El truco del papel de aluminio te permite gastar menos en calefacción y aprovechar al máximo el calor del radiador: así funciona

No necesitas comprar nada ni ser un manitas para sacarle más partido a tus radiadores

Con este frío es inevitable encender la calefacción para encontrar el confort térmico en casa, pero también lo es tener la mente puesta en la próxima factura del gas. Aprovechar la inercia térmica del sistema es uno de los muchos trucos que existen para ahorrar en calefacción, pero también es fundamental sacarle el máximo partido a nuestros radiadores. ¿Cómo? Para empezar, con un buen mantenimiento en forma de purgado, pero también no desperdiciando el calor que irradian. Y aquí es donde aparece el truco del papel de aluminio, que promete aprovechar más el calor de los radiadores.

Breves apuntes del funcionamiento de los radiadores y transmisión térmica

La dinámica de un sistema de calefacción con radiadores (independientemente de la fuente de energía o del fluido que lleva en su interior): estos calientan el ambiente de tu hogar mediante radiación y convección.

Así, el radiador irradia (valga la redundancia) el calor al aire mediante ondas electromagnéticas de forma similar a lo más rudimentario: encender un fuego y sentarse cerca. Pero el aporte más importante es la convección: la energía calienta el aire que está alrededor del radiador y por efecto de este aumento de temperatura, este sube empujando al aire frío abajo. El resultado son corrientes verticales que se mueven en la estancia. La convección es esencial para un calor más uniforme en un espacio cerrado como tu hogar.

Del punto anterior queda claro que gracias a esas corrientes de aire el calor llega mejor a otros lados gracias a la convección. Podemos asimilar la radiación del calor como las ondas del Wi-Fi: una transmisión de forma radial que decae con la distancia. Volviendo al ejemplo de hacer un fuego en una acampada, cuando nos sentamos el calor llega mucho más que si estamos a varios metros de distancia.

En un escenario ideal ese calor iría desplazándose de forma uniforme y decreciente con la distancia, pero en la vida real hay obstáculos. El calor se mueve por el aire, pero esa transmisión se ve afectada si hay algo que lo tapona.  Retornando a los radiadores, ese obstáculo es la pared: lo ideal sería que el radiador estuviera en medio de la sala y sin una pared detrás. Y ahora es cuando hace su aparición el papel de aluminio.

Hazte tu panel reflectante casero con aluminio

La web de Albal (marca comercial de papel aluminio doméstico) explica que con un cartón como base y papel de aluminio para forrarla completamente podemos montarnos una especie de panel reflectante, una variación de otra especie de panel reflectante casero que se hizo viral en TikTok. Después, solo tendríamos que colocarlo entre el radiador y la pared para evitar que esta absorba el calor (un desperdicio térmico) y que a cambio lo refleje al ambiente.  De este modo estamos mejorando la distribución de calor.

Como consecuencia, usando el mismo nivel de potencia (o temperatura consigna o como quiera que se regule tu caldera), el funcionamiento del radiador es más eficiente y calienta más el ambiente. Así, alcanzar la temperatura de confort en la estancia no supondrá gastar más en combustible.

¿Funciona? La utilidad de los paneles reflectantes está fuera de toda duda, de hecho son mi recomendación para hogares como el mío (de alquiler) en el que hay pocos radiadores y son pequeños. A decir verdad, si echamos un vistazo a un panel reflectante comercial descubriremos que el material empleado es el aluminio así que sí, funciona: simplemente estamos haciendo un panel reflectante casero.

Panel reflectante comercial o casero, la explicación científica es la misma: Entre las propiedades químicas del aluminio se encuentra su condición de buen conductor término y su capacidad para reflejar bien la radiación. Así, se usa como complemento para el aislamiento por su altísima reflexión del calor (y también de la luz).

Panel reflectante radiadores. Amazon

Importante: si optamos por hacer un panel reflectante con cartón y aluminio es fundamental que la capa brillante es la que quede en el exterior, puesto que es la que es capaz de reflejar aproximadamente el 97%.

Aclarado este punto, ahora es cuestión de practicidad: usar un cartón, un buen trozo de papel de aluminio (un rollo para cocina puede rondar un par de euros) y cinta autoadhesiva supone aprovechar materiales que tenemos por casa y a lo peor, una inversión de unos cinco euros. Optar por un panel reflectante comercial individual puede rondar los 5 - 10 euros y lo tienes ya listo para usar. Es más cómodo y los acabados son mejores. Ahora bien, si vas a hacerlo en todos los radiadores de casa, sale a cuenta comprar un rollo. ¿Merece la pena hacerlo tú? En mi caso, por conveniencia no, pero tú eliges.

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