
Cuando hablamos de hogar inteligente tendemos a mezclar lo que es puramente un diseño inteligente (materiales sostenibles, capaces de conservar mejor el calor o el uso de placas solares para generar energía…) con funcionalidades que efectivamente doten de autonomía a nuestra casa, que permitan decidir la mejor opción para el usuario sin su intervención.
Lo primero, un diseño inteligente, es algo que ya es toda una realidad y poco a poco se van construyendo nuevos hogares, edificios de oficina o incluso ciudades enteras en base a esa idea. Pero para lo segundo aún queda. Al menos si nos planteamos ¿qué necesitamos para que un hogar sea inteligente?
Hogares inteligentes, aún no
En la actualidad tenemos sistemas domóticos capaces de controlar el encendido y apagado de las luces, termostatos capaces de aprender de nuestros usos para autoregular la temperatura del hogar en cualquier estación del año, también persianas motorizadas, etc. Pero falta ese toque “humanizado”. Y no, no estoy hablando de Samantha, el asistente de voz de Her.
Sólo necesitamos un sistema que nos escuche a todas horas y que sea capaz de transmitir las ordenes o incluso proponernos acciones. Dos opciones que no son imposibles y ya podemos disfrutar en la actualidad en los smartphone. En concreto en productos como el Moto X o cualquier otro smartphone con Google Now.
Las ventajas del smartphone en el hogar inteligente
Con todo el desarrollo existente para smartphones y tablets resulta extraño cómo nadie lanza una propuesta clara y potente que ayude a dar inteligencia a los hogares. Democratizando la domótica y siendo accesible por todos.
Así, gracias al internet de las cosas, un módulo central sería el que recogería nuestras ordenes y nos propondría acciones. Para luego transmitirlas a los diferentes dispositivos y ejecutarlas. O bien inclusive tendría cabida un sistema de inteligencia distribuida.
La integración en el hogar
Unificar bajo una base común sería lo idóneo. Aunque luego, cada plataforma añadiese algunos extras. Pero que podamos integrar soluciones de diferentes fabricantes sería genial. Habrá que seguir esperando, atentos a ferias especializadas, a las propuestas en otras como IFA pero siempre expectantes. Al igual que ya asumimos un smartphone como opción normal, única, de dispositivo móvil de comunicación y mucho más, es hora de que la domótica, la interacción y los servicios formen parte de cualquier hogar y no sólo del de los más geeks.
En definitiva, nuestros hogares son cada vez más capaces de ofrecer sistemas de control y comodidades que lo acercan a la idea de hogar inteligente. Pero aún necesitamos que fabricantes y desarrolladores trabajen en la misma dirección. Así podremos disfrutar de sistemas inteligentes que doten a nuestro hogar de la capacidad de elegir lo correcto en cada momento. Todo, claro está, en función de los aprendizajes que nuestros hábitos le dan.
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