Televisores LCD-miniLED: qué ventajas ofrecen con respecto a los LCD tradicionales y en qué conviene fijarse al comprar uno

Televisores LCD-miniLED: qué ventajas ofrecen con respecto a los LCD tradicionales y en qué conviene fijarse al comprar uno

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Televisores LCD-miniLED: qué ventajas ofrecen con respecto a los LCD tradicionales y en qué conviene fijarse al comprar uno

Las pantallas LCD-miniLED llevan ya varios años entre nosotros con diferentes generaciones en el mercado de marcas como LG, Samsung o TCL en el periodo 2020-2021, aunque sigue resultando una tecnología algo desconocida entre el público generalista, quizá por tratarse de una nueva evolución de LCD que todavía no ha mostrado todo su potencial.

En 2022 se espera que más fabricantes abran la puerta al desembarco masivo de la tecnología miniLED en los televisores y monitores de gama media-alta. Pero, ¿en qué consiste realmente esta tecnología?, ¿supone una mejora con respecto a los actuales LCD-LED, OLED, QLED?, ¿qué ventajas aporta y en qué tenemos que fijarnos a la hora de comprar uno de estos televisores?

LCD-miniLED, la evolución lógica de los LCD-LED

Para empezar a entender qué ventajas nos aporta miniLED hay que conocer en primer lugar qué es y qué no es realmente esta tecnología que puede considerarse una evolución lógica de los ya clásicos sistemas de visualización LCD-LED que muchos tenemos en casa.

LCD-miniLED no es más que una variante de los LCD-LED clásicos en los que los LEDs utilizados para emitir luz desde la parte trasera o lateral del panel han sido sustituidos por otros más pequeños de nueva generación con unas dimensiones de entre 100 y 200 micras, lo que permite incorporar una mayor cantidad por cada centímetro cuadrado y obtener una distribución más uniforme.

Los miniLED emiten luz en un solo color y necesitan de una serie de capas posteriores que filtren esta luz para producir los colores primarios.

No debemos confundirlos con la tecnología microLED, compuesta por diodos mucho más pequeños, autoemisivos como OLED pero fabricados con compuestos no orgánicos y capaces de generar los colores básicos RGB (rojo, verde y azul) con los que se forma la imagen en pantalla directamente. Los miniLED emiten luz en un solo color (generalmente blanco o azul) y necesitan de una serie de capas posteriores (por ejemplo de puntos cuánticos) que filtren esta luz para producir los colores primarios.

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Es decir, miniLED es una evolución directa de la iluminación LED actual que hay tras un panel LCD pero sigue necesitando del resto de capas de este tipo de pantallas y no es autoemisivo como sí sucede con los televisores microLED, por lo que continúa teniendo una luz residual que empeora la calidad de los negros y zonas oscuras, aunque como veremos a continuación en menor medida que las tecnologías LCD actuales.

Principales ventajas

La reducción de tamaño en el sistema de iluminación de los televisores aporta ventajas directas para los fabricantes y usuarios, como un menor espacio ocupado en los dispositivos que las montan y por tanto grosores más reducidos de las pantallas que con respecto a los modelos LCD convencionales, a pesar de incrementar considerablemente el número de diodos pasando de cientos a decenas de miles. Pero sobre todo da la opción de integrar sistemas de gestión local de la emisión de luz más complejos y eficaces.

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O lo que es lo mismo, una matriz FALD (Full-Array Local Dimming) con más zonas de control cuya luminosidad es posible variar para ofrecer un mejor contraste y reducir los molestos halos grisáceos y azulados alrededor de las imágenes brillantes sobre fondos oscuros típicos de las teles LCD-LED.

Con miniLED podemos pasar de las ya habituales matrices FALD de decenas o cientos de zonas de control a miles. Por ejemplo, los últimos modelos de LG presumen de contar con hasta 2.500 zonas de control sobre un total de 30.000 miniLEDs, obteniendo así unos negros más profundos y contrastados en toda la imagen.

También se logra una mayor dispersión y uniformidad de la iluminación trasera sobre todo el panel, ya que las fuentes de luz (los diodos miniLED) están más juntos y mejor repartidos, lo que redunda en una calidad de imagen superior teóricamente con menos problemas de banding y esquinas oscurecidas.

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Típicos halos sobre fondos oscuros de un panel LCD-LED con FALD

Otra de las ventajas viene dada por la potencia luminosa que son capaces de ofrecer. El contar con más puntos de luz en cada zona permite lograr picos de luz más elevados y como consecuencia tenemos televisores con una cantidad de luminosidad mayor que superan ampliamente los 1.500 nits sin incrementar el consumo eléctrico, ya que la nueva generación de miniLEDs es más eficiente. De hecho, al poder contar con más zonas de control es posible reducir el consumo eléctrico total al poder apagar total o parcialmente más zonas de la pantalla cuando sea necesario.

Aspectos a vigilar antes de elegir tele miniLED

Como hemos visto, las ventajas de miniLED son múltiples, pero que una tele cuente con esta tecnología no quiere decir que dispongamos directamente de todas ellas. Por este motivo deberemos fijarnos en primer lugar en el número de miniLED utilizados, cifra que algunos fabricantes exhiben orgullos y otros parecen esconder o por lo menos no hacen pública a priori. Cuantos más miniLED tengamos en la tele mayor será la uniformidad de la imagen y potencialmente lograremos un mejor nivel de luminosidad sobre todo en modos HDR.

Que una tele cuente con iluminación miniLED no quiere decir que dispongamos directamente de todas las mejoras teóricas de la tecnología

Y lógicamente como corolario directo del párrafo anterior deberemos comprobar cuántas zonas FALD reales ofrece la tele. A más número de zonas de control de luz, mejor contraste dinámico ofrecerá y menores halos o blooming en la imagen. Así, no tendremos el mismo resultado con una tele que implemente 100 zonas FALD que otra que cuente con 2.000. Ambas pueden ser miniLED pero la calidad de imagen será muy diferente.

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También hay que comprobar que la incorporación de esta mayor cantidad de LEDs y zonas no influye en el tiempo de respuesta general del panel. Tener que gestionar más zonas FALD requiere algoritmos más complejos que a su vez necesitan de procesadores más potentes y si la tele no los incluye podemos llegar a tener un retardo o input lag más elevado.

Es un factor que quizá no notemos en la visualización de contenidos de vídeo, pero que sí puede resultar esencial si queremos la tele para jugar a videojuegos. De ahí que si somos jugadores asiduos sea recomendable buscar en las especificaciones o análisis especializados del modelo que nos guste tiempos de respuesta por debajo de los 20-25 ms.

Por último, debemos fijarnos que el tipo de panel que incorporen las teles se adapta a nuestras necesidades. La tecnología miniLED hace referencia solo al sistema de generación de la luz trasera de la pantalla, pero frente a esta luz seguimos teniendo los clásicos paneles IPS o VA, cada uno con sus ventajas, inconvenientes y usos concretos. De ahí que no todas las teles miniLED puedan resultar adecuadas para nosotros.

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