Jose Antonio Carmona
Editor SeniorEn nuestra vida cotidiana, pocos momentos parecen tan inofensivos como ir al baño. Sin embargo, en ese gesto tan natural y rutinario ha surgido un enemigo inesperado: el teléfono móvil o la tableta.
Compañero inseparable incluso en los instantes más íntimos, su uso ha despertado la alerta de numerosos especialistas. Los médicos advierten que utilizar el móvil en el inodoro puede acabar perjudicando seriamente la salud, especialmente en el ámbito anal y rectal.
Aunque muchos no le den la importancia que merece, la combinación de tres factores —la postura, el uso prolongado del móvil y el tiempo excesivo sentado— puede tener consecuencias negativas que van mucho más allá de una simple molestia pasajera.
Postura y presión venosa
Foto de Markus Spiske
Cuando nos sentamos en un inodoro (el váter de toda la vida), adoptamos una postura de 90° entre rodillas y caderas, lo que tensa ciertos músculos (como el puborrectal) y favorece una angulación desfavorable del canal anal. Esta posición tiene un reflejo en nuestro organismo ya que puede aumentar la presión sobre las venas del canal anal, favoreciendo que se dilaten y provoquen hemorroides. Y aquí llega la primera advertencia que hacen desde Mayo Clinic: “evitar periodos prolongados sentado, especialmente en el inodoro, puede disminuir la presión sobre las venas del ano”
El efecto del móvil: nos distraemos y se pasa el tiempo volando. Llega entonces el otro protagonista de la noticia, como es el móvil (o la tableta). Una práctica muy común es usar el móvil mientras estamos en el inodoro: revisar noticias, redes sociales, leer artículos… Ese tiempo que pasamos mirando la pantalla, hace que nos distraigamos más de la cuenta, y por lo tanto, que pasemos más tiempo sentados en la taza del inodoro. Desde QuirónSalud relacionan este exceso de tiempo sentado con las hemorroides: es una causa más para que aparezcan. Este incremento de la presión puede deberse a según esta clínica a todas estas causas:
- Estreñimiento, especialmente a un mayor esfuerzo excretar.
- Diarrea crónica.
- Embarazo.
- Pasar mucho tiempo sentado.
- Levantar mucho peso.
“La causa principal de las hemorroides es un aumento en la presión en el recto, por lo que los vasos sanguíneos se estiran y se inflaman”.
Muchos podrían pensar que leer revistas en el baño era lo mismo, pero el móvil ha llevado ese hábito a otro nivel: es más cómodo, accesible y, sobre todo, adictivo. Sin embargo, un estudio reciente publicado en PLOS One reveló que las personas que utilizan el teléfono mientras están en el inodoro tienen una mayor probabilidad de desarrollar hemorroides, principalmente por permanecer sentadas más tiempo del necesario.
Desde Harvard Medical School también advierten que pasar mucho tiempo sentado en el inodoro puede hacer que las hemorroides se hinchen y protruyan.
“Tradicionalmente, las hemorroides se asocian con el estreñimiento crónico , el esfuerzo al defecar y estar mucho tiempo sentado en el inodoro”.
Demasiado tiempo, el enemigo silencioso. Todos los medios especializados y los especialistas que escriben sobre este tema lo tienen claro: cuanto más rato pasas sentado, más presión sostenida sobre las venas anales.
Desde Mayo Clinic señalan que pasar mucho tiempo sentado, especialmente en inodoro, incrementa la presión sobre las venas del ano. Algo similar detallan en Harvard Medical School, dónde también sugieren que no se debe permanecer largos períodos sentados en el retrete, pues favorece el agrandamiento de las hemorroides. Desde FarmacoSalud lo tienen claro: sentarse demasiado tiempo —y aumentar esa duración con el móvil o lectura— se suma al riesgo de inflamación venosa, dilatación vascular y molestias
Cómo prevenirlas
Aunque los factores que favorecen la aparición de las hemorroides son reales, la buena noticia es que podemos prevenirlas adoptando pequeños cambios en nuestros hábitos diarios, tanto en el baño como en nuestra alimentación y estilo de vida.
- Limitar el tiempo en el inodoro: desde Harvard Gazette sugieren establecer un límite de cinco minutos máximos sentados en el váter.
- Evitar el uso del móvil durante ese tiempo: dejar el teléfono fuera o no interactuar con él reduce la distracción y la extensión del tiempo sentado.
- Mejorar la evacuación: adoptar una dieta rica en fibra, buena hidratación y ejercicio regular facilita la defecación sin esfuerzo excesivo.
- No retrasar el momento de ir al baño cuando se siente la urgencia: retrasarlo puede formar presiones y empeorar la situación.
- Cambiar la postura: algunas personas usan reposapiés o método tipo “squatty potty” para lograr una angulación más natural del colon y reducir el esfuerzo.
- Evitar esfuerzo excesivo: no forzar la evacuación ayuda a que las venas no se sometan a presión adicional.
La solución está en nuestras manos (y no en el móvil). Además de cuidar la alimentación (con una dieta rica en fibra), poner un límite —cinco minutos como tope— y evitar distracciones puede ser un gesto simple pero determinante para prevenir molestias, inflamaciones o hemorroides.
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