Tiraba los bricks de leche gastados del supermercado, hasta que me di cuenta del tesoro que tenía para reutilizarlos

Una solución muy económica para guardar todo tipo de alimentos en el congelador

Leche Entera
2 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
antonio-vallejo

Antonio Vallejo

Editor

Durante prácticamente toda la vida, cada vez que terminaba un brick de leche en casa lo tiraba directamente a la basura sin darle otra oportunidad. Hace poco me di cuenta del error porque, realmente, existen muchas alternativas para reutilizar estos envases. Hace un tiempo te recomendábamos un truquito con las cajas donde vienen almacenadas los bricks, y ahora te contamos cómo aprovechar los propios bricks de leche.

De hecho, todo surgió cuando vi a mi suegra aprovechar los bricks de una manera que nunca había visto. Y es que me abrió los ojos con un truco muy sencillo e ingenioso: reutilizarlos para guardar comida para el congelador.

Una joya para almacenar alimentos en casa

Una tarde vi cómo mi suegra reutilizaba los bricks vacíos de leche lavándolos antes en el fregadero y dejándolos en remojo. Me sorprendió al ver los bricks rajados por la mitad secándose, así que me dio curiosidad por preguntarle qué hacía con ellos.

El truco es más simple de lo que parece: una vez que el brick está completamente vacío y limpio, lo cortas por la mitad horizontalmente. El resultado son dos recipientes perfectos, especialmente la parte inferior, que se convierte en un contenedor cuadrado ideal para almacenar alimentos.

Tras cortar el brick por la mitad, puedes rellenarlo con caldos caseros, sopas, purés o incluso sobras de guisos. Una vez lleno, cubres la superficie con papel film transparente, presionando bien para que no entre aire, y al congelador.

La ventaja principal es que estos recipientes improvisados aprovechan mucho mejor el espacio del congelador que los típicos tuppers redondos. Al ser cuadrados, encajan perfectamente unos junto a otros, maximizando el espacio y pudiéndolos apilar de manera más eficiente.

Este método no solo es práctico, sino también económico. Los bricks de leche son resistentes y mantienen muy bien la forma incluso congelados. Además, al ser recipientes desechables, no tienes que preocuparte por recuperarlos si regalas comida a algún familiar o vecino.

Para los caldos funciona especialmente bien porque puedes hacer el caldo en cantidad y congelarlo en porciones individuales. Cuando necesites usarlo, simplemente retiras el papel film y ya tienes tu ración perfecta.

Parece una tontería, pero desde que descubrí el truquillo, no he vuelto a tirar un brick de leche sin aprovecharlo.

En Xataka Smart Home | No tires los botones viejos que tienes por casa: así puedes darles un nuevo uso como elemento decorativo del hogar

Inicio