Después de ahorrar durante meses o años vas a la tienda y te gastas una pequeña fortuna en tu nuevo y flamante equipo de sonido. Ya sea una barra, base sonora, un kit 5.1 o un receptor AV, llegas todo ilusionado a casa, lo enchufas, empiezas a ver alguna película y aquello no suena como esperabas.
Tienes una respuesta pobre o con exceso de graves, con agudos emborronados y medios exagerados. ¿Qué está pasando?, ¿no debería sonar perfecto de fábrica? Pues en un mundo ideal sí, pero probablemente tu casa diste mucho de ser una sala ideal para la audición musical, de ahí la gran importancia de los sistemas de corrección acústica incorporados.
¿Qué es la corrección y/o ecualización automática?

Hasta hace unos años teníamos que tener unos conocimientos bastante considerables para dejar todo el sistema de sonido ajustado al milímetro. Afortunadamente hoy en día ya no es necesario gracias al uso de los sistemas de corrección acústica automatizados que la mayoría de equipos de gamas media y alta incorporan (y cada vez más también algunos de gama baja).
El término "ecualización" hace referencia solo a una parte de la corrección acústica de sala total que los nuevos sistemas son capaces de aplicar, aunque comúnmente es la palabra que se suele utilizar y que con mayor frecuencia veremos por los medios online, incluso la que usan algunas marcas en la publicidad.
Hay equipos que solo pueden aplicar una ecualización al sonido y otros que realizan una corrección más completa y sofisticada con la que lograremos mejores resultados. Pero veamos en qué consiste y por qué debemos usarla.
La idea principal tras la corrección acústica de la sala es la de adecuar la respuesta de nuestros altavoces a las características acústicas concretas de la habitación en la que vamos a instalarlos. Es una tarea que puede parecer sencilla, pero hacerlo correctamente para eliminar las aberraciones acústicas de las paredes, muebles y las introducidas por los altavoces no es una tarea fácil ni inmediata.
Ecualización o corrección en frecuencia

La primera misión del sistema de corrección acústica será el ajuste del sonido en el dominio de la frecuencia. Es decir, variará la respuesta en frecuencia de cada altavoz para obtener una respuesta plana en el punto de escucha. Esto es algo que se puede hacer manualmente usando un programa informático, pero en general los sistemas automáticos deberían darnos un buen resultado en la mayoría de los casos y son infinitamente más sencillos de usar.
Solo hay que conectar un micrófono al sistema de audio (normalmente viene incluido de serie con el equipo) y mediante la emisión de una serie de tonos de prueba por los bafles que tengamos conectados, captura el sonido procedente de cada altavoz en diferentes puntos de audición detectando sus defectos y las aberraciones introducidas por éste y por la sala.
Existen diferentes tecnologías para realizar esta captura y posterior cálculo y procesado del sonido, cada una con sus características, ventajas e inconvenientes, siendo para el uso doméstico las más habituales: YPAO utilizada por marcas como Yamaha y las diferentes versiones de Audyssey usadas por otras firmas como Onkyo o Denon.
Ajuste en el dominio del tiempo

El siguiente paso en el proceso de corrección suele ser el ajuste de la respuesta temporal de los altavoces y la sala, como ya comentamos en nuestro especial sobre receptores AV. Se analizan cuánto tardan en llegarnos las señales de sonido desde los diferentes bafles, teniendo en cuenta las reflexiones y las fases de cada señal para corregirlas en el punto de audición de forma que escuchemos siempre señales sonoras en la misma fase.
¿Qué importancia tiene esto? Pues mucha, ya que el desfase entre señales puede hacer que se cancelen parte de las ondas sonoras a diferentes frecuencias (sobre todo en las graves por debajo de 100 Hz) dejándonos un sonido plano, pobre y sin pegada ninguna o justo lo contrario, es decir, que se realcen ciertas frecuencias por encima del resto.
En este punto se identifica la posición de cada altavoz con respecto al oyente y calculan las distancias de escucha teóricas (que no tienen por que ser las reales, como veremos en un segundo artículo) de los altavoces para obtener la mejor respuesta, y especialmente en las frecuencias problemáticas, como es entre 40 y 100 Hz.

Se ajusta la fase de cada altavoz retrasando (o adelantando, según se mire) el audio unos pocos milisegundos en el bafle que lo necesite, para que al llegar a nuestros oídos se encuentren todas las ondas sonoras en fase. También se aplican diferentes filtros de respuesta al impulso para dotar de más intensidad a las señales directas y minimizar el efecto de las reflejadas, logrando un sonido más impactante y con menos reverberaciones, de forma que los defectos temporales de sala se minimicen.
Es decir, con la corrección automática de la sala le estamos dando al equipo de sonido las herramientas que necesita para saber dónde lo estamos instalando, qué dimensiones tiene la habitación, qué tipo de altavoces tenemos y qué obstáculos se va a encontrar el sonido. El resultado del proceso es un audio más equilibrado, con menos problemas de graves que retumban o agudos y medios pobres.
En Xataka Smart Home | Receptores AV, todo lo que necesitas saber
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edyedu
Te comento, puesto que soy técnico y te puedo dar algo mas de luz con respecto al tema de distancias en el cableado en sistemas Home Cinema.
A nivel de ecualización, calibración y mediciones de sala, las distancias como bien te han comentado, no afectan en lo mas mínimo. De hecho, se contempla esas diferencias de metros, precisamente porque las condiciones perfectas para que los cables sean idénticos entre los canales disponibles, es imposible igualarlos.
Ahora bien, en cuanto al desgaste electrónico interno del producto, si puede afectarle el disponer de cables de diferentes medidas. En productos toroidales, si tienes un cable de 2 metros y otro de 8 metros, lo que puede pasar, pasados 15/20 años, es que el balanceo de carga entre los canales pueda variar, haciendo que no tengan la misma carga y el cable mas largo haya reducido potencia a lo largo de los años.
No es nada preocupante, visto el tiempo que debe pasar para que se pueda observar este detalle, pero en equipos estéreo, que pueden durar muchísimo tiempo, yo siempre aconsejo (si se puede) igualar las distancias de los 2 canales.
En amplificadores Home Cinema (Receptores AV) de altísima calidad, donde funcionan con alimentación de CLASE A, A/B o similar, dependiendo de si va bi-cableado o bi-amplificado, aconsejo que el cableado sea idéntico en los canales paralelos (izquierdo/derecho, traseros surround, etc.) por el mismo motivo mencionado antes.
En equipos de gama básica, esto da igual, porque la bobina de alimentación es única para todos los canales ... y con excepciones puntuales, da igual que altavoces/cableado pongas, porque el resultado suele ser muy similar en ese aspecto.
Espero que te haya ayudado a aclarar conceptos.
quique_bd
Hola, me gustaría saber si con la corrección automática de YPAO o Audyssey se corrige el que haya distinta distancia de cable de audio desde el receptor AV al altavoz frontal izquierdo que la distancia que hay al frontal derecho, o si es recomendable que las distancias sean las mismas (lo que implicaría tirar más cable a un altavoz del que sería necesario para igualar la cantidad de cable que haya al otro).
Muchas gracias.
quique_bd
Hola, muchas gracias por tu respuesta.
Yo lo decía más por el tema de si los cables que van a los frontales es uno de por ejemplo 2metros y el que va al otro frontal es de 10metros, si esta diferencía no crearía algún tipo de lag en el sonido, y si de ser así, queda corregido con la corrección automática.