Si hace unas décadas Internet irrumpía en nuestras vidas con cable de cobre y un sonido característico al conectarnos a la red, hoy día, nuestro router doméstico enlaza decenas de dispositivos. Así, puede concentrar varios ordenadores, tabletas, teléfonos móviles, algún que otro robot aspirador, quizá otro electrodoméstico y, por supuesto, un televisor que ha evolucionado hasta convertirse en el centro multimedia del hogar.
Esta forma de conexión casi ubicua nos ayuda a tener más relación con nuestros familiares, a disfrutar de servicios que aportan un plus de confort, a acceder a una infinidad de contenidos de ocio a través del televisor... Repasamos a continuación algunos de los dispositivos conectados que aumentan nuestra calidad de vida empezando por la pequeña pantalla.
El nuevo mando a distancia
Dice la frase popular que “el que tiene el mando tiene el control”, y es cierto. Sin embargo, el concepto de mando a distancia ha sido reinventado mediante dos fórmulas diferentes de conexión.
Los mandos a distancia han evolucionado de dos formas distintas: mandos y apps
Por un lado, tenemos la evolución natural del clásico mando a distancia, que ha perdido algunos botones y ganado otros en función del modelo. Por otro, y gracias a los diferentes métodos de conexión entre dispositivos, teclados y mandos compiten en segmentos muy parecidos. Por ejemplo, los teclados inalámbricos Bluetooth que funcionan mediante dongle (USB con antena).
Pero la imagen de abajo es la que representa con más fidelidad al mando a distancia que tenemos en mente. Se trata del One Remote Control de Samsung. Su conexión con el televisor se realiza mediante infrarrojos.
Es uno de los productos para el mercado doméstico que cuenta con una interfaz de comunicación natural: la voz. Dispone de un botón específico con el que podemos hablar al televisor para el control por voz de muchas funciones Smart TV. Samsung lidera esta transformación.
Asimismo, también se están popularizando los “mandos a distancia” instalados en los smartphones vía app. La mayoría de estos teléfonos no dispone de un puerto de infrarrojos con el que controlar la televisión o el aire acondicionado, pero sí tiene conexión Bluetooth o WiFi para ello.
Al margen de su evolución, lo cierto es que el mando a distancia supuso una gran mejora de la calidad de vida de los espectadores a partir de 1950, cuando el popular Lazy Bones dio el pistoletazo de salida a la práctica de cambiar de canal sin levantarse del sofá.
Televisores conectados mediante cables casi invisibles
Las señales WiFi del router se han convertido en la conexión por defecto de muchos dispositivos. Nuestros móviles y ordenadores se conectan entre sí por esta vía porque los transportamos de un lugar a otro. Sin embargo, con el televisor la cosa cambia.
Conectarlo al enrutador mediante cable supone una ventaja en calidad de imagen 4K y velocidad de descarga. Las ondas de radio nos dan versatilidad y movilidad, pero las conexiones físicas nos aportan calidad y sistemas más robustos.
El WiFi aporta movilidad, la fibra óptica calidad de imagen
Por ejemplo, las señales de radio de WiFi, Bluetooth o incluso de la SIM (todas funcionan mediante antenas) pueden tener puntos ciegos, zonas de oscuridad en las que la intensidad baja o se pierde. Con la fibra óptica esto no ocurre y la única manera de interrumpir la banda ancha es cortar el cable.
Es por eso que la conexión de los nuevos televisores acostumbra a ser mediante cable de fibra óptica, además de por WiFi. Si estamos cerca del router, cablear el televisor es una opción inteligente para ver a máxima resolución Netflix, HBO, Prime Video o YouTube, entre otros servicios.
Esto es lo que nos presentan los nuevos televisores QLED TV 2018, que incluyen una línea de conexión y alimentación que se alinea a la perfección con la estética de la pared. Para que la tecnología ubicua suponga un avance en calidad de vida con respecto a tecnología más visible, es preferible que esté “escondida” hasta que la necesitemos.
Este único cable se muestra como una fina vertical casi transparente, que además incluye el paso de corriente, que va desde el televisor hasta el One Connect de Samsung, un concentrador de puertos al que conectar todos nuestros dispositivos. Gracias a sus 5 m de longitud, podremos esconder la caja One Connect para evitar tener un desorden de dispositivos y sus cables conectados. En el siguiente vídeo lo podemos ver con más detalle:
El cine en casa, calidad de vida a domicilio
Si algo ha traído el televisor conectado es bienestar, entretenimiento, cultura... Ya no es necesario acudir al cine desplazándonos a algún punto de la ciudad. Podemos usar la conexión a Internet de nuestro televisor inteligente para descargarnos el cine en casa. Esto es posible gracias a que los modelos más avanzados cuentan con su faceta Smart TV que nos provee de apps de contenidos a las que podemos acceder.
En este sentido, los nuevos televisores QLED TV de Samsung cuentan en exclusiva con la app de HBO España para ver películas y series, beIN Connect 4K para disfrutar del fútbol en UHD, TV Plus con mucho material en 4K UHD y HDR, y la app de Disney. Por supuesto, además tendremos a nuestra disposición TV a la carta, Netflix...
Pero la innovación y calidad técnica también es muy importante en este aspecto, y ha llegado a un punto en el que no importa la cantidad de luz ambiente que haya en la habitación para deleitarse con una película. Es posible pasar una maratón con nuestra serie favorita durante horas a medida que el sol cambia la iluminación de nuestro hogar y todo sin necesidad de regular el brillo o el contraste.
Lo han conseguido tecnologías como Q Contrast o QHDR en el caso de los Samsung QLED TV. Los paneles se han diseñado para absorber la luz ambiental mejorando el contraste y reduciendo los reflejos, mientras que el HDR 10+ (Alto Rango Dinámico) permite ver las zonas oscuras y claras en una misma imagen sin perder ningún detalle.
Desplazarnos al cine será para algunos cosa del pasado cuando disfruten de contenido 4K en casa
De otra parte, el hecho de evitar desplazamientos implica la adición de más minutos para nuestro ocio. Pero no solo nos aporta ese preciado tiempo la fórmula de cine en casa. Según el estudio ‘Smart Cities – What’s in it for citizens’, de Juniper Research, los servicios conectados de las ciudades nos brindan más de un centenar de horas anuales de tiempo libre.
La tecnología ubicua requiere de dispositivos conectados, y en el mencionado informe se habla de que el primer paso hacia una mejor calidad de vida para los ciudadanos es el despliegue de esa tecnología conectada. El mejorar hoy la conexión entre dispositivos es la piedra angular de una mejor calidad de vida mañana.
Los asistentes de hogar, la centralización del IoT
Lentamente, aunque en España todavía no tienen mucho tirón, algunas fórmulas de centralización del IoT se dan en nuestros salones con los asistentes de hogar. Mediante comandos de voz, como ocurre con el mando One Remote Control, es posible controlar algunos dispositivos de nuestra vivienda. Dado que son _plug&play_, y la única dificultad consiste en conectarlo todo a la misma red WiFi. La idea central tras toda esta tecnología es que sea accesible y aporte confort y usabilidad.
Climatización antes de llegar a nuestro vivienda
La búsqueda de la mejora de la calidad de vida es un anhelo eterno y sin final que ha encontrado en la tecnología el mejor caldo de cultivo. Hace unos años, antes de la salida del smartphone, la domótica en climatización pasaba por un temporizador colocado sobre el termostato. Este se conectaba a la calefacción o al aire acondicionado mediante un cable de cobre por el que se enviaba la señal. Pero los móviles, que traían su propia antena, cambiaron el modo en que controlamos el confort doméstico.
Hay dos modos de manejar la climatización desde el móvil o la tableta. El primero es conservando la caldera y el split, pero cambiando los controladores. Distintas soluciones hacen de 'puente' en la conexión con el smartphone. La orden enviada desde el móvil hace uso de la antena WiFi y, pasando por el router, salta a los diferentes controladores que envían señales a los electrodomésticos. Por ejemplo, controladores infrarrojos para el split del aire acondicionado.
La climatización domótica es uno de los primeros usos de la conexión del Internet de las Cosas
La segundo forma de conectar objetos es adquirirlos con conexión a Internet. La mayoría de los electrodomésticos exhibe ya una línea que admite señal WiFi gracias a una pequeña antena. Esta opción suele requerir la instalación de una app específica en el móvil.
La higiene doméstica arranca cuando salimos a trabajar
Como hemos estado viendo, la calidad de vida atribuida al ocio (televisión conectada) o al confort (climatización) es importante, pero también destaca la que nos proporcionan otros aparatos conectados a la red para evitarnos trabajo en torno a los cuales se han desarrollado todo tipo de apps. Una de ellas es Samsung SmartThings, que permite conectar dispositivos Samsung y de terceros. Subir el volumen de la televisión, programar la lavadora, etc.
Los electrodomésticos conectados nos ayudan a ganar tiempo para nuestro ocio
En la misma línea se encuentran los robots aspiradores. Se ponen en marcha cuando salimos de casa, barriendo y fregando el suelo por nosotros. El lavavajillas, mucho más integrado en los hogares, hace lo propio con nuestros cacharros; y la lavadora, considerada indispensable, con la ropa.
El poder controlar autómatas desde nuestro teléfono móvil nos proporciona tiempo libre que dedicar a nosotros mismos, quizá a descubrir las nuevas series de HBO en un televisor QLED TV o a cualquier otra cosa que nos haga ser un poco más felices.
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Imágenes | Unsplash, Samsung