Si tuviera que cambiar una sola cosa del baño esta interiorista lo tiene claro: “Es lo más usado y lo que más transforma la experiencia diaria”

Reformar el baño suele ser uno de los cambios más ilusionantes cuando compramos una vivienda o cuando queremos darle un aire nuevo a nuestra casa. Y no es solo una cuestión estética: los expertos coinciden en que es una de las reformas que más influye en el día a día, algo en lo que también insiste la interiorista Laura Martínez.

Cada vez quedan menos recuerdos de aquellos baños de los años 80 y 90, donde la bañera ocupaba todo el protagonismo y las cortinas de tela eran lo habitual. Hoy, esas soluciones han dado paso a mamparas, platos de ducha minimalistas y diseños mucho más ligeros. Un cambio que no siempre tiene que pasar por complicadas obras, pero que transforma por completo el aspecto y la sensación del baño.

Un cambio radical

Así lo comenta Laura Martínez en una entrevista que conceder a Revista Interiores en la que afirma que el cambio más transformador en un baño es quitar la bañera y poner una ducha. Esto no solo moderniza visualmente el espacio, sino que también gana comodidad, seguridad y sensación de amplitud, sobre todo en baños pequeños. Preguntada acerca de qué haría su solo pudiese cambiar un elemento lo tiene claro: “Cambiar la ducha. Es lo más usado y lo que más transforma la experiencia diaria”.

En la entrevista, la interiorista aclara que renovar revestimientos y sanitarios es la forma más rápida de rejuvenecer un baño y en este sentido tiene claro que la apuesta debe hacerse por azulejos claros, porcelánicos de gran formato o piedra natural, que aportan limpieza y amplitud. Advierte, eso sí, que el microcemento no es la mejor opción por su delicadeza frente a la humedad.

Además, subraya la importancia de la iluminación: aprovechar al máximo la luz natural cuando hay ventana y, en baños interiores, recurrir a LED cálidos bien distribuidos para lograr un ambiente más natural y acogedor: “Una buena iluminación, textiles suaves, velas, un detalle floral… esos gestos que lo convierten en un lugar agradable, no solo práctico”.

La interiorista señala que sustituir la bañera por una ducha es la reforma con mayor impacto, sobre todo en baños pequeños, ya que mejora la comodidad, la seguridad y la sensación de espacio. Al respecto recomienda mamparas transparentes, platos continuos, muebles suspendidos, espejos sin marco y tonos suaves para lograr un ambiente más ligero y moderno.

También destaca la importancia de los detalles, como textiles, toallas o pequeños elementos decorativos, capaces de hacer el baño más acogedor sin obras. Para quienes solo puedan hacer un cambio, la renovación de la ducha es la opción más eficaz. 

En conjunto, concluye que no hace falta una reforma integral: ducha, luz y materiales son los tres elementos que más transforman el baño con menos complicaciones.

Imagen portada | Generada con IA

Vía | DAP

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