Así he logrado ahorrar al usar la caldera y sólo me ha hecho falta cambiar este ajuste

Así he logrado ahorrar al usar la caldera y sólo me ha hecho falta cambiar este ajuste

He bajado la temperatura del agua en la caldera y he logrado gastar menos gas sin pasar frío en la ducha

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Pexels Maksim Goncharenok 5995206

Cuando hace unos años y tras la reforma, instalamos la caldera de condensación a gas en casa para hacer funcionar el agua caliente sanitaria y la calefacción, el instalador nos recomendó mantener una temperatura de 55ºC en lo relativo al agua. Muchos grados parecían de entrada.

Pero ha pasado el tiempo, el coste del gas (y de la electricidad) ha subido, por lo que cualquier gesto que permita ahorrar en la factura de la luz es bienvenido. Por eso me puse a investigar y a realizar ensayos hasta que he dado con el truco para que mi factura del gas se relaje.

Menos grados, menos consumo

Temperatura del agua

En plena tormenta con la prohibición de fondo del uso de calderas que funcionan a gas por parte de la Unión Europea en futuras edificaciones, he estado investigando cual es la temperatura ideal del agua caliente (en la caldera) para ahorrar gas y no pasar frío durante la ducha.

Hay que tener en cuenta que reducir la temperatura del agua en la caldera puede ser una forma efectiva de ahorrar gas y energía, ya que el calentamiento del agua es una de las principales fuentes de consumo de energía en muchas viviendas. En mi caso la tenía fijada en 55º.

Por eso me propuse calcular si era la temperatura adecuada. El motivo es que al usar el agua en el fregadero, terminaba mezclando con agua fría porque salía quemando... al igual que cuando iba a la ducha. Un gasto innecesario.

Había consultado las recomendaciones del fabricante de la caldera para obtener orientación y además estuve investigando, leyendo al respecto y consultando a un técnico. Lo normal es que la temperatura ideal del agua en la caldera pueda variar según el uso. Por ejemplo, para el agua caliente de uso doméstico, generalmente se recomienda una temperatura de alrededor de 45°C, pero esta temperatura no es fija. Puede ajustarse ligeramente más baja para evitar tener que abrir el agua fría.

En muchos medios indican que la temperatura adecuada es de esos 45ºC, pero llegue a situar el termostato a esa temperatura y el agua aún quemaba. Puede que sea por la cercanía de los grifos (duchas y fregadero a la caldera), pero el agua aún quemaba, por lo que bajé hasta los 41ºC (14º menos que antes). Para hacerlo sólo he tenido que usar los botones de control de la caldera, pero para hacerlo bien lo mejor es tener el libro de instrucciones a mano.

Temperatura caldera

Tras realizar las pruebas, he notado como el agua tiene un nivel de calor adecuado (ya no hace falta mezclar con agua fría) y sigue siendo cómoda de usar. Es cierto que aún no han llegado los grandes fríos que pueden hacer que tenga que reajustar la temperatura, pero con el termómetro a una media de 22ºC en casa, por ahora esta regulación es suficiente.

Y a la hora de reflejarse en el consumo energético, ya hemos notado en casa una pequeña bajada en la cantidad a pagar cada mes. Es una de las medidas que se puede aplicar a la hora de ahorrar en el hogar con el consumo energético, pero no la única.

Otras medidas para ahorrar

Termo

Puedes utilizar un termostato programable que permitirá establecer diferentes temperaturas del agua para diferentes momentos del día. Por ejemplo, puedes reducir la temperatura cuando no estés en casa o mientras duermes y aumentarla antes de ducharte o lavar los platos.

Aprovechar la temperatura ambiente. Si vives en un clima cálido, puedes aprovechar la temperatura ambiente para calentar el agua en tu hogar. Por ejemplo, si dejas que el agua fría corra por un tiempo antes de que se caliente (usa un cubo para no desperdiciarla y usarla por ejemplo para limpiar o regar plantas), la caldera necesitará menos energía para calentarla.

Aíslar las tuberías y la caldera. Asegúrate de que las tuberías y la caldera estén bien aisladas para evitar la pérdida de calor. Esto ayudará a mantener el agua caliente durante más tiempo y a reducir la necesidad de calentarla constantemente.

Algunas calderas permiten la instalación de un sistema de calefacción de doble temperatura. Esto significa que puedes calentar el agua a diferentes temperaturas para diferentes usos, como agua caliente para duchas y agua más fría para la calefacción central. Esto puede ser más eficiente en términos de consumo de energía.

Es importante recordar que reducir la temperatura del agua en la caldera debe hacerse con precaución para no comprometer la comodidad y la seguridad en el hogar. Asegúrate de que la temperatura del agua sea lo suficientemente alta para satisfacer tus necesidades de agua caliente y prevenir problemas como el crecimiento de bacterias en el sistema de tuberías. Si tienes dudas, consulta a un profesional de calefacción y refrigeración para obtener orientación específica sobre tu sistema de calefacción.

Imagen portada | Maksim Goncharenok

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