Llega ese momento en el que toca deshacerse de los cartones de leche que utilizamos a diario. Lo más habitual es depositarlos en el contenedor amarillo, destinado a envases ligeros como plásticos y briks, para su correcto reciclaje. Sin embargo, más allá de su destino habitual, estos envases también pueden tener una segunda vida muy útil en casa: convertirse en originales maceteros.
Ya hemos visto cómo reutilizar los briks de leche para múltiples fines, desde organizar cajones, cerrar bolsas y paquetes y hasta mantener en orden diferentes espacios del hogar. Ahora, a esta lista de ideas sostenibles, se suma un nuevo proyecto DIY con mucho encanto: transformarlos en macetas para tus plantas tal y como cuenta @vicentinadeco_ en Instagram.

Los envases de cartón para leche, como los que se adquieren habitualmente en supermercados, pueden tener una segunda vida muy útil. Aunque no es una idea muy difundida, su estructura los hace perfectos para reutilizarlos como macetas improvisadas, ideales para cultivar flores o plantas cuando llega la primavera.
Materiales necesarios
Si quieres llevar a cabo este sencillo proyecto DIY reutilizando un cartón de leche vacío, necesitarás tener a mano las siguientes herramientas y materiales:
- Un brik de leche limpio y seco
- Tijeras o cúter
- Transfer o papel decorativo para personalizar el diseño
- Lámina de seda con motivos florales o de jardín (opcional)
- Pistola de silicona caliente
- Esponja para aplicar pintura o para el acabado
- Pintura acrílica del color que prefieras
- Cinta decorativa, puntilla o encaje para rematar los bordes
Gracias a los materiales impermeables que recubren el interior de estos envases, es posible mantener un control más efectivo sobre la humedad del sustrato, evitando filtraciones y pérdidas de agua. Esta característica también ayuda a proteger las raíces de las plantas frente a condiciones climáticas adversas, actuando como aislante ante cambios bruscos de temperatura o situaciones de frío y calor extremos.
Cómo hacer un macetero para el jardín
Lo primero que debes hacer es asegurarte de que el interior del brik esté completamente vacío. Acláralo con un poco de agua para eliminar cualquier resto de leche que haya quedado en el fondo. Agita bien y vierte el agua en el fregadero. A continuación, utiliza unas tijeras para cortar la parte superior del envase hasta abrir un rectángulo amplio. Dobla el borde superior hacia dentro para reforzar la estructura.

Si el brik tiene una capa plástica con publicidad, retírala cuidadosamente hasta dejar expuesto solo el cartón marrón interior. En este punto, puedes comenzar a decorar el envase utilizando plantillas tipo art laser o incluso pinturas caseras, según tu gusto y estilo.

Después, toma los transfer con ilustraciones de temática natural o de jardín y colócalos sobre el cartón. Al tratarse de diseños termotransferibles, basta con adherirlos bien a la superficie y aplicar una capa de barniz por encima para fijarlos adecuadamente.
Una vez seco, puedes pegar una cinta decorativa, encaje o puntilla en la parte superior del envase para darle un acabado más estético y personalizado. Por último, haz un pequeño orificio en la base del brik para permitir el drenaje del agua, lo que evitará que las raíces de tus plantas se encharquen y se deterioren.

Puedes crear tantas como desees y distribuirlas sobre estanterías, repisas o incluso en una jardinera escalonada, de esas que aportan un toque decorativo y original al patio o al rincón verde del jardín.
Imágenes | Vía @vicentinadeco_ en Instagram
En Xataka SmartHome | Desde que sé que un tapón de brick de leche gastado va genial para cerrar bolsas y paquetes, ya no uso pinzas de tender
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