Uno de los problemas que es necesario resolver para lograr la implantación masiva de la Internet de las cosas en nuestras casas es el relacionado con la alimentación de los gadgets, sensores y dispositivos conectados.
El típico cable de alimentación es bastante engorroso, sobre todo cuando hay decenas o centenares de equipos que enchufar, por lo que la solución más probable parece estar en la carga inalámbrica y en los sistemas avanzados de baterías integradas.
Justo en relación con este último punto, investigadores de la Universidad de Illinois acaban de anunciar sus avances en unas nuevas microbaterías creadas con una técnica 3D holgráfica en conjunción con fotolitografía 2D y que podrían ser revolucionarias.
¿Por qué? Pues porque dado su reducidísimo tamaño de solo 10 micras de espesor y sus características físicas, pueden ser integradas directamente en el proceso de ensamblaje de muchos chips actuales abriendo la puerta a todo tipo de sensores, actuadores e implantes que lleven la batería integrada en su circuitería.
Por el momento, los primeros prototipos están dando una corriente de 0,5 mA, suficiente para alimentar un LED, aunque es de esperar que a medida que mejora la tecnología se incremente también la potencia eléctrica almacenada.
Vía | Phys
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