Manuel Naranjo
EditorEn la cocina hay pequeños gestos y costumbres que pueden parecer insignificantes pero terminan sumando minutos perdidos cada día y un gasto energético mayor del que imaginamos.
Uno de los más comunes está justo delante de nosotros: usar siempre el microondas “a lo básico”, sin aprovechar funciones pensadas para ahorrar tiempo, ajustar la cocción y evitar ese consumo de energía innecesario que a veces pasa desapercibido.
El modo rápido que casi nadie utiliza
En muchos microondas Samsung existe una función denominada Quick Start o Inicio rápido que permite arrancar la cocción directamente a máxima potencia sin necesidad de seleccionar tiempo y potencia desde cero. Cada pulsación añade normalmente 30 segundos de funcionamiento, suficiente para calentar una bebida, una ración pequeña o terminar un plato que se quedó frío.
La mayoría de usuarios sigue programando tiempos manualmente para tareas sencillas, lo que implica más pasos y, en la práctica, tiempos de calentado poco ajustados. El resultado es que solemos recalentar más de la cuenta, desperdiciando energía y, de paso, secando la comida.
Quick Start está pensado precisamente para evitar ese exceso: intervalos cortos, rápidos y controlables que permiten detener la cocción justo cuando hace falta.
Además, su uso constante ahorra tiempo de preparación en tareas repetitivas, algo que se nota especialmente en el día a día familiar, cuando el microondas se enciende varias veces al día para usos rápidos.
Sensor Cook: cocción ajustada automáticamente
Otra de las grandes desconocidas es la función Sensor Cook. Este modo utiliza sensores internos que miden la humedad liberada por los alimentos durante el calentamiento para ajustar automáticamente el tiempo de cocción. En la práctica, significa que el microondas corta el proceso exactamente cuando detecta que la comida ha alcanzado el punto adecuado.
Esto tiene dos consecuencias claras: evita que el plato quede recalentado en exceso y reduce ciclos innecesarios de funcionamiento. En lugar de usar tiempos “a ojo” y tener que añadir segundos extra una y otra vez, el sensor se encarga de afinar la cocción desde el primer intento.
Sensor Cook resulta especialmente útil para platos precocinados, verduras, pescados o sobras de comidas con bastante contenido de agua. Donde peor funciona es en alimentos secos o con muy poca humedad, ya que el sensor pierde capacidad de detección.
El descongelado inteligente que cuida los alimentos
La función Power Defrost o descongelado inteligente es otra herramienta infrautilizada. A diferencia del modo convencional, este sistema ajusta potencia y tiempos de manera variable según el peso y el tipo de alimento seleccionado, evitando descongelados bruscos que “cuecen” los bordes antes de que el interior esté listo.
Esto no solo mejora la textura de carnes, pescados o pan, sino que también reduce el consumo, ya que evita ciclos largos a potencia excesiva. Con el sistema automático se descongela lo justo y necesario, sin necesidad de repetir procesos ni intervenir constantemente.
En hogares donde se congela con frecuencia (batch cooking, compras semanales o almacenamiento a largo plazo), este modo marca una diferencia clara tanto en comodidad como en eficiencia al descongelar.
¿De verdad se ahorra energía?
El microondas es uno de los electrodomésticos más eficientes por definición: consume menos energía que el horno y tarda muchísimo menos en completar una tarea. Sin embargo, el desperdicio aparece cuando prolongamos innecesariamente el tiempo de uso por no elegir el modo adecuado.
Quick Start reduce ciclos largos innecesarios, Sensor Cook evita sobrecocciones repetidas y Power Defrost elimina segundos y minutos de funcionamiento duplicado. Cada ahorro por separado es pequeño, pero sumados día tras día sí se traducen en menor consumo eléctrico y, además, mejor conservación de los alimentos.
Lo curioso es que estas funciones llevan años presentes en los modelos Samsung, pero siguen ocultas en los menús, ignoradas o confundidas con simples programas automáticos sin valor real. En realidad, son herramientas pensadas para optimizar tiempos y consumos en el uso más cotidiano del microondas.
Aprovecharlas no requiere aprender nada complicado: basta con probarlas una vez y dejar que se conviertan en parte de la rutina. A partir de ahí, la diferencia se nota tanto en la factura eléctrica como en la calidad de los resultados.
Imágenes | Samsung
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