Hay algo aún más importante que las especificaciones al comprar un televisor: estos son los factores extra que conviene tener en cuenta

Hay que prestar atención al lugar donde estamos pensando en colocar el nuevo televisor, ya que de él dependerá la calidad de imagen y sonido percibidas

Elegir un nuevo televisor puede llegar a ser una tarea compleja si queremos extraer todo el potencial que nos ofrecen los diferentes modelos del mercado, ya que no basta solo con adaptarse al presupuesto disponible y escoger una pantalla cualquiera, sino que hay que tener en cuenta otras variables relacionadas con la sala donde vamos a usarlo.

En general, al comprar una tele conviene considerar aspectos adicionales que tienen que ver con el uso que estamos pensando en darle, las dimensiones y características de la sala y en resumidas cuentas, el estilo de vida al que vayamos a incorporar la pantalla. ¿Qué conviene valorar además de las especificaciones técnicas?

Tipo de sala: iluminación y control de la luz

El primer punto a tener en cuenta es el tipo de sala donde vamos a instalar la nueva tele y la iluminación de la misma, ya que no es lo mismo un sitio oscuro sin ventanas y donde podremos controlar la luz entrante que un salón con grandes ventanales donde el sol hace acto de presencia muchas horas al día.

En este sentido, los televisores OLED han sido tradicionalmente una estupenda opción en entornos de visualización con poca luz ambiental, ya que su capacidad de entrega de brillo ha estado por debajo de tecnologías como LCD-LED y las más modernas miniLED que sobrepasan fácilmente los 1.000 nits en las gamas medias.

No obstante, en los últimos años esta limitación de luminosidad en los paneles OLED está reduciéndose, aunque todavía sigue estando presente en las gamas más bajas de cada fabricante. Pero además, para poder extraer dicho brillo habrá que subir la potencia de la luz de fondo y corremos el riesgo de que aparezcan retenciones o quemados de imagen en contenidos con logotipos estáticos, algo que no sucede en los modelos LCD.

También hay que tener en cuenta la decoración de la sala donde vamos a instalar el nuevo televisor, y más concretamente el color de las paredes, muebles, cortinas,etc. El motivo es que una habitación con paredes blancas o entornos claros tenderá a reflejar más la luz entrante y necesitaremos un modelo más luminoso a la hora de disfrutar de contenidos con HDR.

Por supuesto hay que considerar también el efecto de la iluminación artificial de la sala, qué potencia tenemos en las bombillas y dónde están colocadas. El motivo es que tenderán a reflejarse en la pantalla reduciendo la visibilidad y provocando reflejos indeseados. Si este es nuestro caso convendrá buscar un televisor que no ofrezca el clásico "efecto espejo" reflejando todo lo que tiene delante.

Distancias de visualización recomendadas

La sala influirá también en la calidad de sonido percibida, sobre todo en los lugares con paredes no perpendiculares o con techos abovedados que tenderán a dirigir la señal sonora hacia lugares donde quizá no nos interese. En estas situaciones nos convendrá llevar a cabo diferentes trucos para mejorar la acústica de la sala, y mirar un modelo que incluya algún sistema de corrección de sala integrado.

Finalmente, las dimensiones de la sala son esenciales a la hora de elegir el tamaño máximo de la tele, ya que si estamos muy cerca de la pantalla puede ser molesto para la vista, pero si es pequeña y estamos lejos podría ser incómodo y no apreciaremos los detalles, como comentábamos en este artículo.

Número de espectadores y su posición en la sala

Otro aspecto a considerar es cuántos espectadores seremos y cómo nos vamos a sentar en relación a la tele, ya que con la llegada de los paneles LCD entró en juego el factor de los ángulos de visualización.

En la actualidad podemos encontrar en el mercado televisores con diferentes tecnologías de paneles, aunque los más habituales son los OLED, los LCD de tipo IPS (In-Plane Switching) y los LCD de tipo VA (Vertical Alignment), que a su vez pueden o no utilizar tecnologías de puntos cuánticos con diferentes nombres comerciales (como la QLED de Samsung y los nanocristales o Nano Cell de LG).

Los paneles LCD IPS se caracterizan por ofrecer unos ángulos óptimos de visualización más amplios y similares a los ofrecidos por las pantallas OLED y sus variantes como QD-OLED, logrando que los espectadores situados en ángulos superiores a 45 grados con respecto a la vertical puedan disfrutar sin problemas de una buena saturación de colores en las imágenes.

Por el contrario, los panales de tipo LCD VA son actualmente los que ofrecen unos ángulos de visualización más cerrados limitados a posiciones del espectador con ángulos óptimos de menos de 35-40 grados. ¿Qué significa todo esto?

Pues que si la nueva tele va a estar enfocada a un solo espectador o como mucho dos o tres que puedan sentarse justo frente a ella, cualquiera de las tecnologías puede servirnos para disfrutar de la máxima calidad de imagen.

Si por el contrario somos una familia numerosa o vamos a tener que sentarnos en posiciones extremas alrededor de la pantalla, entonces tendremos que dejar de lado los modelos con paneles VA y decantarnos por uno de tipo IPS o un OLED.

Imagen portada | Sebastien LE DEROUT

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