Qué material es mejor para instalar con suelo radiante, según Iberdrola: cerámico o de madera laminado

Qué material es mejor para instalar con suelo radiante, según Iberdrola: cerámico o de madera laminado

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Suelo radiante

Aunque todavía nos quedan por pasar días de calor, el invierno y los fríos están cada vez más cerca. Por eso, para evitar el agobio de última hora, y quizás, hasta subidas de precios, ahora es un buen momento para preparar nuestra casa y hacerla un lugar acogedor de cara a la época invernal.

Una alternativa cada vez más habitual es emplear suelos radiantes para calefactar el hogar pero llegado el momento de instalar uno, puede surgir la duda sobre si optar pos suelos cerámicos o laminados. Y según Iberdrola, esta es la mejor opción que podemos adoptar.

Qué es el suelo radiante

Aerotermia Imagen | Daikin

Y antes de seguir conviene aclarar a qué nos referimos al hablar de suelo radiante. El suelo radiante es un sistema de calefacción que se instala debajo del suelo, ya sea en una vivienda, un edificio comercial o industrial. Este sistema utiliza tuberías o cables eléctricos embebidos en el suelo para calentar el espacio desde abajo. El suelo radiante funciona mediante la transferencia de calor desde el suelo hacia arriba, lo que proporciona una distribución uniforme del calor en una habitación o espacio.

A la hora de referirse a un suelo radiante, hay que diferenciar sobre todo con tres tipos principales de sistemas:

  • Suelo radiante hidrónico: los más habituales, este sistema utiliza tuberías de agua caliente o líquido para calentar el suelo. El agua caliente es calentada por una caldera o una bomba de calor y luego circula a través de las tuberías debajo del suelo, transfiriendo calor al suelo y, finalmente, a la habitación. Este tipo de sistema es eficiente en términos energéticos y se puede utilizar tanto para calefacción como para refrigeración.
  • Suelo radiante eléctrico: en este sistema, se instalan cables eléctricos conductores de calor en el suelo. Cuando se aplica electricidad a estos cables, generan calor y calientan el suelo circundante. El suelo radiante eléctrico es más fácil de instalar en comparación con el hidrónico, pero suele ser menos eficiente en términos energéticos y más costoso de operar, especialmente en áreas con altos costos de electricidad.
  • Suelo radiante con aire: es el menos usado de los tres. Poco utilizado por su baja eficiencia. Es un tipo de sistema de calefacción y refrigeración que utiliza aire caliente o frío para regular la temperatura de un espacio. A diferencia de los sistemas de suelo radiante tradicionales que utilizan agua caliente o cables eléctricos en el suelo, el suelo radiante con aire emplea conductos de aire incorporados en el suelo para distribuir el calor o el frío.

Hay que tener en cuenta instalar un sistema de suelo radiante puede ser algo costoso y complejo y requerir modificaciones en la estructura existente. Además, su eficiencia depende en gran medida de una instalación adecuada y un buen aislamiento del suelo.

El suelo radiante ofrece varias ventajas, como una distribución uniforme del calor, logra calentar una estancia con poca agua y a menor temperatura, pues basta tener el agua a una temperatura de entre 30 y 45º frente a los 70º de un sistema convencional. Esto se traduce en un ahorro de energía que aumenta si se cambia caldera por una bomba de calor aire-agua o aerotermia. Además hay mejoras estéticas, pues se eliminan radiadores o conductos de aire visibles, y a todo se añade la comodidad de caminar sobre un suelo cálido en invierno.

Revestimientos

Suelo Ceramico Imagen | Era Arquitectos (suelo cerámico)

El suelo radiante puede ser utilizado con diferentes tipos de revestimientos de suelo, como baldosas, cerámicas, maderas laminadas, entre otros. Y este es un aspecto fundamental.

El más habitual es el suelo radiante por agua que como ya hemos visto, usa una red de tuberías instaladas por debajo del suelo por las cuales circula el agua caliente. ya sea con caldera o con aerotermia, hay que determinar que superficie es la más adecuada para usar: ¿balsdosas cerámicas o laminados de madera?.

Cualquiera de ellos es compatible con este sistema. Dejando de un lado los gustos y estética, distintos estudios indican que las baldosas cerámicas, los suelos de piedra o de porcelana, son mejores a la hora de transmitir el calor, y además cuentan con la posibilidad de lograr una especie de almacenamiento térmico, algo que no encontramos en las otras opciones.

Frente a estos, la otra opción ampliamente usada son los suelos de madera laminados. Se aconseja que sean laminados con contrapiso de espuma en lugar de emplear madera maciza. El objeto de esta opción es evitar que con los cambios de temperatura los suelos se encojan o se dilaten, provocando grietas o abombamientos. Los suelos de manera de laminados tienen la ventaja de que por sí solos, aportan mayor sensación de calidez y confort pero a cambio no tienen el efecto de almacenar calor y además lo transmiten peor. Si tuviéramos que establecer una lista con pros y contras, podría ser esta:

Conductividad térmica

  • La cerámica tiene una alta conductividad térmica, lo que significa que puede transmitir el calor de manera eficiente desde el sistema de suelo radiante hacia la superficie de la habitación. Esto lo hace compatible con sistemas de suelo radiante y es una excelente opción para la calefacción radiante.
  • La madera laminada tiene una conductividad térmica menor en comparación con la cerámica, lo que significa que puede tomar más tiempo calentarse y no distribuirá el calor de manera tan eficiente como la cerámica. Sin embargo, aún es posible usar madera laminada con un sistema de suelo radiante.

Sensación al tacto

  • La madera laminada tiende a sentirse más cálida al tacto que la cerámica. Esto puede ser más cómodo para caminar descalzo sobre el suelo, especialmente en climas fríos.

Durabilidad y mantenimiento:

  • La cerámica es extremadamente duradera y resistente al desgaste, lo que la hace adecuada para áreas de alto tráfico y zonas húmedas como baños y cocinas.
  • También es fácil de limpiar.
  • La madera laminada es duradera, pero no es tan resistente al agua como la cerámica. Puede dañarse si se expone al agua en exceso. Además, puede rayarse más fácilmente que la cerámica en áreas de alto tráfico.

Coste de la instalación

  • El costo de instalación puede variar según la zona en la que residas y la calidad de los materiales, pero en general, la cerámica tiende a ser más económica que la madera laminada. Sin embargo, los costos pueden variar significativamente según la marca y el tipo específico de producto que elijas.

Conclusiones

Temperatura Imagen | Erik Mclean

En resumen, tanto la madera laminada como la cerámica pueden ser utilizadas con un sistema de suelo radiante, pero la cerámica tiende a ser una opción más eficiente en términos de conducción de calor. Sin embargo, la elección final dependerá de tus preferencias personales, necesidades específicas y presupuesto.

Ya sea la cerámica o el suelo de madera laminado, ambas opciones son las más usadas y además, la más eficientes y aconsejables a la hora de aprovechar un suelo radiante. No es interesante usar moquetas o suelos alfombrados, ya que estos reducen la transmisión del calor que queda atrapado a la vez que hacen de barrera.

No hay que olvidar que el suelo radiante requiere más tiempo para climatizar una estancia (el suelo radiante tarda más en calentar que un sistema de radiadores de agua con caldera) pero una vez alcanzada la temperatura, logran mantenerla durante más tiempo.

Si estás considerando instalar un sistema de suelo radiante, es importante consultar con un profesional para obtener recomendaciones específicas y asegurarte de que la instalación se realice correctamente.

Imagen portada | Erik Mclean

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