Los fabricantes aclaran cual es el peor lugar para poner el radiador y no, no es el que estás pensando

Cuando llega el momento de hacer una reforma, una de las decisiones más importantes es elegir dónde colocar los radiadores. Lo ideal es dejarse asesorar por un profesional, pero nunca está de más conocer cuáles son las ubicaciones más recomendables. Muchas personas creen que el mejor sitio para instalar un radiador es bajo la ventana… pero esa idea no siempre es la mejor.

Esta creencia viene de otra época, cuando las ventanas dejaban pasar el frío exterior y colocar un radiador justo debajo ayudaba a crear una barrera térmica. Hoy, gracias a los cerramientos modernos y a las ventanas con rotura de puente térmico, existen otros puntos de la habitación igual de adecuados. Y los expertos lo tienen claro.

Si, pero hay más sitios

De hecho, es algo que ya me advirtieron cuando reformé mi casa. Aunque instalamos cristales bajo emisivo y carpinterías con rotura de puente térmico —una mejora que agradezco cada día—, en algunas habitaciones los radiadores siguen situados bajo la ventana. Es una buena posición, sí, pero no la única posible.

En 2025 hay más alternativas. Antes sí era el mejor lugar porque las ventanas con poco aislamiento dejaban entrar mucho aire frío y colocar el radiador debajo ayudaba a contrarrestarlo. Con los cierres modernos (doble/triple acristalamiento y mejores materiales), esta regla ya no es tan relevante. Como cuentan en Trade Radiators, hoy en día existe mucha más libertad para elegir ubicación sin perder eficiencia. Aun así, ponerlo bajo la ventana sigue siendo práctico porque suele ser un espacio libre de muebles que facilita la circulación del calor.

Hay mucha gente que piensa que no hay que colocar los radiadores en esta zona y están muy equivocados. De hecho, los técnicos, fabricantes y especialistas (por ejemplo Junkers Bosch, IRSAP o HudsonReed) recomiendan colocar el radiador justo debajo de la ventana, ya que esta forma se calienta el aire de su alrededor, que asciende y se mezcla con el aire frío que puede entrar por el cierre. 

En la misma línea opina el fabricante Terma que explica que lo mejor es colocar los radiadores en las zonas donde más calor se pierde, especialmente bajo las ventanas, porque el vidrio frío reduce la temperatura del ambiente. En el pasado, esta ubicación creaba una “cortina de calor” que compensaba el aire frío. El resultado es que esa mezcla de aire frío y aire caliente, contribuye a que se distribuya de manera uniforme por el resto de la habitación, evitando así el efecto de pared fría.

No obstante, hay situaciones en las que el radiador no se puede colocar debajo de la ventana por distintos motivos y en este caso, los expertos recomiendan buscar otro lugar en concreto: las paredes interiores de la casa o mejor aún, la pared más fría de cada habitación. 

De hecho esta recomendación también la dan desde el Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica de España) en su documento “Guía práctica sobre instalaciones centralizadas de calefacción central y agua caliente sanitaria en edificios de viviendas”.

Elegir la pared adecuada

Antiguamente se prefería colocar los radiadores en las paredes exteriores para combatir las corrientes de aire y cómo cuentan en Mapfre, esto es un error. Con los estándares actuales de aislamiento, esta diferencia es mínima. Antes que buscar dónde colocar el radiador es más importante fijarse en aspectos como el tamaño del radiador respecto a la habitación, que el aire pueda circular bien a su alrededor y a la hora de colocarlo, evitar muebles o cortinas que bloqueen el calor.

Según cuenta el fabricante Terma, incluso en los baños, la colocación es importante. Lo mejor es colocar los radiadores lejos de la ducha o el lavabo por dos motivos: evitar la corrosión provocada por el contacto con agua o productos de limpieza y prevenir riesgos eléctricos en modelos con resistencia. También se recomienda no cubrir los radiadores y mantener al menos 10 cm de separación respecto al suelo y al alféizar para asegurar una buena circulación del aire y reducir la entrada de polvo.

La importancia de la distribución de los muebles

Nunca conviene colocar un radiador detrás de muebles grandes, ya que bloquean el calor y reducen la eficiencia. Lo mejor es instalarlo en un punto que quede libre, permita circular bien el aire y no interfiera con el uso diario de la habitación. También es importante pensar en futuras redistribuciones del mobiliario.

Si hay poco espacio puedes pensar en radiadores verticales. Estos modelos han ampliado las opciones de instalación. Aprovechan la altura en lugar del ancho, son ideales para habitaciones con poco espacio en la pared y permiten una distribución más flexible del mobiliario. Ofrecen buena potencia calorífica, diseño moderno y más libertad para planificar la estancia.

Además hay que prestar atención a la potencia y al número de módulos. La potencia necesaria para calefactar una habitación suele ser de 100 a 120 W por metro cúbico, aunque puede variar según el tipo de radiador y el aislamiento. En la práctica, suele bastar con un radiador por habitación, mientras que en salones o estancias grandes se requieren dos o tres.

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