No quiero que la gripe o los catarros me estropeen las reuniones navideñas. Así puedes reducir el riesgo de contagio en casa

Una época donde nos solemos juntar en la vivienda con la familia y amigos, con todo cerrado, resultando en un caldo de cultivo ideal para coger una infección respiratoria

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Paco Rodríguez

Editor Senior

Llega diciembre, la época de las fiestas navideñas en la que nos reunimos con familiares y amigos en cenas, comidas y sobremesas con charlas casi interminables que pueden tener una desagradable consecuencia: contagiarnos de algún virus respiratorio.

En plena época de frío, lo habitual es que cada invitado a la reunión familiar traiga consigo un surtido abanico de compañeros microscópicos que pueden amargarnos tras las celebraciones. ¿Qué podemos hacer para mejorar la higiene de casa durante estos días?

La opción básica: ventilar y mejorar la higiene

Ventilar las habitaciones y dejar pasar el sol abriendo las cortinas y persianas nos ayudará a desinfectar con la luz natural, siempre y cuando contemos con ventanas donde los rayos incidan de forma directa. La radiación UV solar es uno de los grandes desinfectantes de la naturaleza, y permitirá higienizar parcialmente una sala sin necesidad de utilizar productos químicos.

Pero también permite expulsar al exterior parte de ese aire "viciado" que se acumula en las estancias de la casa tras una reunión familiar y que de otro modo estaríamos respirando durante varios días.

También podemos, si lo tenemos, activar la función de recirculación o ventilación en nuestro aire acondicionado durante la reunión, que permitirá, dependiendo de como sea el tipo de filtro que tengan, atrapar parte de las microgotas de agua que están flotando en el ambiente.

Los filtros de los sistemas de aire acondicionado ayudan a mantener los niveles de humedad óptimos en el ambiente esterilizando el aire o mediante sistemas de auto-limpieza y secado de la unidad interior, que son de gran utilidad para prevenir o controlar la proliferación de hongos y bacterias y, en consecuencia, la posibilidad de sufrir alguna enfermedad infecciosa.

aire Imagen: Mitsubishi

Existen filtros de nailon, metálicos, de carbón activo y filtros HEPA, muy eficaces estos últimos a la hora de atrapar micropartículas. Pero además, las últimas innovaciones tecnológicas han hecho posible la llegada de los filtros "activos" presentes en algunas marcas y modelos, como los de emisión de plasma, que son capaces de purificar el aire mucho mejor que sus predecesores además de eliminar olores.

Además, en el caso de que ya haya entrado un virus en casa, como la gripe, y lo que queramos sea mantener a raya su expansión por la vivienda evitando o reduciendo el contagio a otros miembros de la familia, mejorar la higiene es fundamental.

Y para ello, además de limpiar bien la vivienda tras las reuniones conviene tomar medidas adicionales a la hora de poner la lavadora y el lavaplatos. La recomendación más generalizada es lavar la ropa de cama (sábanas, fundas de almohada, mantas), toallas, fundas del sofá e incluso cortinas, ropa interior, pijamas, etc. a la temperatura máxima que permita el tejido, dato que suele estar indicado en la etiqueta del producto.

Habitualmente los fabricantes como AEG, Haier o Siemens y empresas de detergentes como Sanytol coinciden en recomendar una temperatura mínima de 60ºC para lograr una desinfección efectiva, aunque en casos concretos si nuestra lavadora lo permite podemos incluso pasar de esta cifra en el caso de tejidos que lo soporten. Así, el calor podrá eliminar los gérmenes y desactivar las capacidades de contagio de los virus.

Mohammad Esmaili Rhere0cr8kk Unsplash Imagen: Mohammad Esmaili

De igual modo conviene proceder con la limpieza de la vajilla usada tras las reuniones. Si queremos lograr una higiene más efectiva lavar a mano no es la mejor opción, puesto que difícilmente soportaremos temperaturas superiores a 50 ºC durante muchos minutos seguidos.

Como señalan marcas como Beko y Candy, si lo que queremos es deshacernos de estos patógenos en nuestros platos y vasos, lo ideal es optar por un modo de lavado a alta temperatura que supere los 60 ºC, y a ser posible emplear el más potente que permita nuestra máquina.

Por ejemplo, hay modelos de lavaplatos con modos especiales de desinfección a temperaturas de entre 75 y 90 ºC que gracias al vapor de agua generado pueden difundir esta temperatura por todos los rincones del espacio interior, desinfectando hasta el 99,9% de los microorganismos presentes.

La opción "pro": comprar un purificador de aire para casa

El objetivo de un purificador de aire es sencillo: limpiar el aire que respiramos al eliminar las partículas potencialmente perjudiciales que flotan en él. Estas partículas pueden ser contaminantes clásicos como el humo del tabaco, pero también ácaros, polvo, polen, incluso bacterias y virus.

El purificador tendrá como misión atrapar estas partículas y microorganismos en su filtro y devolver a la sala un aire más limpio libre de impurezas, o por lo menos con una cantidad inferior a la que se encontró. 

Aquí el punto más importante de un purificador de aire es su filtro, núcleo principal del equipo y que limitará la capacidad de limpieza ofrecida. En el mercado podemos encontrar dispositivos con filtros de alta eficiencia, filtros que deben ser sustituidos de forma periódica, lavables, etc. y también distintas tecnologías aplicadas al proceso de purificación del aire como pueden ser los precipitadores electrostáticos o el empleo de ozono, en el caso de los sistemas más avanzados.

Para determinar la eficacia de los filtros contamos con la clasificación MERV en la que el número más alto supone un mayor grado de filtración, lo que a su vez provoca una menor salida de aire y por lo tanto requiere un mayor consumo energético para ofrecer más caudal de aire.

Pero en el caso concreto de los purificadores de aire, en lo que conviene fijarse es en que cuenten con los llamados filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air​), una tipología que tiene su equivalencia con algunos de los valores de la escala MERV antes vista. Lo recomendable si queremos la máxima eficacia de filtrado es buscar modelos que dispongan de filtros HEPA y no "de tipo HEPA".

¿Por qué este matiz? Para que un filtro pueda denominarse "HEPA" ha de cumplir con una certificación y satisfacer unos estándares mínimos. Por ejemplo en Europa deben ser capaces de atrapar todas las partículas iguales o superiores a 0,3 micras de diámetro con el 99,95% de efectividad.

En las tiendas también podemos encontrar modelos que se promocionan ofreciendo filtros "de tipo HEPA", por lo general más baratos pero también menos eficientes, que o bien no satisfacen los estándares HEPA o no han sido testados en laboratorios independientes. 

¿Son muy caros estos dispositivos? Pues hay de todo, pero por unos precios a partir de 200 euros ya hay modelos interesantes que podemos llevar a casa, como por ejemplo este modelo de Beurer con filtro Hepa o este otro de Rowenta.

Imagen portada | RDNE Stock project

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