Me compré 7 bombillas inteligentes por 8 euros y ahora me arrepiento. Así de desastrosa es la experiencia frente a unas buenas

Me compré 7 bombillas inteligentes por 8 euros y ahora me arrepiento. Así de desastrosa es la experiencia frente a unas buenas

Frente a bombillas de marcas conocidas, en este caso me encontré hasta con una iluminación menos eficiente

Una aplicación muy poco trabajada y una escasa calidad provocaban, problemas de conexión y fallos de funcionamiento

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Led

Seguro que más de una ocasión, has escuchado esta expresión: "cuando cuesta más caro será por algo" o ese otro dicho de "lo barato sale caro". Y si es cierto que es algo que no siempre se cumple, en mi caos esta máxima se vio reflejada cuando decidí hacerme con unas bombillas LED conectadas y baratas con las que iluminar y decorar la casa.

Hasta ahora, me había limitado a comprar bombillas conectadas de marcas conocidas junto a tiras LED y otros sistemas de iluminación. Incluso en casos como el que ya relaté, una conocida marca de bombillas me dejó sin app con la que controlarlas. Pero estas que compré, ya sobrepasaron los límites.

Dos bombillas Dos de las bombillas conectadas que tengo en casa

Con las bombillas Laes empotrables me quedé sin aplicación móvil con la que poder controlarlas, pero seguía (y sigo) pudiendo usarlas perfectamente aunque con brillo fijo y color a modo de bombillas tradicionales (sin conectividad WiFi, eso sí).

En casa tengo tiras LED y bombillas de marcas como Goove, Tapo y alguna Philips y con todas ellas, salvo casos puntuales de cuelgues de la app, no he tenido mayor problema. Pero con estas "bombillas baratunas" que compré todo fue distinto.

La aplicación

Aplicación

El problema, es que tras sacarlas de la caja y colocarlas en los respectivos portalámparas, me di cuenta que usaban una aplicación genérica. Per se esto no es un problema, puesto que algunas bombillas que tengo en casa usan aplicaciones genéricas y funcionan sin problema. Pero ya es un indicativo que hay que tener en cuenta, sobre todo si la marca desconocida.

Apps Tres de las aplicaciones "buenas" que uso en las bombillas de casa

Me descargue una aplicación móvil, otra más, para controlar estas bombillas vía WiFi y Bluetooth. Inicialmente todo funcionaba sin problemas, pero pasaron unas semanas (menos de un mes) y los fallos no tardaron en aparecer.

Y es que tras esta experiencia, tengo claro por qué las bombillas LED baratas no son algo aconsejable.

Así me encontré con que las bombillas perdían constantemente la conexión a Internet y no me queda más remedio que desenroscarlas y volverlas a enroscar para volver a reiniciarlas.

Eso por no decir que la aplicación estaba poco cuidada. Nada de un modo oscuro para funcionar, pero tampoco la interfaz estaba cuidada. Había zonas y partes del texto sin traducir, por no hablar de lags y cuelgues y sobre todo, una falta total de  actualizaciones.

La conexión

Seguridad Imagen | Pepu Ricca

Ese fue el primero de los fallos, puesto que también experimente problemas cada vez que se iba la luz. Un corte del suministro eléctrico hacía que las bombillas encendiesen de forma automática algo que si estaba en casa no tenía la mayor importancia, pero cuando estaba ausente convertía la habitación en una discoteca. Y lo peor, es que la app no me indicaba que estaban encendidas.

Era uno de los fallos relacionado con la conexión, puesto que el otro problema que presentaban es que incluso usando la red WiFi de 2.4 GHz, tenían menos alcance que otras bombillas (a veces la app decía que no estaban accesibles). Y no era cosa de usar un amplificador WiFi para esa bombilla.

Y eso por no hablar de los problemas de seguridad que podía ofrecer. En este caso, ya me refiero solo a una impresión personal, pero teniendo en cuenta la falta de actualizaciones y lo poco depurada que estaba, no me extraña que también fuese un coladero por el que se pudiesen llegar a colar vulnerabilidades de seguridad de todo tipo.

Los materiales

Bombilla Una de las bombillas conectadas que tengo en casa y funciona sin problemas

Además, aunque no lo parezca a simple vista, la calidad de la construcción, los materiales y el hardware es importante. Estas bombillas sencillas y baratas no poseían algunos elementos que si tenían otras que tengo en casa.

Por ejemplo no contaban con una zona de ventilación que ayude a disipar el calor, algo muy importante en las bombillas LED. Aunque no dan el mismo calor que las bombillas tradicionales, sí que desprenden algo de temperatura que debe ser expulsada y para ello puede ser importante que tenga una zona de aluminio en ausencia de rejillas de ventilación. En su lugar, estas bombillas eran todo plástico.

Estar fabricadas con materiales de poca calidad provocaba también que la iluminación no fuese todo lo buena que debiese y peor que la que ofrecían bombillas conectadas de marcas conocidas. En ocasiones me encontré con parpadeos y el brillo que ofrecían era demasiado escaso incluso a máxima potencia.

A su vez, los materiales empleados están estrechamente relacionados con la seguridad que ofrecen y es que no hay que olvidar que estamos hablando de elementos que están conectados a la corriente eléctrica. El ahorro en los costes puede suponer que estos cumplan con estándares de seguridad eléctricos como las normas IEC. No fue mi caso, pero tenía el riesgo de sufrir sobrecalentamientos y quizás un cortocircuito en casa.

Dicho todo esto, tengo claro que ya no volveré a repetir el error en otra ocasión, ni con las bombillas pero tampoco con muchos otros elementos que puedan poner en riesgo. Y cómo colofón, las siete bombillas pasaron a mejor vida en un punto limpio.

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