He comenzado a usar una silla ergonómica para trabajar en casa y cuidar mi espalda. Esta es la que he elegido y lo que he buscado que tenga

El objetivo era cuidar la salud postural al pasar muchas horas sentado y no depender sólo del pilates u otras actividades

He buscado muchas características para encontrar el modelo adecuado y al final he optado por una de la marca Flexispot

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Como usuario que trabajo en (y desde) casa, uno de los aspectos que debo cuidar al máximo y que reconozco que no siempre había hecho, es vigilar la higiene postural. Con problemas de espalda que alguna vez ya he comentado, la silla se antoja como un elemento fundamental y diferencial y por eso he comenzado a usar una silla ergonómica.

Si en un primer momento, ya explique cómo se podía adaptar el puesto de trabajo por poco dinero para que fuese lo más cómodo posible, y que al mismo tiempo cuidase la salud postural, ahora ha llegado el momento de hacerse con quizás, el elemento más importante y por eso voy a explicar cuáles son los aspectos que he buscado para elegir la silla, que mejor se adapte a mis circunstancias. Al final me he decidido por un modelo de la marca Flexispot, pero he mirado otras muchas durante varias semanas buscando entre sus características.

Cuidar la postura

Tejido

Elegir una silla ergonómica adecuada para trabajar en casa es crucial para mantener la comodidad y la salud a largo plazo. Por eso voy a explicar cuáles son los aspectos que he valorado a la hora de encontrar una silla ergonómica, estudiando desde las capacidades de adaptación a mis necesidades y hasta el aspecto para que no resultase un parche en la habitación.

En el proceso me ha servido, en primer lugar, preguntar a un profesional, en este caso a mi fisio, sobre qué es lo que debo buscar en función de lo que pretendo corregir (mis problemas lumbares). Y ya me advirtió que aunque la pruebe, es un proceso largo, pues sólo el tiempo me dirá si he acertado (más que una camisa, es como comprar zapatos, que sólo el uso dirá si te duelen).

Además de cuidar la postura al sentarme, hay aspectos que vigilo como por ejemplo ponerme de pie y dar paseos cada 2 horas o menos para evitar la sobrecarga de los músculos y el entumecimiento de las piernas por falta de circulación sanguínea

Además, me ha indicado que no hay un tipo de silla para todos, ya que cada persona tiene una postura única (una espalda plana, curva, piernas más largas, más cortas, que necesita más asiento...) y una forma de sentarse. Por eso de paso me recomendó que no me deje cegar por el marketing, puesto que no debo confundir la comodidad con la ergonomía: son dos cosas totalmente distintas.

Además, he investigado y leído reseñas de otros usuarios sobre las sillas que me han gustado para así conocer la experiencia de otras personas sobre la  comodidad y durabilidad de la silla es fundamental

Al final, tras considerar los aspectos que ahora voy a detallar, me he decidido por usar un modelo de FlexiSpot, la BS13. Una silla ergonómica que se adapta a mis necesidades y que contribuye a mantener una postura saludable mientras trabajo desde casa.

Y lo que he hecho para decidirme es estudiar mi espacio de trabajo considerando aspectos como la mesa que uso, el ordenador o de las posturas que requiero, si me gusta inclinarme hacia adelante, subir la altura.... En función de todo esto lo primero que he hecho es buscar una silla ergonómica que entre en el hueco de la mesa (metro en mano) en la que trabajo, que dicho sea de paso está más que ajustado, para no ocupar demasiado espacio y que además se ajuste a lo que busco. Pero ha sido solo en principio.

Soporte lumbar

Soporte lumbar

En mi caso es básico poder regular el ángulo del respaldo y que tenga soporte lumbar.. Con todo esto, al final opté por el modelo de Flexispot que comenté antes, una silla que llegó desmontada, por lo que tuve que ponerme manos a la obra... Eso sí, es un proceso nada difícil, ya que la silla incluye todos los tornillos (no más de 10) y la llave necesaria para el montaje. El proceso es fácil y lo más complejo es mover algunas piezas, realmente pesadas.

Tenía la salud en mente desde que me puse mirar características. Los problemas que arrastro en mi espalda tienen el origen en las lumbares. Inflamación en los discos intervertebrales de algunas vértebras hacen que tenga que cuidar muy mucho el soporte lumbar, en el coche, en el ocio y como ahora, y sobre todo, en el puesto de trabajo. De hecho, ya práctico pilates como método para fortalecer la espalda, además de las visitas a la fisio y algún antiinflamatorio para pasar los peores momentos... y ahora tocaba cuidar las posturas.

Silla

Lo primero en lo que me he fijado es básico y es que la silla debe ofrecer un buen soporte para la curva natural de mi columna y que se adapte a la zona lumbar. Con esto lo que trato es de tener una ayuda a la hora de prevenir dolores de espalda y mejora la postura. En este caso, esta silla tenía un soporte en el que además de la curva, tiene un soporte lumbar que se puede ajustar a la postura de cada momento como antes hacía con el rulo lumbar.

Más que en el diseño, debía fijarme en que punto por punto, reuniese una serie de características centradas en mis necesidades

He valorado la ajustabilidad y he buscado una silla con ajustes que me permiten adaptarla a mi cuerpo. Además del soporte lumbar que pueda subir y bajar, también se puede regular desde la altura del asiento, hasta la inclinación de respaldo, sin descuidar, por ejemplo la capacidad de ajustar la altura de los reposabrazos.

Para mí es básico el poder sentarme cómodamente con la espalda pegada contra el respaldo y aún así tener aproximadamente dos o tres dedos de espacio entre la parte delantera del asiento y las rodillas. He buscado una silla que tenga un asiento que se puede sacar más o menos de forma que además, la pueda usar también mi pareja, que es más baja que yo.

En este sentido, el modelo que he elegido cuenta con la posibilidad de ajustar el asiento en profundidad y sacarlo más o menos respecto al respaldo, de forma que se puede regular mejor la postura.

Regulación

Además, el respaldo, aunque no tiene reposacabezas (no lo necesitaba), se puede inclinar de forma que en algunas situaciones se puede situar en una posición menos recta. Incluso cuenta con una rueda, la de la foto de arriba, que permite ajustar la dureza de la inclinación del respaldo y ajustarla a la posición más idónea.

Me he asegurado de que la altura de la silla sea ajustable para que mis pies descansen planos en el suelo y las rodillas estén al mismo nivel o ligeramente por debajo de las caderas y de esta forma no perjudicar a la espalda. El objetivo es formar un ángulo 90º-90º, de modo que la posición de la pelvis quede lo más neutra posible y las cervicales alineadas.

Materiales de asiento y respaldo

Tela Tejido que transpire

Además, este modelo tiene algo que buscaba y que es fuese una silla con brazos ajustables que me permiten tenerlos en reposo y que además, al poder ajustar en altura, entra en el hueco de la mesa habitual de trabajo.

Además, tenía en mente el tejido, vigilar el material usado en el asiento, pero también en el respaldo. Para que resulte cómodo he buscado un asiento acolchado cómodo y con el respaldo transpirable, sobre todo para que resulte cómodo en verano cuando hace calor y este modelo cumple con esas características.

Asiento

El objetivo es que la silla tenga materiales transpirables que eviten que pase demasiado calor al estar sentado durante períodos prolongados, máxime cuando llega el verano y en la habitación de trabajo el calor aprieta.

He tratado de encontrar un modelo de silla que esté hecha de materiales duraderos y de alta calidad. La durabilidad es clave para garantizar que la silla me proporcione un apoyo adecuado durante un período prolongado.

Ahora me queda la duda de cómo se comportará en verano, cuando la temperatura de la habitación en la que trabajo roce los 29º centígrados, momento en el que terminaré de poner a prueba su comodidad.

Que sea fácil de mover y que tenga reposabrazos

Patas Me preocupa que raye el suelo

El modelo que he elegido ese una silla con ruedas que me permite moverme fácilmente alrededor de mi espacio de trabajo sin tener que levantarte constantemente. El problema, y eso es algo que tengo que ver como evoluciona, es comprobar el impacto de las ruedas en el suelo de parqué y si con el uso termina dejando marcas en el suelo.

Además para mi era básico que tuviese reposabrazos, aunque eso era complicado por las reducidas dimensiones del hueco de la mesa. El objetivo era usarlos para descansar estas extremidades y cambiar de postura a lo largo de la jornada y en este caso como se ajustan en altura, no hay problema, si bien me ha costado acostumbrarme al sistema que tiene para subirlos, puesto que al llegar al tope vuelven a bajar (me he acostumbrado a hacerlo despacio).

En resumen, tras mirar muchas características, he elegido este modelo que estoy usando y la verdad, la diferencia se nota. No es una silla del montón y su precio, 699 euros, puede que eche para atrás a algunas personas, si bien tengo que decir que cuando me puse a buscar me sorprendí: aunque las había más baratas, otras muchas superaban ese precio holgadamente. En mi caso, valoro mucho que sea beneficiosa para mi salud y que cuide mi espalda y por eso la he elegido.

La calidad que me he encontrado es muy alta y eso que tenía algunas dudas que no podría resolver sino con el paso del tiempo y eso no es algo que se pueda probar en poco tiempo.

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