A la hora de mejorar el aislamiento en casa, reforzar puertas y ventanas, sospechosos habituales por los que se cuela el frío y la humedad, pasa por ser algo fundamental. Podemos aplicar todo tipo de trucos, incluso en cierres de madera, pero incluso mejor, es si podemos, renovar el sistema de cierres.
En la actualidad a la hora de poner ventanas en casa, ya sea con cierres de madera, de PVC o de aluminio, es habitual apostar por el vidrio de baja emisividad, comúnmente conocido como vidrio de bajo emisivo o vidrio Low-E (por sus siglas en inglés). Un tipo de cierre, excelente aislante, que ahora vamos a ver como funciona.
Ventajas del bajo emisivo
El vidrio de bajo emisivo es un tipo de vidrio recubierto con una capa delgada y transparente que reduce la emisión de radiación térmica. Este recubrimiento está diseñado para mejorar la eficiencia energética de las ventanas al controlar la transferencia de calor a través de ellas.
En este tipo de cierres, que tienen dos o tres capas de acristalamiento, se ha aplicado en un barniz a base de óxidos metálicos sobre una de sus caras. Esta capa lo que hace es reflejar ciertas longitudes de onda de radiación térmica, lo que significa que puede bloquear la transferencia de calor radiante.
Aunque el vidrio de baja emisividad bloquea ciertas longitudes de onda de radiación térmica, permite que la luz visible pase a través de él. Esto es importante para mantener la iluminación natural en el interior de los edificios.
En climas fríos, el vidrio de baja emisividad ayuda a reducir la pérdida de calor desde el interior al reflejar parte de la radiación térmica de vuelta al interior. Pero además, el uso de este tipo de cristales sirve para proteger del calor en verano, reduciendo la ganancia de calor al bloquear parte de la radiación térmica del exterior.
El vidrio de baja emisividad se utiliza comúnmente en ventanas de eficiencia energética y en sistemas de doble acristalamiento (doble vidrio). Este tipo de vidrio contribuye a mantener una temperatura más constante en el interior de los edificios durante todo el año, lo que puede resultar en ahorros significativos de energía y en un mayor confort térmico para los ocupantes.
De High Contrast - Fotografía propia, CC BY 3.0
Y cómo última ventaja, este tipo de aislamiento lo que hace es impedir la condensación en el interior de casa. Un fenómeno que ocurre cuando el vapor de agua en el aire se enfría al entrar en contacto con una superficie fría, como el vidrio de las ventanas. Cuando el aire caliente y húmedo en el interior de una habitación entra en contacto con el vidrio frío de una ventana, el vapor de agua en el aire se condensa en forma de pequeñas gotas de agua en la superficie del vidrio.
Además y como extra, entre la capas de vidrio de la ventana se usan materiales como el gas argón. El espacio entre las dos capas de vidrio se llena con argón, un gas inerte, para mejorar aún más las propiedades de aislamiento térmico de la ventana.
Cómo funciona
Imagen | Retokommerling
El aislamiento térmico de un vidrio se mide utilizando varios parámetros que describen su capacidad para resistir la transferencia de calor. Buena parte de esta información aparece en la etiqueta o en la documentación de las ventanas. Estos son los valores empleados:
- Así se usa el valor U (coeficiente de transmisión térmica) para medir la tasa de transferencia de calor a través de un material. Cuanto menor sea el valor U, mejor será el aislamiento térmico del vidrio. Se expresa en unidades de watts por metro cuadrado por kelvin (W/m²K).
- Otro de lo valores empleados es el valor R (resistencia térmica) es el inverso del valor U y se utiliza para describir la capacidad de un material para resistir el flujo de calor. Un valor R más alto indica una mayor resistencia térmica y, por lo tanto, un mejor aislamiento. Se expresa en unidades de metros cuadrados kelvin por vatio (m²K/W).
- Además se emplea el factor solar (g), que representa la fracción de radiación solar total que pasa a través del vidrio. Un valor más bajo indica una mayor eficiencia para bloquear la radiación solar. Esto es crucial para controlar la ganancia de calor en climas cálidos. El factor solar se expresa como un porcentaje.
- Por su parte, el factor de sombra térmica (FSH), indica la capacidad de un vidrio para bloquear la radiación térmica del exterior. Cuanto mayor sea el FSH, mejor será la capacidad del vidrio para proteger contra la pérdida de calor en invierno y la ganancia de calor en verano.
Cómo saber si uso vidrio de bajo emisivo
Bajo Emisivo en PVC
Determinar si tienes vidrio de baja emisividad en tus ventanas puede requerir una inspección visual y, en algunos casos, información adicional sobre las características de la ventana.
Lo primero que puedes hacer es revisar la documentación proporcionada cuando se instalaron las ventanas. Si tienes información detallada sobre las características de tus ventanas, como el tipo de vidrio utilizado, podría indicar si es de baja emisividad.
Además puedes buscar etiquetas o marcas en el vidrio. Puede ser cualquier etiqueta, marca o grabado en el vidrio. Algunos fabricantes marcan claramente si el vidrio es de baja emisividad. Busca términos como "Low-E" o "Low-Emissivity".
Y luego está el método de la prueba. En un día frío, observa si hay menos condensación en las ventanas en comparación con otras áreas. El vidrio de baja emisividad tiende a reducir la condensación.
Incluso, aunque no siempre sirve, puedes observar el color del vidrio. En algunos casos, el vidrio de baja emisividad puede tener un tinte ligeramente diferente en comparación con el vidrio estándar. El vidrio bajo emisivo a menudo tiene un revestimiento metálico que puede darle un tono ligeramente azulado o grisáceo.
Usar vidrio de baja emisividad puede tener beneficios significativos en términos de eficiencia energética y confort térmico. Si estás considerando mejoras en la eficiencia de tus ventanas, entender el tipo de vidrio que puede resultar más interesante.
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