D-Link DCS‑8000LH, análisis: una cámara WiFi sencilla y compacta para vigilar tu hogar a distancia

Hasta hace unos años tener un sistema de video-vigilancia en casa era algo reservado a usuarios con presupuestos elevados que podían contratar los servicios de algún instalador profesional. Afortunadamente la situación ha cambiado radicalmente y gracias a los avances en cámaras, sensores y conectividad inalámbrica podemos montar un sistema modular de forma rápida, sencilla y económica.

En las ultimas semanas hemos tenido la oportunidad de probar uno de estos equipos domésticos de vigilancia en vídeo fabricado por D-Link, y más concretamente la cámara WiFi HD denominada DCS‑8000LH. ¿Qué tal se ha comportado?, ¿es tan sencilla de instalar y usar como prometen? Vamos a comprobarlo.

Características técnicas

La DCS‑8000LH es una cámara inalámbrica compacta que en sus reducidos 3,5 x 3,8 x 9,2 mm incorpora un sensor CMOS progresivo de un megapíxel capaz de grabar vídeos y capturar imágenes a una resolución de 1280 x 720 píxeles, suficiente para tener una panorámica de lo que sucede en una habitación aunque algo escasa si queremos pasar las imágenes a un monitor de gran formato.

Su distancia focal mínima es de unos 50 cm, por lo que no está pensada para tomas cercanas ya que tampoco cuenta con zoom óptico (sí con uno digital de 4 aumentos). Tiene un sistema de iluminación LED de infrarrojos para ver en la oscuridad y poder captar imágenes a distancias de hasta 5 metros.

Ofrece un amplio ángulo de visualización horizontal que ronda los 120 grados y se encarga ella misma de comprimir los vídeos usando el códec H.264 para que ocupen menos tamaño y ancho de banda al transmitirlas por la red WiFi usando un canal WiFi N o G en 2,4 GHz con cifrado WPA/WPA2 de serie.

Viene con un micrófono incorporado que además de para escuchar lo que sucede en el entorno de la cámara puede servirnos para detectar sucesos extraños, permitiendo junto con la detección de movimientos crear alertas que nos lleguen al móvil cuando haya intrusos en casa.

D-Link DCS‑8000LH

Sensor CMOS:

Progresivo de un megapíxel

Distancia mínima del objeto:

50 cm

Longitud focal de la lente:

2,45 mm ± 3 %

Abertura:

F2.4

Ángulo de visión:

120 grados

Zoom:

Digital 4X

Sistema de infrarrojo:

Si, visión nocturna hasta 5 metros

Micrófono incorporado:

Si, grabación audio en PCM

Resolución vídeo e imágenes:

1280 x 720 píxeles a velocidades de hasta 30 fps

Compresión vídeo:

H.264

Conectividad:

802.11n/g con cifrado WPA/WPA2 en 2,4 GHz

Dimensiones:

3,5 x 3,8 x 9,2 mm

Precio:

62 euros

Funcionalidades

¿Para qué sirve una cámara como la DCS‑8000LH de D-Link? Pues la idea básica es colocarla en una habitación (es un modelo de interior), conectarla a la corriente eléctrica usando su toma USB y tras configurarla tenerla siempre lista para poder ver a distancia lo que está sucediendo en la estancia ya sea usando un smartphone, una tableta o un ordenador personal.

Para ello la marca pone a nuestra disposición la aplicación "mydlink", compatible con sistemas operativos Android e iOS así como el portal de acceso web mydlink al que podremos acceder previo registro de la cámara. Tras el proceso de instalación que veremos en el siguiente apartado, la cámara se convierte en una especie de visor a distancia que podremos manejar desde el móvil, aunque con limitaciones.

Este modelo en concreto no cuenta con la posibilidad de variar la posición de su óptica a distancia, por lo que solo podremos observar el espacio fijo que hayamos previsto cuando la colocamos. Si sucede algo fuera de su rango de visión no podremos saber qué es. No obstante, la detección de sonido con nivel de umbral seleccionable en dB nos ayudará a hacernos una idea más allá de esos 120 grados de enfoque.

La cámara es compatible con Alexa de Amazon y Google Assistant de forma que si contamos con un altavoz compatible podremos dar órdenes vocales directamente para un control más cómodo. Además, también soporta las famosas recetas de IFTTT gracias a las cuales podremos programar acciones en función de distintos eventos.

Hay que destacar que la grabación de vídeo y las tomas de imágenes se realizan básicamente en el móvil, consumiendo memoria interna, a no ser que usemos el servicio online mydlink Cloud recording que almacena 24 horas de grabación en la nube de forma gratuita y que ofrece además distintos planes de pago (dependiendo de la región en donde vivamos) si queremos ampliar esta funcionalidad.

Hubiera estado bien que la cámara incluyese la posibilidad de almacenaje local en tarjetas SD o puertos USB a los que conectar memorias externas. También que se diese la posibilidad de conectarla por cable Ethernet para lograr una conexión más estable en caso de que no contemos con una red WiFi de calidad, aunque seguramente se hubiese incrementado el precio del equipo.

Instalación y configuración

La idea tras un dispositivo como el que estamos probando es no depender de complejas instalaciones sino que sea posible utilizarlo prácticamente tras sacarlo de la caja. Y efectivamente así ha sido, aunque vamos a destacar algunos aspectos negativos que no nos han gustado.

Pero empecemos por el principio. Tras desempaquetar la cámara y enchufarla a la corriente eléctrica nos bajamos la aplicación mydlink desde la tienda de aplicaciones de iOS o Android y la instalamos en el teléfono. Esta aplicación ha sido recientemente presentada por la marca y sustituye a la anterior "mydlink Lite" añadiendo nuevas funcionalidades como la grabación en la nube o la visión de múltiples cámaras así como nuevas opciones para otros equipos conectados de D-Link como enchufes inteligentes, luces, etc.

Tras instalarla la ejecutamos y lo primero que debemos hacer es registrarnos en el servicio introduciendo nuestro correo electrónico y contraseña. Ahora debemos ir al correo y verificar la dirección pulsando el enlace que nos mandan, momento tras el cual ya estamos en disposición de entrar en la app y comenzar con la configuración. El proceso es muy sencillo, ya que se nos pedirá escanear el código QR que se encuentra en la base de la cámara y esta se emparejará vía Bluetooth con el smartphone tras unos minutos.

Si pulsamos en actualizar el firmware a la última versión, ya no podremos acceder al portal de control desde el navegador web

Después de introducir la clave de la WiFi el proceso concluye y nos aparecerá un mensaje de actualización del firmware de la cámara que nos ofrecerá nuevas funcionalidades como la grabación en la nube, pero esto tiene un gran inconveniente como nos avisa la propia aplicación y es que si actualizamos perdemos la posibilidad de usar el servicio de visualización y control desde el navegador web. Por ello, en principio no lo actualizamos para ver cómo funciona este servicio.

Usando la cámara

Una vez concluido el proceso de instalación la puesta en marcha es muy sencilla, basta con pulsar en el icono de la cámara y la imagen emitida por ésta aparece inmediatamente en la pantalla, en tiempo real, aunque con un pequeño retardo de alrededor de un segundo. La señal llega perfectamente a través de la red WiFi y durante las pruebas no hubo ningún problema importante aunque sí pequeños cortes de unos pocos segundos cuando la usé en la habitación más alejada del router (situada a una distancia lineal de unos 15 metros con tres paredes entre medias).

En el resto de la casa la cámara se comportó bien, mostrando las imágenes de forma fluida salvo cuando había algún movimiento brusco, momento en el que se pixelaba la imagen (la zona en movimiento) durante menos de un segundo.

La calidad de imagen es...aceptable. Si bien la resolución de imagen es 720p, la definición real que tenemos y el exceso de pixelación hacen que no podamos considerla una imagen en alta definición. Sin embargo, si no andamos buscando más que un sistema de seguridad básico (y dado el precio de la cámara este es nuestro enfoque), la calidad mostrada es suficiente. Además, si ponemos el modo de visión nocturna la calidad mejora sensiblemente aunque el retardo se duplica.

En cuanto a las opciones de funcionamiento, podemos elegir múltiples funciones como activar la visión nocturna, la detección de movimiento, de sonido, elegir el nivel de umbral del ruido para que nos envíe una notificación y programar acciones en conjunción con otros equipos conectados de la marca si es que los tenemos.

Antes de actualizar el firmware de la cámara a la versión 2.0 probamos su utilización remota desde un navegador web en un PC de la casa. El funcionamiento es muy sencillo y similar al que hacemos desde el móvil solo que ahora la imagen podemos verla en un monitor de mayores dimensiones, aunque por lo menos en mi caso con una CPU Intel Core i5 el consumo de potencia se disparó a más del 80% (por comparar, viendo vídeos de YouTube a 1080p no pasa del 30%).

Es una opción interesante para no depender del smartphone en todo momento y sobre todo para hacer capturas de fotos y vídeos que se guarden en la generalmente mayor memoria del ordenador. ¿El problema? Tras actualizar el firmware el servicio deja de funcionar como se nos advertía al principio del proceso.

La opinión de Xataka Smart Home

La DCS‑8000LH es una cámara de vigilancia doméstica de interior enfocada a usuarios que estén buscando iniciarse en este mundillo sin gastarse demasiado. D-Link ha apostado por un precio bajo (unos 60 euros) a costa de recortar algunas características y funcionalidades que sí se encuentran presentes en modelos de gamas más altas incluso de la propia marca.

Hay que destacar la sencillez de instalación (siempre que sigamos los pasos al pie de la letra), que en nuestras pruebas no dio ningún problema, detectó la cámara y la red inalámbrica a la primera y en todo momento nos fue guiando por el proceso de configuración, lo cual es un punto a su favor.

La calidad de imagen no es de las mejores que podemos encontrar, aunque su finalidad no es tomar instantáneas con la máxima fidelidad sino más bien ofrecer una panorámica de lo que sucede en una habitación remota y en este aspecto sí cumple su función incluso en condiciones de poca iluminación.

Sin embargo, hay un par de aspectos que debemos considerar antes de comprarla. Por ejemplo el hecho de que no tenga posibilidad de almacenamiento local en una tarjeta de memoria y sobre todo el no tener la opción de usar el portal web para acceder a la cámara tras actualizar el firmware son dos puntos que juegan en contra del producto.

¿Es una cámara para mí? Si lo que estás buscando es un modelo sencillo que no te de muchas complicaciones al instalarlo y con el que puedas vigilar a distancia la habitación de los niños o el cuarto de la mascota sin prestarle mucha atención a la calidad de imagen, la DCS‑8000LH cumplirá su cometido y no te costará demasiado.

El equipo ha sido cedido para la prueba por parte de D-Link. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas

Más información | D-Link

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