Los cinco trucos imprescindibles (que no me contaron) y que ahora uso con la freidora de aire para gastar mucho menos

Desde ajustar la temperatura precalentando a usar el aceite justo (ni pasarse ni quedarse corto)

Freidora
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Jose Antonio Carmona

Editor Senior

Uno de los electrodomésticos que tengo en la cocina desde ya dos años es la freidora de aire. Aunque en casa la utilizamos a diario (sobre todo mi pareja), con el tiempo hemos ido descubriendo y aprendiendo algunos trucos que al principio nadie nos contó y que nos habrían resultado muy útiles.

Son pequeños consejos y gestos que se pueden aplicar en el día a día y que no solo ayudan a sacarle más partido a la freidora, sino también a reducir el consumo de aceite y de electricidad, al evitar que esté encendida más tiempo del necesario. Por eso quiero compartir lo que hemos aprendido sobre la marcha y que ahora nos tiene tan satisfechos.

En casa hemos ido recopilando trucos con la práctica y también hemos cometido errores al intentar aprovechar al máximo la freidora de aire. Lo único que sí teníamos claro desde el principio era la importancia del tamaño. Como somos dos en casa, optamos por un modelo adaptado a nuestras necesidades: con una capacidad de 3-4 litros tenemos más que suficiente y, además, al no ser tan grande consume menos energía.

Precalentar la freidora de aire

La freidora de aire funciona de forma parecida a un horno, por lo que necesita alcanzar la temperatura adecuada antes de introducir los alimentos. Si está demasiado fría al empezar, el resultado puede no ser el esperado. 

Por eso conviene revisar la temperatura indicada en la receta mientras preparas los ingredientes y encenderla con antelación para que esté lista en el momento de usarla. Algunos modelos incluyen incluso un programa de precalentamiento automático que cumple exactamente esa función.

Usar el aceite justo 

Airfryer Imagen | Russell Hobbs

Al funcionar con aire caliente en lugar de sumergir los alimentos en aceite, la freidora de aire requiere solo una pequeña cantidad en comparación con una freidora tradicional. Mientras que una freidora convencional puede llegar a consumir entre 4 y 5 litros de aceite, en una de aire basta con una o dos cucharadas. Eso sí, la cantidad es clave: si se añade de más o de menos, el resultado no será el dorado y crujiente esperado en preparaciones como patatas o pollo. 

Lo habitual es que cada receta indique la medida exacta, aunque lo más recomendable es ir revisando el color de los alimentos durante la cocción. Para facilitar la tarea, lo ideal es contar con un pulverizador de aceite: basta con abrir la cesta, aplicar dos o tres toques de spray y cerrar de nuevo. Dejar la comida sin aceite puede provocar que se reseque demasiado, mientras que excederse impedirá que se dore correctamente.

No cargues "a tope" el cestillo

Patatas Imagen | Eva Rodriguez de Luis

En una freidora tradicional se llena la cesta porque los alimentos quedan completamente sumergidos en aceite. En cambio, en una freidora de aire lo que circula es aire caliente, y para que funcione correctamente necesita espacio libre alrededor de la comida. Si sobrecargas la cesta, lo que quede en la parte superior se cocinará antes —e incluso puede quemarse si está demasiado cerca de la resistencia—, mientras que lo del fondo quedará crudo. 

Por eso no conviene llenarla del todo: lo ideal es dejar huecos entre los alimentos. En el caso de patatas o verduras, un buen truco es cocinarlas hasta que la capa superior esté dorada y después agitar la cesta para que las piezas de abajo suban arriba. Así conseguirás una cocción uniforme.

Aprovecha siempre los programas

Teniendo presente que no has de cargar más allá del límite recomendado de la cesta y dejando espacios, aprovecha los presets. Todas las freidoras de aire incluyen programas preconfigurados que facilitan la tarea: en función del tipo de alimento y del resultado que busques, estos modos ajustan automáticamente el tiempo y la temperatura, evitando que tengas que hacerlo de manera manual.

Ten la freidora siempre limpia

Cuando el filtro está sucio, la circulación del aire caliente se ve limitada, lo que puede provocar que los alimentos tarden más en cocinarse, queden poco hechos y aumente el gasto energético. Para evitarlo, conviene limpiarlo con regularidad y, además, utilizar tapetes de silicona diseñados para freidoras de aire, que ayudan a mantener la cesta en buen estado durante más tiempo.

Estos sencillos trucos nos han resultado de gran ayuda para utilizar la freidora de aire de manera más eficiente. No solo nos permiten reducir el consumo, sino también lograr que las comidas queden mucho más sabrosas.

En xataka SmartHome | Cocinar con la freidora de aire puede ser peligroso para la salud. Tan peligroso como hacerlo en la barbacoa o el horno

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