Me quiero comprar una tele ¿Me decido por un modelo con 4K u opto por uno con 1080p?

Estamos en año de Eurocopa y previsiblemente las ventas de televisores aumenten según se acerca el verano potenciadas por los fabricantes que ven en este tipo de acontecimientos, como ocurre con los Juegos Olímpicos, el evento idóneo para lanzar modelos que presuman de la última tecnología implantada por cada fabricante.

Y llegados a la tienda este año muchos pueden tener una duda que va más allá de las pulgadas del modelo a comprar y que hace referencia a la resolución ofrecida. Una duda que nos hará plantarnos delante de los expositores y meditar sobre si es más interesante hacernos con un televisor con resolución Full HD (1080p) que ofrece 1.920 x 1.080 píxeles, u optar por otro con 4K (Ultra HD), que dispone de 3.840 x 2.160 píxeles, cuatro veces más.

Una duda razonable ahora que los modelos 4K comienzan a bajar de precio, si bien siguen siendo notablemente más caros, que casi todos los televisores Full HD que podemos encontrar en el mercado. Sin embargo la solución a esta duda no es para nada sencilla y dependerá del uso que cada persona vaya a darle a su televisor y del poder adquisitivo que tenga.

Un vistazo a…
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Una decisión difícil

En primer lugar vamos a ver que uso le queremos dar y si nuestro objetivo es tener un televisor de calidad para ver el contenido habitual que ofrecen las cadenas generalistas no vamos a precisar un 4K, porque es el contenido, algo que veremos después, una de las claves de esta dicotomía.

Además si venimos de un televisor con solera, el salto al Full HD es más que suficiente, pudiendo encontrar aparatos a precios ajustados que seguramente van a satisfacer todas nuestras necesidades. En el caso de venir de otro modelo 1080p pero más antiguo, tenemos que valorar mucho si merece la pena, pudiendo optar por complementos baratos que pueden potenciar nuestro televisor sin tener que desembolsar dinero.

En este caso si podríamos plantear dar al saldo al 4K pero sobre todo si estamos orientados a consumir contenido con esta resolución, que en la actualidad y al menos en España, brilla por su ausencia.

Hay muy poco contenido en formato físico, ni apenas vídeos en Internet o vía _streaming_ (Netflix acaba de iniciar las emisiones en 4K pero sólo en Estados Unidos) y si lo nuestro son los juegos, las consolas actuales no soportan el 4K. Nos queda el residuo de las grabaciones caseras con los teléfonos móviles más potentes del mercado así como con las cámaras y videocámaras pero _¿realmente vamos a gastar una alta cantidad de dinero para ver las piedras con todo detalle de nuestro perro jugando en la playa?_.

La clave está en el contenido

Y es que el contenido es el verdadero problema, pues aunque tenemos televisores, resulta muy difícil encontrar series, películas o videojuegos en esta resolución. Vamos a ver las opciones que tenemos al respecto.

En el caso del optar por soportes físicos: El Blu-ray es la mejor opción para el 4K, si bien la mayor parte de los títulos actuales se ofrecen en 1080p. Notamos mucho el salto del DVD a los 1080p y lo mismo puede pasar si pasamos al 4K, aunque mucho temo que la diferencia no sea tan brutal y éxitos de soportes físicos como el DVD no se vuelvan a dar.

Además, un Blu-ray para almacenar una película en 4K precisa de los nuevos discos con capacidades de entre 50 GB y 100 GB que además necesitarán de nuevos reproductores de forma que si tenemos un Blu-ray antiguo también tendríamos que pasar por caja.

Streaming... el futuro (aunque lejano) es suyo: Y si hay pocos títulos es porque la industria teme como a una vara verde la llegada del contenido vía _streaming_. la nube es el futuro, eso está claro y es de esperar que los contenidos lleguen por Internet, algo que aún tendrá que esperar (al menos en determinados mercados) pues no hay muchas conexiones que sean capaces de ello. No puede ser que en una ciudad (en mi caso Granada) en el centro de la misma, puedas pretender ver contenido en 4K si las empresas aún no han instalado la fibra óptica y solo dispones de un ADSL de 15 megas (estimados).

Recordemos como Netflix ya emite algunas series en 4K y Amazon ya empezó a rodar en Ultra HD el año pasado aunque estos servicios no se ofrecen en España porque entre otros motivos para recibir _streaming_ en 4K necesitamos al menos 50 Mbps reales (nada de estimados) y como ya hemos dicho, en nuestro país, como en otros tantos, esto (unas buenas conexiones a precios razonables) resulta una utopía.

Televisión y retransmisiones en directo: Y si el panorama del _streaming_ en España es negro, no digamos el de las televisiones generalistas, pues al ritmo al que se implanta el HD (real, no el simulado) en nuestro país, podemos imaginar cuanto le quedará a la llegada del 4K, que no se espera llegue a nuestras antenas ni a corto ni a medio plazo.

Respecto a las retransmisiones en directo en España RTVE está haciendo pruebas con UHD/4K pero sólo se trata de pilotos y productos puntuales. En otros países, sobre todo orientales, encontramos como por ejemplo NexTV-F tiene el Channel 4K con seis horas diarias de contenidos y en Japón ya estudian probar el 8K. Son otros mundos.

Consolas y videojuegos: El otro pato de la banca son los videojuegos y a la espera de consolas como la rumoreada PlayStation 4.5, por ahora la realidad es que las consolas actuales, por muy imponentes que sean no son capaces de ofrecer potencia suficiente para mover juegos en 4K.

La única opción para jugar a resolución 4K es usar un PC pero en este caso ya podemos preparar el bolsillo, pues a vamos a precisar de una máquina extremadamente potente con una tarjeta gráfica de infarto que vaciará nuestra cuenta corriente.

Porque el tamaño aquí sí importa

Hemos visto cual es la situación del contenido para el formato 4K, que por lo general y en particular en España es casi nulo. Pero aquí no acaba todo y es que dejando de lado los precios, tenemos otra cuestión como es el tamaño.

Y es que mientras si nos hacemos con un televisor 1080p encontramos tamaños ajustados a casi todas las necesidades de espacio, si optamos por 4K las diagonales no suelen bajar de las 55 pulgadas, algo que hace que dado el tamaño medio de nuestros pisos (la generalidad es esa) si compramos un 4K nos dará la impresión de estar en primera fila del cine en lugar de cómodamente en el sofá sentados.

El precio, el factor decisivo

Si tienes un bolsillo pudiente puedes saltar este párrafo, pero si no es tu caso puede interesarte, pues hay que valorar que mientras un televisor 4K puede costar bastante más de 1.000 euros (recordemos que el contenido para aprovecharlo va aparte en el precio y que el coste medio de un televisor de calidad llega a los 2.000 euros), un modelo con 1080p de resolución puede encontrarse desde 400 euros, una diferencia notable que puede inclinar de forma clara la balanza.

Son solo una serie de pensamientos o reflexiones acerca de la difícil decisión a tomar, porque como y dijimos antes, no se trata de algo fácil y que pueda hacerse extensible a todo el mundo, pues dependerá de las circunstancias y necesidades de cada usuario, pero desde mi punto de vista, el 4K (generalmente) no representa una opción valida a estas alturas.

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