Qué fue de los televisores con 3D: nacimiento y caída de una tecnología impulsada por su popularidad en cines

Qué fue de los televisores con 3D: nacimiento y caída de una tecnología impulsada por su popularidad en cines
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Hubo un tiempo en el que los televisores con tecnología 3D se hicieron tremendamente populares. La sensación que transmitía el 3D en las salas de cine hizo que poco a poco dicha tecnología comenzará a aterrizar a las pantallas de casa. Fabricantes tales como LG, Samsung, Sony, Panasonic, Philips y más, fueron las principales compañías que decidieron lanzar al mercado un buen puñado de modelos con 3D. Sin embargo, pasaron los años y el 3D iba perdiendo cada vez más fuerza en las masas, hasta que finalmente, cayó prácticamente en desuso.

En este artículo hemos querido explorar la corta vida del 3D doméstico en televisores. Dar la sensación de tridimensionalidad en las teles de casa fue algo que se comenzó a popularizar tras el lanzamiento de 'Avatar' en las salas de todo el mundo. Ese fue el punto de inflexión que vivió el 3D, y que los fabricantes tomaron como una oportunidad para utilizar como reclamo esta tecnología para sus teles.

Del cine a nuestro salón. Cómo el 3D conquistó a los espectadores

En 2010, Panasonic sorprendió al mundo con el lanzamiento de su primer televisor en 3D, el Panasonic Viera 3D. Esto hacía que los usuarios pudieran disfrutar de esta tecnología también en casa, trayendo parte de la mágica experiencia que se podía disfrutar en las salas de cine. Por aquella época, en cada feria del CES se solían ver varios modelos de televisores con esta tecnología, la gran mayoría de estos eran productos de las marcas mencionadas anteriormente. Se trataba de una pequeña ventana al futuro de la televisión, y por aquel entonces parecía ser así.

james cameron

Como ya hemos mencionado, 'Avatar' impulsó fervientemente el desarrollo de esta tecnología en televisores del hogar. Esto nos hacía soñar de que la tecnología 3D también se podía disfrutar en casa, diciendo adiós a aquellas gafas construidas en papel de acetato rojo y azul para poder ver imágenes de anaglifo en 3D.

Tras la creciente demanda de esta tecnología, prácticamente cada blockbuster que salía en el cine contaba con una versión en 3D. Sin embargo, había una diferencia. 'Avatar' se filmó en 3D nativo, haciendo que esta tecnología formara también parte del rodaje, y adecuándola en cada escena según la intención del autor, en este caso, James Cameron. Sin embargo, era muy costosa, por lo que pocas productoras y estudios se lo podían permitir.

No obstante, la industria del cine se cobijó bajo el paraguas de la posconversión en 3D, un proceso que se realizaba en postproducción, añadiendo el efecto tras ser rodada la película. Esto abarataba mucho los costes, y permitía lanzar versiones en 3D de casi cualquier película. El resultado era más bien mediocre, aunque les servía a las empresas para añadir un sobrecoste a la entrada de cine para las personas que querían verla en 3D.

Tanto las películas en el cine, como los contenidos domésticos, se adaptaban al 3D, y poco después ya contábamos con un buen catálogo de películas 3D para el hogar a través de Bluray. La adopción fue rápida, y aquellas personas que se podían permitir un televisor en 3D tenían una buena cantidad de contenido para ver.

Distintas tecnologías para ver películas en 3D

Los fabricantes tenían dos modos de ofrecer contenido en 3D. Por un lado, a través de lentes activas, las cuales hacían uso de la tecnología LCD y sensores infrarrojos para conectarse al televisor y permitir ver imágenes en 3D. Este sistema hacía que las imágenes se encendieran y apagaran a alta velocidad, pero sin mostrarse al mismo tiempo, dando esa sensación de tridimensionalidad. Este sistema era el que usaban compañías como Samsung o Panasonic, y debido a la tecnología de las gafas, el coste del panel era inferior, ya que las gafas hacían prácticamente todo el proceso.

Lg

Por otro lado, existía otro método para ofrecer imágenes en 3D en un televisor a través de gafas pasivas. Y es que a través de las lentes polarizadas, se podían filtrar las ondas de luz provenientes de varios puntos de la pantalla, pudiendo hacer que cada ojo recibiese la imagen polarizada que le corresponde para conseguir el efecto 3D. Este método, además de en salas de cine, también era el utilizado por fabricantes como LG o Sony. Entre los puntos negativos de esta tecnología se encontraba el hecho de que los paneles tenían un mayor coste debido a que necesitaban incluir una tecnología especial que permitiese la generación de imágenes en 3D. Además, había que colocarse en una posición concreta para ver una película correctamente.

Había otro método experimental que permitía ver un televisor en 3D sin la necesidad de gafas. Denominados televisores autoestereoscópicos, utilizaban una técnica en la que la imagen se enviaba hacia diferentes puntos de la habitación. Philips fue la primera empresa en lanzar un televisor de estas características. Las limitaciones tecnológicas hicieron que estos televisores solamente permitieran hasta 8 puntos de vista por parte del observador, haciendo que la escena girara en torno al usuario.

samsung

No obstante, esta tecnología necesitaba de paneles de resolución mucho más alta, ya que se tenían que mostrar varias imágenes a la vez. Además de en televisores, el 3D autoestereoscópico también apareció en videojuegos con la salida al mercado de la consola Nintendo 3DS en 2011. De hecho, el 3D trascendió a mucho más que el cine, pasando también por videojuegos compatibles con esta tecnología.

Una caída tan fugaz como su nacimiento

Años más tarde, el 3D dejó de cobrar tanto protagonismo. Poco a poco se iba convirtiendo en una tecnología que suponía más una carga que un beneficio para el usuario. El interés descendió de manera desmedida, quizás por la creciente ola que estaba al caer: la tecnología 4K. Más y más fabricantes comenzaron a seguir este sendero, y en 2017, prácticamente no quedaba ya ninguna compañía que incluyera la tecnología 3D en sus paneles. Comenzaba otra moda, la del 4K, la tecnología OLED, y toda clase de tecnologías que nos mantenían en el mundo en 2D, pero de forma mucho mejor que antes.

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