Me ha surgido un problema con la lavadora y no he tenido más remedio que ponerme mano a la obra e intentar solucionarlo para que no nos cogiera por sorpresa en los días de fiesta. Resumido rápidamente, el problema es que la lavadora no cogía suavizante.
Una lavadora con seis años y con dosificación de detergente y suavizante en el que es este último llevaba un tiempo que no bajaba de nivel, indicativo de que la lavadora no está funcionando correctamente. Por eso he decidido intentar solucionarlo por mi cuenta sin llamar al servicio técnico, y que de camino sirviera como tutorial.
Haciendo de manitas en casa
El cajón con los dos compartimentos
La lavadora cuenta en el cajón con dos compartimentos, uno destinado al suavizante y otro al detergente y era el primero el que mantenía el nivel desde un tiempo esta parte. Significaba que al hacer la colada no estaba usando el suavizante y por lo tanto la lavadora no funcionaba correctamente.
Por lo tanto, y ante la imposibilidad de limpiarlo sin extraerlo de la lavadora, me dispuse a sacar el cajón. Para eso no tuve más que pulsar en una pequeña pestaña (abajo en las fotos) que tiene la lavadora en el cajón.
Esta pestaña es común en prácticamente todas las lavadoras del mercado, aunque puede cambiar en función de la marca y modelo de color y ubicación. Al pulsar esta pestaña el cajón puede salir en su totalidad y se facilita la limpieza.
El cajón ha salido
Con el cajón fuera, me dispuse a separar la parte que sirve como depósito para el detergente y el suavizante y la zona superior, que incluye los dosificadores y las boquillas de entrada para ambos elementos.
Aquí la precaución la tuve al limpiar la zona que incluyan los dosificadores, pues traté que el agua no tocara los contactos que estaban al final del depósito protegidos con una pequeña pestaña azul.
Bastaba con colocar estas zonas debajo del grifo y usar un poco de agua caliente, un estropajo y un paño para acabar con la suciedad que se ha acumulado. Antes me habías deshecho del detergente que no había usado (que era poca cantidad) y del suavizante, el cual, quizás por el frío, se había casi coagulado, formando una capa que impedía que el dosificador lo cogiese de forma adecuada.
Una vez limpiadas ambas partes y ya secas, las monté de nuevo en el cajón de la lavadora y me dispuse a ponerlo. En esta ocasión simplemente hay que introducirlo hasta el final poco a poco y esperar a que encaje de la forma en la que normalmente hace click al cerrarse.
Con todos los compartimentos ya limpios, y el cajón de nuevo colocado, volví a probar un lavado normal. Ahora los indicadores de la pantalla avisaban que ambos depósitos se encontraban sin suavizante y sin detergente, por lo que procedí a rellenarlos e iniciar el lavado de forma normal.
Y al terminar, pude comprobar, el nivel de suavizante ahora si había bajado, indicando, por lo tanto que ya se estaba usándolo de forma normal.
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