A la hora de elegir un nuevo televisor dos son las principales tecnologías que tenemos actualmente a nuestra disposición en el mercado doméstico: LCD-LED y OLED, cada una con diferentes versiones, ventajas e inconvenientes.
OLED ha ido cobrando especial importancia en los últimos años atrayendo a los entusiastas del cine en casa, ya que destaca por su excelente contraste controlado píxel a píxel con negros profundos, aunque hasta ahora iba por detrás en aspectos en los que no podía competir con los paneles LCD, como el nivel de brillo o la resistencia a usos prolongados, características que este 2024 han dado un gran salto evolutivo.
OLED evoluciona en luminosidad, durabilidad y ángulos de visión
LG Display aprovechó el CES 2023 para anunciar que producirían su tercera generación de paneles OLED bajo tecnología META (la segunda generación son los paneles EX de 2022) para ofrecer lo último en calidad de imagen manteniendo la misma filosofía de los televisores OLED clásicos, es decir, su excelente contraste y nivel de negros.
META hace referencia a una mezcla de tecnologías que incluyen en primer lugar a las Micro Lens Array (MLA), unas microlentes aplicadas sobre los LEDs orgánicos para regular el paso de la luz en el interior del panel. Así permiten una mejor precisión a la hora de transmitir los reflejos en el exterior, lo que en la práctica supone una mayor luminancia.
Y este año 2024 han continuado mejorando la tecnología con la llegada de los nuevos paneles META 2.0 o MLA+ que prometen picos de brillo de hasta 3.000 nits gracias entre otras cosas a las funciones "META Multi Booster" y "Detail Enhancer", unos algoritmos de software que gestionan el brillo para mejorarlo y lograr un mayor rendimiento.
De este modo, en conjunto ambas tecnologías son capaces según LG de ofrecer un 60% más de brillo pero lo que es también más importante hasta un 30% más de ángulo de visión con respecto a los televisores OLED clásicos, logrando ángulos de 160 grados sin distorsión cromática.
En teoría los ángulos de visión de OLED ya eran muy buenos, casi perfectos, aunque todavía al mirar desde ángulos muy abiertos se apreciaba una variación de la tonalidad sobre todo si poníamos un fondo estático en blanco, gris o similar. Ahora, este problema ha desaparecido por completo y tenemos blancos puros sin tintes extraños al mirar la tele desde cualquier ángulo.
Los nuevos paneles OLED con tecnología META 2.0 permiten ofrecer televisores con picos de brillo de 3.000 nits, ya que ahora se aprovechan al máximo las reflexiones internas en la fuente de luz gracias a unas 5.117 microlentes por cada píxel que pueden extraer dichas reflexiones hacia el exterior. Esto permite obtener más luminosidad sin tener que usar más energía eléctrica en el proceso y sin calentar en exceso el panel.
Dicho incremento en la eficiencia energética a su vez proporciona paneles con menos temperatura y por lo tanto menos susceptibles a sufrir degradados en su píxeles, lo que implica que las limitaciones de luminosidad y los algoritmos encargados de proteger los paneles de los temidos quemados, como el "ASBL" (Auto Static Brightness Limiter), "TPC" (Temporal Peak Luminance Control) y "GSR" (Global Sticky Reduction) sean menos restrictivos este año.
Menos reflejos para una mayor calidad de imagen
Otro importante cambio evolutivo en las teles OLED de los últimos dos años está relacionado con los reflejos en la pantalla. En este momento, tanto los paneles W-OLED de LG con tecnología MLA y MLA+ de 2023-2024 como los próximos Samsung QD-OLED de tercera generación ofrecerán un revestimiento antirreflejos que será de gran utilidad sobre todo para aquellas estancias en las que haya una gran iluminación exterior.
El nuevo revestimiento para los paneles W-OLED tiene el nombre de "Vanta Black" y según LG, está por ejemplo presente en su modelo OLED G3 y es capaz de reducir en hasta un 25% los reflejos producidos en un panel de generaciones pasadas como el OLED C2 de 2022.
En el caso de Samsung, sus nuevas teles S95D contarán este 2024 con "OLED Glare Free", una tecnología creada con la intención de preservar la precisión del color y reducir los reflejos, uno de los puntos débiles de la generación anterior de pantallas QD-OLED.
Según la marca, con esta tecnología será posible "garantizar una experiencia visual envolvente, incluso a la luz del día" gracias al revestimiento de baja reflexión optimizado para OLED con una nueva capa especializada de revestimiento duro y a un patrón de revestimiento de la superficie.
OLED seguirá evolucionando
Todas las mejoras antes comentadas permiten ya tener televisores OLED que pueden equiparase en cuanto a brillo a los mejores LCD del mercado, pero manteniendo un contraste mucho más elevado.
Sin embargo, la resistencia de los píxeles a los temidos quemados todavía es un punto que puede ser mejorado y que se espera lo hagan en los próximos dos años con la llegada de la tecnología eLEAP (environment positive, Lithography with maskless deposition, Extreme long life, low power, and high luminance, Any shape Patterning).
Se trata de un proceso que está siendo desarrollado por la empresa JDI (Japan Display) y la intención es que se puedan desarrollar pantallas OLED el doble de eficientes, con el doble de brillo que los paneles actuales y con una vida útil tres veces superior.
¿Cómo se logrará esto? Pues aumentando el tamaño de los subpíxeles para poder reducir el espacio en blanco de los mismos y, por tanto, obtener un ratio de apertura del 60% frente a los paneles clásicos con un 28%. Esto permite más superficie útil para emitir luz y con ello será necesaria menos intensidad de corriente eléctrica para lograr el mismo nivel de brillo.
¿Cuándo llegará esta tecnología a nuestras casas? Pues ya están realizando las primeras pruebas, aunque la hoja de ruta marcada por la compañía no espera una producción en masa de paneles OLED eLEAP hasta 2025.
Imagen portada | Philips
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