El verano ya está aquí, llega dispuesto a subir la temperatura de nuestras viviendas y toca empezar a comprar y utilizar equipos como ventiladores y aire acondicionado.
Y una de las posibilidades que nos ofrece el mercado son los equipos de aire acondicionado portátiles, también conocidos como pingüinos, cada vez más presentes en las tiendas con la promesa de aliviar el calor gastando poco y sin necesidad de instalación.
En el caso de que estemos planteando comprar uno de estos dispositivos, y sobre todo si nunca antes hemos tenido uno, puede que seamos tentados por diferentes funcionalidades secundarias como el diseño del display con el sistema de control, el aspecto externo, que tenga bonitas aplicaciones para móviles, etc., pero que dejemos de lado los requisitos o características más importantes que deben tener este tipo de aparatos.
¿Cuáles son los tres puntos más importantes en los que conviene fijarse al comprar un aire acondicionado tipo pingüino?
Potencia de refrigeración suficiente para nuestra sala
El punto más importante al comprar un aire portátil es el relacionado con la potencia de refrigeración que son capaces de generar, ya que si es insuficiente para el tamaño de la sala donde pensamos instalarlo estarán encendidos continuamente gastando electricidad, produciendo ruido y aún así seguiremos pasando calor.
Como ya vimos más a fondo en este artículo, los pingüinos a diferencia de los modelos fijos de pared necesitan obligatoriamente poder expulsar el calor residual generado por el sistema de compresión al exterior de la habitación. Es una función que realizan mediante un tubo de plástico que debemos sacar por la ventana.
Esto incide directamente en la eficiencia energética, ya que el tubo expulsa el aire caliente al exterior pero también radia parte de ese calor dentro de la habitación al ser generalmente un tubo de plástico sin ningún tipo de aislamiento. Por ello necesitaremos más frigorías de lo normal si queremos poder refrescar correctamente la sala.
¿Cuántas frigorías de más? En general podemos considerar que deberemos elegir un modelo con entre un 20 y un 50% más de potencia de refrigeración con respecto a un modelo de pared tipo split, como podemos ver en la siguiente tabla:
|
Superficie habitación en m2 |
Frigorías recomendadas modelo pared |
Frigorías recomendadas modelo portátil |
|---|---|---|
|
10 |
1.000 |
1.200-1.500 |
|
15 |
1.500 |
1.800-2.250 |
|
20 |
2.000 |
2.400-3.000 |
|
25 |
2.500 |
3.000-3.750 |
|
30 |
3.000 |
3.600-4.500 |
Comprobar el kit y posibilidades de instalación del aparato
Suele ser frecuente que con las prisas por hacernos con uno de estos equipos lo compremos sin prestar mucha atención a los detalles de instalación del mismo. Es un proceso sencillo, sí, pero hay que hacerlo bien si queremos sacar el máximo rendimiento.
Por ello en primer lugar hay que fijarse en que en la caja del aire acondicionado venga todo lo necesario como para empezar a usarlo. Esto implica que tiene que venir el tubo de evacuación del aire caliente al exterior, algún adaptador para colocarlo en la ventana o puerta y alguna superficie de plástico para ayudarnos a tapar las rendijas que queden.
No está de más que incorpore también algún tubo más pequeño para expulsar el agua de condensación hacia algún recipiente, algo fundamental si por ejemplo cuenta con bomba de calor o función de deshumidificador, ya que en el caso de usarlo solo para generar frío suelen tener una bandeja de condensación en la zona inferior para esta tarea.
Además, antes de comprar nada conviene que pensemos si realmente vamos a poder instalar el equipo donde queremos. ¿Tenemos una ventana o puerta que se puede abrir bien para sacar el tubo?, ¿no van a quedar muchas rendijas por las que se escape el frío?, ¿contamos con una toma de enchufe cerca, etc.?
Comprobar el nivel de ruido del aparato
Otro de los puntos imprescindibles para no llevarnos una desilusión al instalar el equipo en casa es el relacionado con el nivel de ruido que va a generar cuando esté funcionando.
Los aires acondicionados portátiles son equipos muy ruidosos y que generan vibraciones donde los instalemos. De ahí la importancia de que cuenten con algún tipo de sistema de amortiguación en sus patas y que el nivel de ruido máximo marcado en las especificaciones no sea muy abultado.
Normalmente nos encontramos con valores típicos de entre 45 y 60 dB, muy superiores a los 24-25 dB recomendados para dormir con el aparato encendido por la noche, por ello cuanto más bajo sea este valor mejor será la experiencia de usuario y no nos molestará tanto tenerlo encendido en salas de pequeño tamaño.
También podemos buscar modelos que cuenten con alguna función específica de bajo ruido o modo "sueño" que reduce la potencia de enfriamiento del equipo, pero así rebaja en algunos decibelios el nivel de ruido producido. Por ello, conviene fijarse bien en las especificaciones de los equipos antes de comprarlos y apostar por lo modelos más silenciosos del mercado y no por la primera oferta tentadora que vamos en una tienda.
Imagen portada | DeLonghi
En Xataka Smart Home | Qué distingue a un aire acondicionado barato de uno caro y en qué fijarse al elegir nuestro modelo ideal
