Estamos sufriendo una ola de calor anormal para esta época del año y todo parece indicar que nos tendremos que acostumbrar a valores extremos en los años venideros. Con el cambio climático como posible motivo tras estos eventos, toca ir tomando medidas para convivir con ello y no perder calidad de vida. Y el sueño juega un papel fundamental.
Se trata de intentar conciliar el sueño (irse a dormir, vamos) en noches tropicales, algo a lo que muchos no estamos acostumbrados. Cuando el termómetro de madrugada roza los 30 grados, dormir es casi imposible, pero hay una serie de pautas y acciones que podemos llevar a cabo para al menos intentarlo si no contamos con ventiladores o un aire acondicionado.
Se trata de medidas que nos ayuden a conciliar el sueño cuando las temperaturas se tildan de tropicales y cuando dormir se convierte en una tarea casi imposible. Además, son trucos para evitar tener que abusar del aire acondicionado y de otros sistema de climatización.
Mantener la habitación fresca
La primera premisa no es otra que trata de mantener la habitación fresca o lo más fresca posible. Una tarea importante si no tenemos aire acondicionado y aún más si no contamos con ventiladores de techo o al menos un ventilador tradicional.
Lo primero, si la vivienda lo permite, es intentar usar para dormir la habitación que esté más baja (un sótano puede ser ideal), mejor aislada o la menos castigada por la luz del sol de forma que sea la que acumula la menor cantidad de calor en paredes y ventanas. No queremos dormir en un horno.
Es interesante, como ya dijimos, ventilar la casa en las horas en las que las temperaturas son más bajas y cerrar puertas y ventanas cuando llega el calor para así retener en aire menos cargado.
También usar todo lo que podamos para evitar que entre el calor en las horas sol y que los rayos incida directamente. Es el caso de toldos, persianas, cortinas, estores... cualquier barrera sirve para evitar el calor. Barreras que podremos retirar para establecer corrientes de aire cuando la temperatura baje.
Igualmente es aconsejable usar ropa de casa y cama fresca, a ser posible con fibras naturales como el algodón. Esto se debe a se puede conciliar el sueño mejor si se usan fibras naturales que productos hechos a base de fibras sintéticas, por la frescura y capacidad para transpirar que estas ofrecen.
Aprovechar nuestra fisiología
El agua está ahí para ayudarnos y antes de dormir puede ayudarnos a conciliar el sueño darnos una ducha de agua templada. Ojo, no agua fría o caliente, pues el agua fría cierra los poros de la piel e impide que transpiremos mientras que el agua caliente aumenta la humedad del ambiente y con humedad transpira peor.
Otro remedio, con agua mediante, que puede ayudar, es hacernos con un pulverizador y rociar la cama con agua en polvo fresca para aumentar la sensación de frescor. Es lo más parecido a dormir en una cama empapada, algo que no todo el mundo, eso sí, podrá tolerar.
Otro consejo es evitar una cena copiosa antes de dormir o la ingesta de alcohol. Este último es un deshidratante natural que no ayuda que nuestro cuerpo permanezca fresco. Lo ideal es una cena ligera e hidratarnos bien bebiendo agua fresca que nos mantenga en unos niveles de temperatura adecuados.
Además, si nos vamos a exponer al sol es interesante cuidar la piel para evitar quemados, pues no hay que mencionar que estos no se llevan bien con el calor y el sueño y es lo último que queremos tener antes de dormir.
Y relacionado con la piel, puede ser aconsejable hidratar la piel con alguna crema que ofrezca una sensación refrescante. En este sentido, las lociones para después del sol, el "after-sun" de toda la vida, pueden ser una buena idea.
Son consejos básicos, al alcance de todos, que podemos aplicar en nuestro día a día. No quiere decir que con ellos vayamos a dormir como si no hiciese calor, pero podemos limitar bastante el impacto de las altas temperaturas.
En Xataka SmartHome | He usado un aire acondicionado low cost y esta ha sido mi experiencia agridulce
