El 3D se suponía que debía ser toda una revolución. Así al menos lo imaginaban los fabricantes de televisores. Veían un potencial y atractivo que revitalizaría las ventas, haría que millones de usuarios se lanzaran a cambiar su pantalla. El problema es que todos sabemos que no ha sido así. Sin pena ni gloria ha pasado por las casas de muchos.
Esto ha provocado que recientemente ESPN anunciase que dejaba de invertir en la creación de contenido deportivo en 3D. Ahora el turno le toca a la BBC, la cadena británica anuncia que por ahora dejará de crear contenido en 3D.
Los motivos son los que todos conocemos, falta de audiencia. Desde que lanzaran su programación 3D en pruebas el interés no ha crecido. Ni si quiera con acontecimientos como los Juegos Olímpicos de Londres del pasado año.
¿Qué pasará a partir de ahora? Pues lo mismo que ya dijimos. El 3D se quedará de momento única y exclusivamente como una opción para el cine. Que seguirá ahí mientras no suponga un gasto sin retorno.
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