Las nuevas Mini LED RGB de Samsung apuntan a 2026 como el año en que esta tecnología empezará a llegar a precios mucho más asumibles para la mayoría
Samsung lleva años jugando en la liga de los televisores caros, de esos modelos que solemos ver en ferias y catálogos más que en salones reales. Pero con los Micro RGB de 2026 la película cambia bastante: su plan pasa por colocar precio asequibles para que esta tecnología esté en el centro del mercado desde el primer momento y no solo en la parte alta. Y si sale bien, puede ser uno de esos movimientos que reordenan el sector de arriba abajo.
Qué tiene de especial la tecnología Micro RGB de Samsung
Hasta ahora, cuando hablábamos de teles LED “de toda la vida”, lo normal era tener un sistema de retroiluminación con LED blancos más una capa de filtros de color o Quantum Dots para generar la imagen.
Con los Micro RGB (Mini LED RGB) la lógica cambia: los propios emisores son rojos, verdes y azules, encapsulados en diodos diminutos que Samsung lleva años afinando gracias a su experiencia con MicroLED.
Eso se traduce en una combinación bastante golosa: más brillo, mejor control del contraste y un color más preciso sin depender tanto de filtros. En la práctica, es una forma de acercarse a lo que nos gusta de OLED (negros profundos, imagen limpia) sin renunciar a picos de brillo muy altos para HDR. Y, lo más importante para el gran público, con una estructura de fabricación que permite escalar costes si el volumen acompaña.
Del televisor intocable al modelo “aspirable”
Hasta ahora, los Micro RGB eran casi un escaparate tecnológico: pulgadas XXL y precios altos pensados para enseñar músculo más que para vender en masa. El giro para 2026 pasa por llevar esta tecnología a diagonales mucho más terrenales: 65, 75, 85 y 98 pulgadas, más o menos la misma escalera que Samsung maneja hoy en Neo QLED.
Según la información que se ha ido filtrando, el objetivo interno de la marca es claro: reducir al mínimo la diferencia de precio entre estos nuevos Micro RGB y las gamas Neo QLED y OLED actuales.
Es decir, no serán teles baratas, seguirán jugando en territorio “premium”, pero ya no en ese escalón casi prohibitivo donde solo se mueve una minoría. Incluso el propio presidente de la división de Visual Display, Yong Seok-woo, ha hablado de introducir estos modelos a un precio atractivo para el consumidor, lo que refuerza que no es solo un globo sonda.
El CES 2026 como punto de inflexión
Samsung ha elegido el CES 2026 como escenario para este movimiento. No es casual: Las Vegas es el escaparate perfecto para lanzar un mensaje a dos públicos a la vez. Por un lado, al usuario final, que empieza a ver este apellido Micro RGB asociado a productos “comprables”, no solo a prototipos. Por otro, al resto de fabricantes, que tendrán que reaccionar si no quieren quedarse con la etiqueta de “los que llegaron tarde”.
La estrategia pasa no solo por enseñar un modelo estrella, sino por presentar una gama completa y empezar a expandir ventas rápido. La idea es ocupar cuanto antes el terreno de los televisores Micro RGB y marcar el paso a quienes vengan detrás.
Si en los meses siguientes empiezan a llegar ofertas, packs con barras de sonido y presencia constante en grandes superficies, el usuario medio acabará viendo Micro RGB como “la siguiente generación de los QLED”, algo aspiracional pero cercano.
La inevitable reacción de China (y compañía)
Todo esto no se produce en vacío. Marcas chinas como Hisense ya han empezado a moverse con RGB Mini LED de grandes pulgadas, y otros jugadores como TCL o incluso LG tienen su propia hoja de ruta para paneles avanzados que van más allá del LED tradicional. La apuesta agresiva de Samsung con los precios puede desencadenar una especie de efecto bola de nieve: si uno baja fuerte, el resto no puede quedarse quieto mucho tiempo.
Para el usuario, eso se traduce en algo muy sencillo: más competencia, más modelos y más presión a la baja en los precios de las teles avanzadas. Es probable que veamos gamas medias con tecnologías que hoy asociamos a lo “top”, y que el salto de calidad al cambiar de tele se note mucho más que en generaciones recientes, donde a veces la evolución se sentía casi incremental.
Si hoy alguien está dudando entre renovar televisor en 2025 o aguantar un poco más, este movimiento de Samsung introduce una variable importante. Con los Micro RGB de 2026, la conversación ya no va solo de “un poco más de brillo” o “algo mejor en HDR”, sino de acercar una tecnología puntera a precios que no obligan a rascar tanto el bolsillo.
La sensación que deja la hoja de ruta es que 2026 puede convertirse en un año bisagra: el momento en el que los televisores verdaderamente avanzados dejan de ser un capricho casi de escaparate y pasan a ser, por fin, una opción real para mucha más gente.
Imágenes | Samsung
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