vas a necesitar nada especial más allá de un poco de alcohol (del de beber, cualquier licor que tengas en casa servirá), el cuello de una botella de plástico con su respectivo tapón, algo de papel de cocina y una bolsa de plástico como las que hay en las fruterías o supermercados. 

Ahora solo tienes que cortar la base de la lechuga y empapar un trozo de papel de cocina con un poco de ese licor, para después colocarlo en la base. El agua fría también puede hacer el apaño, pero el alcohol ralentiza el proceso de podredumbre. No te preocupes porque no va a aportar sabor.

Luego, metes la lechuga en la bolsa y montas un cierre hermético improvisado, valiéndote del cuello de una botella de plástico. Las grandes de refresco son perfectas para este fin. La idea es cortar solo el cuello para que funcione como si fuera un clip para cerrar la bolsa, sacando antes todo el aire. Finalmente, cierras con el tapón tu lechuga y ya la tendrás lista para durar días y días en la nevera.


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Portada | Foto de Jef Wright en Unsplash / TikTok MrRice1976


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