Estas son las razones por las que he intentado comprar un televisor que no sea Smart TV. Me he llevado una desagradable sorpresa

¿Por qué si quiero un televisor de calidad tiene que ser forzosamente Smart TV?

Tele
1 comentario Facebook Twitter Flipboard E-mail

Si has intentado comprar un televisor tonto en 2024 (o antes), te habrás dado cuenta de algo: es prácticamente una misión imposible. De hecho, nos aboca a comprar televisores baratos, con baja resolución y de diagonal pequeña. Vamos, un televisor secundario y no el televisor principal del salón. Cualquier búsqueda en tiendas online sirve para recibir ese jarro de agua fría. Lo mismo si atendemos a las propuestas de los principales fabricantes

Por increíble que parezca, comprar un televisor tonto a estas alturas para mí tiene mucho sentido. Ojo, eso no significa que me vaya a olvidar de internet y todas las ventajas de una Smart TV, como las horas de entretenimiento que ofrecen los mejores servicios de streaming o las listas IPTV.

¿Un smart TV? Sí, pero a mi gusto

Hace unos meses contaba la mala experiencia que ofrece mi Smart TV barato precisamente en sus funciones smart. Porque sí, mi televisor me costó menos de 300 euros y tiene un flamante panel de tipo VA de 55 pulgadas con resolución 4K compatible con HDR10 y sonido de 16W con Dolby Audio. Además tiene Android TV con Chromecast integrado. Sobre el papel, un chollo. Y no os voy a engañar, teniendo en cuenta su precio, se ve y se escucha bastante bien.

Pero lo de tener Android TV es una función más, que no la función estrella y se nota: tras analizar los benchmarks de la tele y los del Chromecast con Google TV, descubrimos que para misma RAM, el dispositivo de Google es el doble de rápido. Ahí decidimos comprar uno y olvidarnos de nuestros problemas de rendimiento. En resumen: que un dispositivo de poco más de 50 euros ofrece mejor rendimiento en servicios de Smart TV que una Smart TV. Claro, porque es su principal misión. Sería absurdo comprarlo si lo único que hace, lo hiciera mal.

Aunque en un Smart TV de mil euros cabe esperar mejores componentes que en el mío, la clave sigue siendo la misma: es una función más y no la función principal. Así que tiene lógica querer invertir nuestro presupuesto en el mejor televisor posible en cuanto a características propias asociadas a este electrodoméstico y luego, si así lo deseamos, comprar un set top box por separado. No me pongas componentes reguleros, olvídate de ellos e invierte ese dinero en otras cosas. Los fabricantes obviamente no están de acuerdo: cuantas más funcionalidades puedan poner en la ficha técnica, mejor.

Pero es que hay otra realidad: la tele nos dura mucho más que el móvil, así que aunque compremos un Smart TV, tarde o temprano su sistema operativo se quedará obsoleto y tendremos que comprar un set top box porque bueno, igual que nadie cambia de coche porque la radio se haya quedado obsoleta (una función más), tampoco sustituye la tele por eso. Con una tele tonta y un set top box que se vaya quedando viejo, pues más de lo mismo. Pero al final lo que está claro es que a día de hoy la duda no es comprar o no un set top box, sino cuándo.

Para mí esa es la razón principal, pero hay otras. La primera es que seas una persona celosa de su privacidad y no quieras un dispositivo con conexión a internet más, porque sí, pueden hackear nuestro Smart TV. Personalmente prefiero vivir con ese riesgo y no renunciar a lo que los servicios de Smart TV me ofrecen. Luego hay otro escenario: que te encante un modelo concreto y sus prestaciones, pero sus servicios de Smart TV, funcionamiento e interfaz no tanto. Comprando el set top box por separado tú eliges lo que quieres dentro de lo disponible.

De hecho, lo mismo puede ser aplicable al soporte y la privacidad: quizás prefieras la propuesta de otro SO que el que viene incluido en tu televisor. Todo se resumen en tener libertad de elegir el dispositivo y el sistema operativo con el que me llegan contenidos a mi televisor.

Portada |  Mike Mozart

En Xataka Home | Cuando todo está más caro, comprar un televisor sale cada vez mejor de precio: estas son las razones

Inicio