Paco Rodríguez
Editor SeniorA la hora de tener una vivienda barata de edificar y que pueda entregarse en poco tiempo, las construcciones en 3D y las casas prefabricadas son dos de las opciones más populares que han cobrado protagonismo en los últimos años.
Sin embargo, hay otra alternativa que parece querer cobrar importancia a pesar de que aparentemente parecen menos resistentes y no aptas para levantar grandes edificios: las viviendas de poliestileno expandido (EPS).
De material aislante a elemento para levantar paredes
Se trata de un material muy conocido en construcción desde hace décadas, ya que su ligereza y buena capacidad de aislamiento térmico le han dado protagonismo a la hora de aislar paredes de ladrillo tradicionales. Pero también hay quien va más allá y propone usarlo como estructura central de las mismas.
En redes podemos encontrar multitud de vídeos al respecto, como este de Cortaparedes Arquitectos, este otro de Manos que Construyen o este otro de la empresa Covintec, donde se utiliza una versión especial del material más resistente y preparado para aguantar el fuego y el agua, siendo prácticamente impermeable.
Imagen: Arquitecto Marcelo Seia
El proceso de construcción se realiza con bloques prefabricados de este material mucho más ligeros que los ladrillos clásicos, y que pueden moverse con relativa facilidad sin necesidad de grandes grúas. Luego se suelen recubrir por una malla metálica y rematar con mortero de cemento en ambos lados para darles mayor rigidez y un acabado más duradero, y ya está, tenemos la pared lista en pocos minutos.
¿Qué ventajas aporta? Pues hay dos grandes aspectos positivos, que son la rapidez en la construcción, ya que pueden levantarse paredes de grandes dimensiones en pocas horas, y el precio, puesto que se ahorra en materiales de construcción clásicos y en tiempo de mano de obra, con precios que pueden rondar los 110 euros/m2.
Imagen: Convintec
También es un gran aislante térmico (de hecho originariamente se ha usado para este fin), y por ejemplo en un portal inmobiliario rumano, Imobiliare.ro, tienen casas a la venta con este material y el vendedor explica que el coste en calefacción de una vivienda pequeña sería de unos 20 euros al mes.
El material también permite ser creativos con las formas, ya que su bajo peso hace que pueda ser posible crear estructuras más complejas que sería imposible construir con materiales convencionales, o por lo menos necesitarían de grandes vigas y apoyos que incrementarían mucho el precio.
Imagen: Covintec
¿No tiene alguna desventaja? Pues sí. Por ejemplo desde el canal Arquitecto Marcelo Seia explican que pueden llegar a surgir microfisuras en las paredes y que es necesario contar con herramientas especiales para este tipo de construcciones y una mano de obra bien formada en la misma.
Además, como parece obvio, no será tan resistente a golpes, al efecto de grandes vientos, no soporta el mismo peso que los suelos de hormigón ni tienen la misma resistencia a la hora de colgar cosas de la pared, necesitando de tornillos especiales.
¿Es el material mágico del futuro para construcciones baratas? Pues permitidme que lo dude. Si bien es una alternativa muy interesante para casos puntuales donde prime la velocidad y el bajo precio, si queremos construir grandes bloques de vivienda deberemos limitar su uso a paredes interiores y exteriores que soporten poca carga.
No obstante, puede ser una buena solución para construcciones secundarias en ciertas situaciones, como casetas de exterior, e incluso viviendas baratas de una sola planta en zonas donde haya habido una catástrofe o haya pocos recursos económicos.
Imagen portada | Covintec en YouTube
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