4K a fondo: qué es, cómo funciona y qué contenido tenemos

4K a fondo: qué es, cómo funciona y qué contenido tenemos
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El tema del 4K o resolución UHD es algo que ya la mayoría conoce. La popularidad del nuevo formato está creciendo muy rápidamente y parece ser que pocos usuarios aún se despistan al escuchar las siglas 4K o UHD. Si sois de los que aún no tenéis muy claro de qué va todo el tema de la ultra alta definición, resoluciones de pantalla, ventajas de un conector frente a otro, etc. Os hemos preparado toda la información para que lo conozcáis a fondo.

4K a fondo, ¿qué es, cómo funciona y qué contenido tenemos

¿Qué es 4K o UHD?

El 4K es una nueva resolución de vídeo donde tenemos 4096 x 2160 pixeles, su velocidad de fotogramas por segundos sigue siendo de 24 y la profundidad de color de 8 bits. Así es como define la industria del cine su nuevo formato, el cual denominan 4K DCI.

A partir de ahí la industria del broadcast y televisión lo adoptan con algunas modificaciones dando lugar a lo que conocemos como UHD. Esta variante mantiene las 2160 líneas en horizontal pero reduce las verticales hasta las 3860 (resolución full HD x 2). Esto es para mantener la relación de aspecto 16/9 con la que ya se emite, evitando las molestas bandas negras.

En una pantalla UHD tenemos cuatro pantallas Full HD

Además del cambio de resolución tenemos un aumento de la profundidad de color que permite usar vídeos de 10 o 12 bits. Más unas tasas de fotogramas por segundo entorno a los 50 o 60 cuadros. Claro que hay quien espera poder ver hasta 120 fps, un valor que consideran más óptimo para emisiones como partidos de fútbol pero ese es ya un tema más complicado porque los costes de fabricación de televisores así impiden que las marcas lleguen a un compromiso de precio y calidad con los usuarios. Por tanto, por ahora las idea de UHD es ofrecer contenido con resolución de 3860x2160 pixeles, 10 bits de profundidad de color y 50 o 60 fps.

Qué nos aporta la ultra alta definición??

El principal y más claro beneficio del formato UHD es una mayor definición. Las imágenes cuentan con más pixeles y se pueden conseguir imágenes tan detallas que permiten apreciar fácilmente detalles como el vello del brazo o el césped en un partido de fútbol. Además, el aumento de pixeles en el mismo tamaño de pantalla hace que suba la densidad pixeles, haciendo que el usuario pueda disfrutar de estas pantallas a una distancia menor que una pantalla con misma diagonal pero resolución Full HD.

Y junto a la resolución y una distancia de vísionado menor se suma la representación del color. Mucho más realista, las imágenes lucen mejor, con un mayor rango dinámico y sin saltos apreciables en degradados.

Los problemas del UHD

UHD

Actualmente pese al creciente interés el formato UHD nos encontramos con varios problemas que impiden una adopción más rápida. El primero de ellos es que no podemos transmitir contenido UHD a través de internet de forma optima en la mayoría de casos debido al gran ancho de banda requerido. Los codec de compresión actuales no son tan eficientes, castigando en exceso la imagen o generando archivos de un gran tamaño. Por lo que debemos esperar a que el codec HEVC o H.265 se adopte. Claro que también nos obligará a comprar nuevo hardware, como el Sony FMP-X5.

Se estima que una buena conexión VDSL de 30 megas es lo mínimo para poder recibir vía streaming contenido UHD

EL segundo problema es que ante las dificultades de hacerlo a través de internet tampoco podemos hacerlo en formato físico. Los discos bluray actuales sólo permiten un máximo de 50GB, capacidad insuficiente para películas 4K. Como ya vimos, la primera película 4K ocupaba 160GB. Por tanto, la única solución actual sería hacerlo vendiendo las películas almacenadas en un disco duro, una solución que no es rentable ni para la industria ni el usuario.

Así que nos toca esperar que desarrollos como los de Pionner y su disco Bluray de 256Gb o los de Sony y Panasonic vean la luz. Claro que, junto a ellos también tendremos que comprar nuevo reproductor capaz de leer todas sus capas.

Contenido UHD, ¿cuál es la situación?

Contenido

En estos momentos a excepción del servicio Video Unlimited 4K de Sony, las series que Amazón y Netflix grabarán en 4K (algunas ya se han empezado a emitir a través de sus servicios) y piezas sueltas como algunos documentales de la BBC es la única oferta real que tenemos. El resto son todo pruebas que las cadenas empiezan a realizar. O grabaciones como las de los tres partidos del Mundial de Brasil que Sony grabará para su posterior vísionado.

Por tanto, comprar un televisor para disfrutar de contenido UHD en la actualidad es algo poco aconsejable. Si es cierto que se están remasterizando películas a 1080p pero con opción de mejorar su visualización en estas pantallas, principalmente en temas de color.

El mercado de los televisores

TV

Y pese a no haber una oferta de contenidos el mercado cada vez se mueve más. Los usuarios se están interesando más por estas pantallas. Parte de culpa la tienen las opciones para generar nuestro propio contenido 4K, hablamos de cámaras como la Panasonic GH4 o las de los smartphone como el Galaxy S5 o Xperia Z2 entre otros. El resto la política que los fabricantes están llevando a cabo.

Ellos saben que alguien debe apostar y si no hay contenidos ellos deben asumir la responsabilidad, llenar el mercado de opciones cada vez mejores y más económicas para que no sólo se produzca más en resolución 4K sino que se aceleren los tiempos de adopción y soluciones.

Así encontramos pantallas UHD por unos 800 euros hasta otras cuyo precio son de varios miles de euros. Diferencias de precios que se explican fácilmente. Al igual que otros productos, montar un panel UHD no implica ofrecer misma calidad ni misma experiencia de uso.

Fabricantes como Seiki, Haier o Hisense están “reventando” el mercado con precios muy bajos. Los grandes como Sony, Panasonic, Samsung, LG o Philips tienen en el rango de los 1500–2000 euros sus modelos más económicos. ¿Cuál es la diferencia?

Pues aparte del panel que puede ser tipo TN o IPS, la propia calidad a la hora de representar colores o ángulos de visión, la principal diferencia es la electrónica general. En muchos de estos televisores sólo contaremos con conexiones HDMI 1.4 y por supuesto nada de plataformas inteligentes u otros extras.

HDMI

Lo de la plataforma Smart TV es lo de menos pero el HDMI 1.4 no. Con esta versión somos capaces de transmitir contenido UHD pero con la limitación de 30 fps. Esto para cine es aceptable pero para una señal de televisión, eventos deportivos, etc… no. Por tanto, es importante que incluya HDMI 2.0.

La nueva versión del HDMI 2.0 ofrece una mayor tasa de transferencia, permite vídeo a 50 o 60 fps y hasta 12 bits de color. Pero también mejora el audio al ser capaz de manejar hasta 12 canales de audio a 1536 kHz. Por tanto, si la inversión ya requiere informarse bien, con este tema hay que estar más atentos aún.

¿Merece la pena comprar un televisor UHD?

TV 4K

Ésta es la gran pregunta. Y aunque para muchos la respuesta es única yo siento decir que considero ambas respuestas, el sí y el no. Así que os doy mis razones para ambas.

Tras haber probado y visto más de un televisor UHD tengo que admitir que la calidad es impresionante. Las imágenes son ultra realistas y sin duda la expresión de “estar mirando por una ventana” cobra sentido. Y sí, se que no hay contenido pero si mi intención fuese comprar una gama alta Full HD y me pudiese permitir pagar esa “pequeña” diferencia que actualmente existe entre ambas opciones me iría a por la UHD.

Además, pudiendo generar contenido con cámaras como la Panasonic GH4, si es que os gusta todo el tema creativo, entonces más motivos aún para hacerlo. Eso sí, el contenido para reproducir en dichas pantallas debe estar a 1080p. De ese modo, el algoritmo de reescalado de dichas teles funciona muy bien y la imagen aún sin ser UHD se ve realmente bien.

Pero si todo lo contrario no entra en mis planes, el contenido que visualizo la mayoría de las veces ni si quiera llega a 1080p entonces ni se me ocurriría. Porque con una imagen de menos resolución los sistemas de interpolación quitan tanta nitidez a las imágenes que sólo veremos señales borrosas, haciendo que la experiencia sea más que decepcionante. Además, los precios deben seguir ajustándose más.

En definitiva, espero que esta radiografía de la situación actual del 4K os resulte útil.

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