Poner la vajilla y cristalería "buenas" en Navidad está muy bien, pero estas cinco cosas no conviene meterlas luego en el lavavajillas

Algunos elementos delicados y antiguos que no fueron fabricados pensando en el lavaplatos pueden estropearse con suma facilidad

Paco Rodríguez

Editor Senior

Vamos a celebrar la comida o cena de Navidad, Nochevieja, la comida de año nuevo o Reyes y lógicamente lo último que queremos es estar en la cocina lavando los platos sucios, aunque es necesario hacerlo y lo más cómodo es usar el lavavajillas.

Pero en estas fechas tan señaladas suele darse la situación de que queremos sacar a relucir nuestras mejores galas, con las mejores vajillas cristalerías y cuberterías que tenemos, que muchas veces son piezas ya tradicionales en la familia y que pueden no llevarse bien con el lavavajillas. 

Algunos de estos elementos son muy delicados en cuanto a su lavado se refiere y no fueron fabricadas pensando en su limpieza a máquina.

Qué no se puede meter en el lavavajillas

¿Cuál suele ser el problema? Pues en general hay dos factores clave: el elevado calor que puede llegar a alcanzarse dentro de la máquina y el exceso de humedad durante horas que puede deteriorar algunos materiales.

Copas de cristal fino y vasos con decoraciones en los bordes. Suelen ser muy delicadas, especialmente las de tallo fino y cristal ultradelgado de calidad. En estos casos la vibración, los chorros de agua y el calor durante varias horas pueden provocar microfisuras que dañan su estructuran y acortan su vida útil. Mejor lavar a mano o en un programa aparte para cristalería delicada.

Vajilla con estampados especiales, como bordes dorados o decoraciones metálicas son también un habitual en estas fechas que no conviene meter en el lavaplatos. El motivo es que estos elementos tienen a desgastarse con mayor facilidad y rapidez que el resto de los materiales, haciendo que en poco tiempo queden feos y descoloridos.

Los utensilios de madera como tablas para cortar el marisco, cucharas, mangos de sartenes y cubiertos tampoco se llevan bien con el lavavajillas. Aquí el problema es el calor y la humedad durante horas que hincharán y agrietarán la madera, haciendo además que se acumulen mayores cantidades de bacterias. Mejor lavar a mano con agua templada y dejar escurrir al aire.

Las sartenes antiadherentes son otro clásico estas fechas que no conviene lavar a máquina. Según explica el fabricante Teka, algunas marcas indican que son “aptas”, pero los detergentes pueden acortar mucho la vida del antiadherente y va desprendiendo trocitos que quedan mezclados luego con la comida.

Los tuppers de plástico donde tenemos guardadas las preparaciones y sobras tampoco suelen llevarse bien con el lavaplatos. Conviene fijarse si nuestro modelo concreto es apto para el lavavajillas y en caso contrario mejor no meterlo, porque pueden deformarse.

Imagen portada | Marcia Salido

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