Las freidoras de aire son un elemento que poco a poco ha ido ganando protagonismo en las cocinas. A camino entre el pequeño electrodomésticos y otros dispositivos más grandes, ha sido la responsable de que en casa usemos cada vez menos el horno tradicional.
Aunque el objetivo de una freidora de aire está en su propio nombre, freír sin aceite (y al precio al que está, se nota en el bolsillo), se usan para preparar una gran cantidad de platos. En casa por ejemplo tenemos una y la usamos para guisar platos que antes pasaban por el horno. Y es que es más cómodo, pero además es que se gasta menos electricidad.
Freidora Vs horno... fight
Imagen | Jata
La comparación entre una freidora de aire y un horno en términos de ahorro de electricidad depende de varios factores, incluyendo el tamaño y eficiencia de cada electrodoméstico, así como el tipo de alimentos que se están cocinando. Pero por lo general la airfryer sale ganadora.
Las freidoras de aire utilizan la circulación de aire caliente para cocinar los alimentos. Funciona de forma similar a un horno convección para cocinar alimentos gracias a un ventilador hace circular en el interior aire caliente a alta velocidad alrededor de los alimentos.
Esto se traduce en una cocción rápida y uniforme de los alimentos además de un menor consumo de energía que un horno convencional. Además, las freidoras de aire tienden a ser más pequeñas y cocinan los alimentos más rápidamente en comparación con los hornos, lo que puede resultar en un menor consumo de energía.
Para situaciones en las que no se tienen que preparar grandes cantidades de comida, una freidora de aire es el dispositivo perfecto frente a un horno. De hecho en casa, platos que antes preparábamos en el horno, ahora se cocinan en la airfryer.
Aunque el horno sigue siendo el lugar en el que preparar pizzas, tartas, bizcochos, galletas... y en general platos más grandes, ahora usamos la freidora de aire para hacer empanadas, panecillos, pasteles de verduras...
La diferencia frente al horno es que todo se hace más rápido y por lo tanto hay un menor consumo de energía. Es cierto que luego hay que fregar el cesto de la airfryer pero a cambio no hay que limpiar el interior del horno y mucho menos pensar en la pirólisis.
Imagen | Russell Hobbs
Basta tener en cuenta la potencia media de una freidora de aire, que gira en torno a los 1.600 W frente a los 3.000 W que puede tener un horno convencional. Si a esa potencia sumamos el menor tiempo para preparar los alimentos o que no hay que caer en el error de precalentar, todo esto se traduce en una menor factura de la luz.
Para que una freidora de aire sea más eficiente se deben dar por lo tanto dos factores. Menos tiempo para preparar los platos y menos temperatura necesaria para lograrlo. Al requerir menor tiempos de cocción y temperatura para el preparado de los alimentos, el consumo energético suele ser menor que el de un horno convencional. Basta con unos cálculos rápidos como ya hicimos, para ver como se plasma esta diferencia en la factura de la electricidad
Eso sí, la freidora de aire nos sale más interesante porque sólo somos dos en casa. En caso de hogares con más miembros en la familia, la freidora de aire ya no es interesante porque no cumple con estos dos factores básicos para que sea rentable.
En Xataka SmartHome | Esta es la desconocida función de tu freidora de aire que quizás no conoces y que puede ahorrarte tiempo y dinero
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