Los frigoríficos modernos suelen contar con unos mandos de control que permiten seleccionar de forma precisa cuál es la temperatura que queremos tener en su interior, pero hay un problema: no hay la posibilidad de elegir lo que llamaríamos "modo verano" y "modo invierno".
Si no hacemos nada, las condiciones de la temperatura interior no varían al cambiar de estación, lo que es un inconveniente en verano cuando suben los grados en la cocina y el frigorífico muchas veces da la impresión de quedarse corto a la hora de enfriar. ¿Qué podemos hacer?
La temperatura ideal dentro del frigo y congelador
Como vimos en su día, lo recomendado en términos generales y para unas condiciones de calor normales dentro de la cocina es que el frigorífico mantenga en su interior una temperatura constante que ronde los 4-5 ºC.
En cuanto al congelador, depende del tipo de alimento que almacenemos, pero en general hay que tener dentro unos -16 o -18 ºC para lograr una buena conservación. No es necesario seleccionar esos -21 o -22 ºC que ofrecen algunos modelos puesto que gastaremos mucho más.
Sin embargo, en verano si dejamos puestas esas temperaturas en el panel de control, que para el resto del año serían correctas, lo más probable que nunca lleguemos a alcanzarlas dentro del frigo. Las condiciones externas de funcionamiento del aparato cambian, haciendo más calor en la cocina e incrementándose el uso del frigo, abriendo y cerrando más la puerta, metiendo más bebidas calientes, etc.
¿Qué hay que hacer? Pues si queremos conseguir que esta temperatura ideal de conservación de los alimentos pueda alcanzarse en su interior deberemos bajar el termostato para que las pérdidas por el aumento del calor y el uso se vean compensadas.
Los consejos de fabricantes y expertos en energía
Los fabricantes de frigoríficos conocen muy bien esta problemática y suelen recomendar a los usuarios este cambio en el termostato, aunque muchas veces estas indicaciones no las encontramos en las escuetas instrucciones de uso y tenemos que recurrir a buscarlas en sus páginas web.
Por ejemplo, desde Grundig explican que la temperatura ambiente puede tener un impacto significativo en el rendimiento del frigorífico y durante los meses de verano, cuando las temperaturas son más altas, es posible que el frigorífico tenga que trabajar más para mantener una temperatura interna constante:
Si la temperatura ambiente es especialmente elevada, el frigorífico podría tener dificultades para enfriar adecuadamente los alimentos. Por lo tanto, ajustar la temperatura del frigorífico en verano puede ser necesario para compensar este aumento de temperatura exterior. La temperatura ideal del frigorífico en verano suele estar entre 3°C y 5°C.
Desde Repsol dan un consejo parecido señalando que durante la época más calurosa del año la nevera necesitará generar más frío, sobre todo en los climas más cálidos y durante olas de calor. Por ello podemos poner el termostato más alto, "al nivel 3-4 será suficiente" (esta cifra dependerá de cada modelo por lo que no es un buen indicativo), que en grados se corresponde alrededor de 3 °C.
El fabricante Siemens tiene sus propias recomendaciones explicando que generalmente para conservar en buen estado los alimentos que se encuentran dentro de tu frigorífico basta con que mantengas el interior a 4ºC. Sin embargo, "si vives en zonas demasiado calurosas durante el verano, es aconsejable que bajes su temperatura un par de grados."
En el caso de que tengas en tu cocina un combi, estarás preguntándote si también es necesario ajustar la temperatura del congelador en verano. Si el calor no es excesivo puedes mantenerlo a la temperatura recomendada para este electrodoméstico durante todo el año; -18°C.
Otro fabricante que da consejos al respecto es Candy, que en su web comenta cómo la temperatura del frigorífico debería mantenerse entre los 4 y los 6 grados, pero que puede variar según distintos factores, como la cantidad de alimentos en su interior, las aberturas de las puertas y la temperatura del entorno:
Durante el verano, es normal que el ambiente de la cocina será más cálido, y esto puede provocar cambios en la temperatura interior del frigorífico. Por esta razón, recomendamos bajar la temperatura un grado.
Si seguimos estos consejos y bajamos el termostato estaremos gastando un poco más en el electricidad (entre un 5 y 7% más por cada grado), pero nos aseguramos de que las pérdidas de frío producidas con cada apertura de puerta se compensan con una temperatura inferior más reducida, manteniendo en media la temperatura ideal solicitada.
Imagen portada | Alex Tyson
En Xataka Smart Home | Cómo colocar los alimentos en el frigorífico para mejorar su conservación y que aguanten más tiempo
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